Project Melody - Primera parte: Mónica

Zona Pérdida

Con ayuda de una silla de ruedas Mónica es transportada por Alexei hasta el laboratorio donde se encuentra la máquina de su abuelo. Un lugar desolado y altamente restringido, pero algo no encaja bien, es lo primero que se le viene a la cabeza a la joven cuando su silla se bloquea con el acceso al lugar.

Ahora que finalmente no se encuentra bajo presión, puede observar todo con detenimiento: la habitación es espantosa, demasiado pequeña para lo que hay, es difícil moverse, ni hablar pasar una silla de ruedas. Hay unas pequeñas ventanas arriba, solamente con fines de iluminación, horribles olores de humedad y encierro lo inundan todo y ya se sienten desde la entrada... Cables, hay cables por todos lados y equipos informáticos, hay computadoras hasta en el suelo.

Lo único que se puede destacar del lugar es la máquina de su abuelo, ocupando casi tres cuartos de la habitación, solo conectarla a la corriente debe ser una batalla... Está más que claro que la obtención de la máquina fue totalmente accidental, este laboratorio es prueba de ello. Mónica ahora se dio cuenta que esto no es ningún laboratorio, es solo un viejo almacén que improvisaron para algo más.

"¿Cómo consiguieron la máquina de mi abuelo?", alza la mirada hacia su amigo científico.

"No me sé la historia con certeza, a mí solamente me la trajeron, pero sé que la obtuvieron en una operación de infiltración en unos de los varios terrenos bajo el nombre de tu abuelo. En un cuasi laboratorio, como este mismo".

Una risita se le escapa, "Estaba pensando eso mismo, este lugar es indigno para tal máquina".

"Al ejército poco le interesa este aparato, como te dije, la idea es simplemente desmantelarlo cuando terminemos".

"¿Hay algún motivo en especial?".

"Oh... Eres una chiquilla curiosa... ¿Sabes programar, mocosa?", la mocosa niega con la cabeza, "No, claro que no... Mira, para programar utilizas un lenguaje, un idioma y le dices a la computadora que hacer, pero la tecnología de tu abuelo es diferente, es como casi aleatoria parece... Bueno, no importa. Yo creo que a algún alto mando le puso celoso este aparato, va más allá de lo que podemos hacer nosotros con el presupuesto que nos da el gobierno... No solo eso, tu abuelo realmente es un genio, creó a Melody después de todo".

El cuerpo entero de Mónica sufrió un escalofrío al sentir ese nombre, esto no se le escapa al perspicaz científico.

"¿Malos recuerdos?".

"Mi familia y los militares, nunca nos llevamos muy bien".

"Jajajaja".

< Melody. La primera compañera IA, aunque no se supone que debería ser eso. Fue el resultado del Project Artificial Humans, una inteligencia artificial con todo el conocimiento de la humanidad hasta la fecha, 1977.

Cuando el proyecto no cumplió las expectativas, Melody fue desechada. />

"Frank no se encuentra aquí hoy", una sonrisa malévola se le forma en el rostro a Mónica, "Qué bueno".

"Nope, Frank solo aparece cuando el uso del aparato está autorizado por el alto mando. Esta vez te lo estoy dejando usar como un juguete".

La chica le sonríe al científico loco, "Muchas gracias por dejarme".

"Jejejeje. No pienses que lo estoy haciendo por ti, preciosa. Es una excelente oportunidad para explorar más ese mundo sin las restricciones que conlleva una misión".

"Oh...", un dolor en el corazón de la muchacha hace su aparición, "Entonces este es otro experimento tuyo...".

"No es complejo, voy a instalarte unos aparatos de mi diseño, imagina que son drones, verán y escucharán lo mismo que tú... Esto le dará más credibilidad a tu informe, ¿No crees?".

"Jejeje, sé muy bien que poco te interesan mis informes, solo quieres ver el ciberespacio por tus propios ojos, pero está bien, esto me sirve. Si puedo moverme con libertad podré concentrarme en encontrar a Flora", es lo que quisiera admitir Mónica, pero opta por quedarse callada y dejar esas palabras en su cabeza.

"La silla de ruedas no pasa por la puerta, ¿Te cargo hasta la silla?".

En los pensamientos de Mónica: "Mmmm. Aún me duele el cuerpo, pero podría soportar moverme unos pocos metros...", la chica se sonroja de pronto, "Pero no voy a dejar pasar la oportunidad de que me cargue hasta la silla, jejeje".

"Si por favor, como ves estoy muy adolorida, tendrás que cargarme".

Una sonrisa de que sabe se le forma al científico, pero de todas formas sujeta a la chica en sus brazos, como si fuera una princesa y la coloca en la silla, la interfaz que tiene la máquina de su abuelo para llevarla a otro mundo.

"¿Qué edad tienes?" consulta la sonrojada chica curiosa.

"La diferencia suficiente como para decirte que no sigas, chiquilla".

Los dos sueltan una carcajada.

Luego de intercambiar dedos pulgares arriba, la máquina se enciende y Mónica vuelve a abrir los ojos en el ciberespacio.

"JAJAJAJAJA" grita de emoción, "¡Qué bien!, ¡Qué bien!", la joven empieza a revolotear por todos lados. "¡Aquí mi cuerpo no me duele ni un poquito!", la joven empieza a moverse por todos lados de manera aleatoria y tirar puños y patadas. "¿Eh? ¿Dónde quedó mi rifle? Bueno, no importa, ya conseguiré otro".

"Tu rifle quedó almacenado en tu alma, puedes guardarlo y traerlo cuando quieras".

"Oh, hola París", la joven se acerca alegremente a saludar a su amig- conocida.

Una sonrisa condescendiente se le escapa a París, "¿Aún no te diste cuenta?".

"¿Eh?", Mónica mira a su alrededor... El normalmente blanco "cielo" del ciberespacio, el fondo más bien, se encuentra oscuro, raro, pero aún más raro: no ve nada... ¡NO VE NADA!

"¿¡Dónde están los compañeros IA dormidos!?".

"Al fin te diste cuenta. Esto ya no es zona tomada, ahora es zona pérdida. Vámonos".




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