Han pasado dos semanas desde que Mónica destruyó el tanque del Dr. Isidore.
La Dra. Linda acompaña a la adolescente, quien lamentablemente se encuentra recostada en una camilla en la enfermería de la base militar. Tanto su abdomen como su pecho y brazos, están cubiertos de vendas, pero en sus manos, algo lindo, una medalla, la recompensa por su victoria, no puede dejar de mirarla y sonreír.
"Jejeje, tonta pieza de metal, porque me haces tan feliz..."
"Felicidades, linda, eres una heroína, hiciste en cuestión de minutos lo que normalmente nos lleva horas", celebra la doctora, pero por alguna razón su tono parecía condescendiente.
Alexei inesperadamente entra a la enfermería y se entromete, "¿Cómo estás bella? Te traje otra cajita de bombones". La doctora se sonroja, pero para su sorpresa, la caja de bombones pasa por su rostro y se detiene en las manos de Mónica.
"Gracias, son mis favoritos, chocolate relleno con crema de maní, nada más y nada menos" responde nuestra chica con una sonrisa de tranquilidad. "Odio esas cajas de bombones combinados, la mayoría son un asco, ¡Puaj!".
"Desde que destruiste el tanque flotante, no han habido más ataques terroristas, jejeje, sin duda hiciste a tu abuelo cambiar de planes, me pregunto qué estará tramando ahora...".
"Quizás estaba adentro del tanque y murió en la explosión. A lo mejor ya podemos enviarla a casa" reniega la doctora, cansada de la atención que está recibiendo la adolescente.
"Nope, el tanque se movía independientemente, no había nadie adentro", contradice el científico con total despreocupación.
"¿Cuáles son los planes ahora?" consulta a Alexei la jovencita, quien inmediatamente mira a la doctora y piensa con desprecio "¿Acabas de mencionar la posible muerte de mi abuelo y esperas que no me provoque nada?".
Alexei se mueve para captar la atención de Mónica, coloca sus manos juntas, lentamente las mueve hacia arriba y cuando las tiene bien encima de su cabeza... Las separa "Nada" dice, completando con una mueca en su boca.
Una risita se le escapa a Mónica, el premio del doctor por la actuación. la Dra. Linda mira hacia otro lado, parece que no disfruto el show.
"Oficialmente aún estás en reposo por más o menos un mes, así que solo recuéstate y descansa. Eres la única que puede usar esa artillería y esas ropas tan épicas. Tienes que estar siempre al mil por ciento de energía para nosotros" sonríe el científico risueño.
"Quiero ir al ciberespacio" contesta Mónica con determinación.
"¿Oh?" exclaman Alexei y la doctora simultáneamente.
"No" niega la doctora.
"Está bien" afirma Alexei, ganando inmediatamente una sonrisa de la adolescente.
"¿Qué? Acabas de decir que tiene un mes más de reposo" reclama la odiosa doctora.
"Ir al ciberespacio no le causa ningún desgaste físico" es la respuesta que hace el científico mientras mueve su mano en señal de que no tiene mucha importancia, "Solo conectamos su cabeza y ya. La niña se ve bien, no es diferente de jugar en realidad virtual".
A la doctora no le gustó nada ser contradicha e inmediatamente frunce el ceño y lo mira con seriedad.
El científico risueño, sin embargo, decide enfocar su mirada en la adolescente y continúa, "Cuando tengas ganas te pido una silla de ruedas hasta allí. Te ofrecería traer la máquina para aquí así no tienes que levantarte, pero, es un poco pesada...".
Una enorme sonrisa malvada se forma en los labios de Mónica, quien no puede evitar enseñársela a la doctora. Una sonrisa falsa de resignación es lo único que la profesional puede devolverle.