Project Melody - Primera parte: Mónica

Bombones

Alexei visita a Mónica en su habitación aislada.

"Chiquilla, ¿Te gustaron los bombones?".

"Ja. Estaban buenos sí, pero tenían gusto a poco", una sonrisa falsa se dibuja en su rostro, está demás decir que ya no confía en este hombre.

"La próxima vez compraré más".

"¿Otro ejercicio?".

"El último quizás".

"¿Eh?"

Nuestra chica se paraliza, su mente se queda en blanco, no puede hacer más que mirar al vacío al escuchar esas palabras.

"Esta vez vamos a enviarte al ciberespacio con algunos accesorios extra. Con ellos deberías poder rastrear directamente la ubicación del buen doctor. Piensa en un GPS inverso, permite convertir tu ruta del ciberespacio en su ubicación correspondiente en el mundo real, con eso lo encontramos, enviamos a nuestros muchachos a su ubicación y culmina todo". Alexei mueve la cabeza al ver la mirada perdida de la chica, "¿Estás bien? Capaz que podemos terminar pronto".

"Y-Yo, yo, yo, yo, yo...", en su mente piensa: "Necesito volver, quiero ver a Flora de nuevo, no he visto más que adultos serios y militares... Quiero aprender más sobre esa IA, jamás había visto una IA adolescente, ella y París tienen que tener algo especial".

"¿Tú?".

Traga saliva, "Yo quiero seguir explorando el ciberespacio".

"Pues no se va a poder, la tecnología la habrá hecho tu abuelo, pero ahora es propiedad del ejército, vamos a desmantelar el equipo apenas el viejo aparezca".

"..."

"Bueno, andando".

De repente comienzan a sonar las alarmas de la base militar.

"¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?", nuestra joven no puede hacer más que contraer sus brazos, mirar a todos lados y mostrar su confusión frente a esta nueva situación.

"Oh. Otro ataque de terror, esa cosa solo debería sonar si está cerca, que pena, vamos a tener que suspender el ejercicio por hoy". El científico se acerca a Mónica y le despeina el cabello, finalmente sonríe y se retira en silencio.

"¡Qu-Quiero ver!", con una mirada llena de determinación reclama nuestra heroína, "¿Realmente estará mi abuelo?" se pregunta en su cabeza.

Con una sonrisa, "¿Oh?", Alexei le señala para que lo acompañe.




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