Prohibidos

CAPITULO 9 ARTEMISA

ARTEMISA

 

Jorge nos ha venido a dejar hace una hora, desde que llegamos he esperado que Ethan retome nuestra plática pero después de que volvió de la llamada con Dayana, ya no volvió hablar, y odie eso por qué me dejó sola con Jorge, cuando hablaba con él era super respetuoso y ahora
se me hizo que quería a toda costa llamar mi atención y no solo de trabajo, no niego que es súper guapo y tiene la altura que me gusta, pero si comparo a Ethan con él, Ethan es sin duda mejor en muchos aspectos, aunque no lo recuerde en la cama, seguramente estuvo espectacular ya que menciono que encontró varios condones , bendito sea el señor que usamos condones al menos por qué amanecer con un desconocido supuso un shock para mí, y saber que lo hicimos sin condón hubiera sido un problema porque cuando termine con Ryan deje de cuidarme.
Tomo mi celular para llamar a Joselyn la tengo que poner al día de la situación donde ella también era participe sin saberlo

—Hola ¿Por qué llamas a esta hora?
—Lo siento no me he dado cuenta la hora —miento por qué si se la hora que era.
—Tengo algo que decirte Joselyn así que levanta tu trasero de la cama y despabila de una vez.
—Ya me he levantado mala amiga —dice con la voz ronca.
—Y eso que no te he dicho lo que hice
Le hice un resumen detallado de todas las cosas que le dije a Ethan, claro que mi amiga me ha puesto la regañada de mi vida, pero ella no entiende que él es prohibido además si nos acostamos fue por el alcohol no por qué nosotros lo decidimos. Para que pasará eso debimos al menos conocernos 
—¿Que nos llevó a estar juntos aquella noche?—le pregunto a mi amiga.
—Hay personas que se atraen desde el momento que se han conocido, eso pasó con ustedes, se vieron una cosa llevo a otra y paso, no pienses más en eso Artemisa, ese hombre te pone por eso estás así, desde que pasó, siempre hablas de aquella noche.
—Por qué no recuerdo nada y eso me inquieta.
—Te molesta haber tenido a ese hombre entre las piernas y no acordarte.
—Eso no es verdad —digo indignada.
—Aprovecha que estarán juntos está semana y llévalo a la cama.
—No quiero llevármelo a la cama, además está casado.
—Casado con la que te pusieron los cuernos no lo olvides.
— Él se siente mal por eso
—Porque claramente no conoce la clase de mujer que tiene.
—Yoselyn...
—Mira Artemisa él te gusta, y seguramente él también tiene ganas de repetir lo que ninguno de los dos recuerda, si está casado pero con una infiel, él no lo hizo con intención ella sí.
—Y sin contar que se acuesta con  Ryan que es su medio hermano —le recuerdo.
—No tienes nada por qué sentirte mal, si se da algo, no seas tonta y no te dejes llevar por lo que muchos ven mal amiga, no es traición.
Me quedo pensando en todo lo que me dice mi amiga, Ethan y yo no estamos en la misma sintonía incluso desde que trabajamos juntos hemos chocado mucho, en definitiva no somos compatibles.

Despierto desconcertada, en qué momento me he quedado dormida, estaba hablando por teléfono con mi amiga y después no recuerdo más, veo la hora son las cinco de la mañana.
Me he quedado dormida solo con la blusa, se me ve mi braga, color blanca, que por supuesto no hace juego con mi brasier por qué Ethan estaba en lo cierto mi tanga estaba destrozada y la dejé en su departamento, recordar ese momento me estremece, iré a prepararme un café por qué lo necesito.
No me pongo nada abajo por qué seguramente Ethan está dormido, camino sin encender las luces, solo con la lámpara de mi celular.
Enciendo la luz de la cocina para buscar el café y la azúcar y poner la cafetera, aún tengo sueño, me distraigo en el celular veo las fotos de la fiesta aquella noche, subí algunas antes de empezar a tomar.
—Tus bragas no combina con tu bra —la voz de Ethan me sobresalta, mi celular cae en sus pies.
— Me has asustado —digo mientras Ethan recoge mi celular.
—¿Son fotos del antro?
—Si 
Ethan mira detenidamente las tres fotografías, en la primera soy yo posando en una selfie, en la segunda estamos Yos y yo luciendo nuestro outfit, ti llevaba una blusa negra transparente que dejaba ver mi Bra y una falda negra que también dejaba ver mi braga a juego con mi bra, siempre me ha gustado vestir a si cuando salgo a divertirme, me gusta ser provocativa y que los hombres me miren y se vuelvan loco, pero cuando se trata de trabajo, visto como una señorita de buena familia, me río por lo último. 
—Sabes —Ethan me da el celular
—Sé que las conozco muy dentro de mí sé que las reconozco, pero por más que hago memoria no lo recuerdo.
—Yo si te recuerdo por qué vi una foto tuya — me sincero.
—¿Por qué no me despertaste? 
—Solo quería salir de ahí estaba aún ebria y tenía un dolor de cabeza.
—¿Fue por qué le fuiste infiel a Ryan?
—¿Cómo?
—Lo que oíste —me dice 
Su mirada me taladra.
—No, por supuesto que no, jamás le sería infiel a nadie. —le contesto por qué es la verdad, jamás he estado interesada en ser como mi madre, se lo que sufrió mi papá.
—Yo tampoco me habría gustado ser infiel, Artemisa pero paso y míranos aquí estamos.
Ethan me mira las piernas desnudas, había olvidado que lo estaba, el sonido de la cafetera me avisa que ya está el café.
Me doy la vuelta para servirlo en la taza.
Pero entonces Ethan me da la vuelta.
—Eres un tormento para mí, desde aquel día no dejo de pensarte, de soñarte, eras un enigma que he resuelto y ahora me da miedo, miedo por qué ahora en mis sueños aparece tu cara.

 

Su cercanía me estaba causando efecto, Ethan desprendía...
—Necesito saber por qué me siento de esta forma contigo, soy un hombre casado y amo a mi esposa con locura, no debería sentir nada por un a costón de una maldita borrachera de una noche.
—Ethan...
—Shsss
De repente una oleada de calor llega a mi cuerpo, no sé si sea por la cercanía de Ethan o por qué en verdad hacía calor en el departamento.
—Debo estar loco si me siento atraído por alguien que prácticamente conocía hace una semana atrás...
Sus palabras me sorprenden, Ethan siente atracción por mi ¿y esto cuando paso?.
—Ethan tienes una esposa —es lo que se me ocurre decir
—Lo sé y esto me tiene loco.
—Lo que pasó fue un error Ethan, sé que fue a causa del alcohol y no se debemos mantener esto en privado.
—Tienes razón, no voy a arriesgar a mi matrimonio por nada. — se aleja de mí, y no sé si este de acuerdo con que se aleje.
—Ahora que sabemos que somos nosotros debemos olvidarnos de lo que pasó, tu sigue con tu vida y yo con la mía. —Ethan me dice, y enseguida se da la vuelta y se va.




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