Prohibidos

CAPITULO 8 ETHAN

 

ETHAN

 

Tengo un poco de sueño por el cambio de horario pero un café cargado me ha ayudado un poco, estoy esperando que Artemisa esté lista para bajar a esperar al cliente, me preguntó por qué acepte en venir aquí, mis pensamientos se distraen al escuchar los tacones de Artemisa en cuanto abre la puerta un nudo en el estómago me invade por qué a mi llega el aroma, el aroma a la traición de aquella noche, Artemisa camina hacia mí, la miro de pies a cabeza, mis ojos se detienen en el escote de su blusa, pero no es la blusa la que llama mi atención si no su brasier, cuando Artemisa llega a mi mirada, sus ojos verdes claros reflejan un destello de duda, supongo que se ha dado cuenta por mi rostro que nada anda bien y no nada está bien.

—No me acosté con Yoselyn —digo.

Ella en cambio cierra los ojos.

—¿Por qué me has mentido?

Ella abre los ojos, su mirada se intensifica.

—No te entiendo, si te acostaste con Yoselyn —me miente en la cara.

Me acerco a ella, más de lo que quería, su respiración es rápida, igual que la mía. Artemisa es hermosa, su maquillaje es demasiado sutil casi natural dejando ver su belleza natural.

—Me estás mintiendo —digo mientras miro el encaje de su brasier que sobresale.

Artemisa se da cuenta e intenta acomodarse.

Su aroma es más fuerte ahora que estoy cerca de ella, y también más cerca del encaje de su brasier no hay dudas, no tengo dudas.

—¿Traes las bragas en conjunto? —le pregunto

La mirada que me da me deja claro que está asimilando que lo que le he dicho.

—Ethan...

—Es imposible que la lleves puestas por que las dejaste en mi departamento

Artemisa baja la mirada, está muy nerviosa lo noto, mi mano va hacia su mejilla, ella retrocede

—¿Qué paso aquella noche?

—No lo sé — me contesta, mirándome a los ojos.

—¿No te acuerdadas de nada? — sigo preguntando

—No, no lo recuerdo, en verdad Ethan yo también me pregunto cómo fue que nos conocimos o cómo fue que llegamos a tu departamento y peor aún como llegamos a tu cama. —se muerde los labios.

— No lo entiendo por qué no lo recordamos, yo ni siquiera recuerdo haber tomado tanto esa noche

Es la verdad, me acuerdo que espere a Sebastián y a Antón mis amigos de la universidad y nos fuimos al antro directamente haya estaban Erick, Luke, Matt y Luis, recuerdo que llegamos a las once de las noches, empecé tomando leve, recuerdo que fuimos a la pista bailar, más tragos, más baile y después nada.

El timbre nos interrumpe y Artemisa aprovecha para alejarse de mí.

—Debe ser Jorge — me dice nerviosa.

—Podemos hablar después de la cita por favor

Solo logro asentir, hace días pensaba que me había acostado con la mejor amiga de Artemisa y ahora gracias a su perfume y su tanga me doy cuenta que es ella la mujer que me lleve a la cama. Dios me he acostado con la ex novia de Ryan, si él se entera puede decirle a Dayana y no, eso no, no puedo decirle le rompería el corazón y no, no significo nada para mí.

 

Un hombre aparece en la puerta, en cuanto Artemisa abre la puerta.

—Hola bienvenidos a España — dice con el acento particular español

—Hola Jorge — Artemisa lo saluda con familiaridad

—Me da gusto conocerte por fin Artemisa, déjame decirte que estas más hermosa en persona— la mirada del tal Jorge va al escote de Artemisa, y siento malestar ver como la está mirando.

—Igualmente Jorge, gracias por elegirnos para este proyecto.

—Tu trabajo es espectacular y estoy feliz de iniciar a trabajar contigo — su mirada esta fija en su escote

Carraspeo para que me noten

—Hola buenas noches — Jorge me saluda.

Le contesto el saludo sin ganas, descubrir la verdad no me ha sentado bien y por si fuera poco sigo en las mismas sin saber cómo pasaron las cosas y tengo que esperar que volvamos para continuar nuestra conversación.

No sé si Jorge tenía otras intenciones, pero claramente este es más una cita romántica que de trabajo, escogió un restaurante exclusivo para nuestro encuentro, muy romántica a mi ver, sé que Artemisa lo ha notado por que se ve incomoda, pero lo disimula muy bien, desde que salimos de casa se ha cuidado la blusa ya que el bra sobresale y no le gusta arruga la cara cada que se da cuenta que Jorge la mira sin disimulo.

—¿Cuánto tiempo vas a quedarte?

—Una semana nos quedaremos — ella responde, no lo mira a él, si no a mi

—Permite invitarte a conocer España — lo dice seductoramente

—Muchas gracias Jorge —sonríe nerviosa

—Yo también conozco muy bien España, ya la llevar yo — tanto Artemisa como Jorge me miran, y tomo mi copa y le doy un trago, el vino esta delicioso y la comida ni se diga, pero no puedo disfrutar con este tipo viendo de esa forma a Artemisa.

Jorge iba a decir algo, pero mi celular suena, es Dayana

—Permiso —me levanto para contestarle a mi esposa

 

—Hola cariño — digo al contestar

—Hola amor — como va todo por allá

—Todo bien — ¿y tu como estas?

—Extrañándote, sabes que no me gusto que te fueras.

 

Cuando le dije a Dayana que viajaría a España por una semana, al principio no se molestó y hasta se emocionó por mí, pero después que le dije que era con Artemisa la cosa cambio, pensé que era por celos, Dayana es más celosa que yo, y yo no tengo problema con eso ya que yo no le doy motivos para que desconfié de mí, y quisiera poder decirle que nunca le he sido infiel —miro a Artemisa, la descubro viéndome, pero en cuanto se da cuenta que la veo disimula.

—Dayana ¿tu conoces a Artemisa? — le hago la pregunta sin rodeos

Mi esposa guarda silencio, hasta pienso que me ha colgado.

—La he visto alguna vez, pero no la conozco en realidad

—Era novia de tu mejor amigo — digo

—Si, pero no convivía con ella




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