Hora de la merienda

La protagonista se encuentra nuevamente en el mundo humano, merendando con cabito. Ambos se encuentran sentados uno frente al otro, Mónica disfruta de una chocolatada con leche, bien caliente, es invierno después de todo... Y un par de bizcochos dulces. Huele excelente. Charles solamente tiene un café con leche.

"Estos bizcochos están más o menos" se queja la joven, aunque con poca preocupación.

"Bueno, los hacen por cantidades enormes, por supuesto no los puedes comparar con los de una panadería" dice el muchacho, defendiendo lo que tienen.

"Mmmmmmmmmmm" la joven se encuentra muy pensativa, apenas prueba su merienda.

"¿Ha pasado algo? Estabas más contenta antes...".

"¡POR SUPUESTO QUE HA PASADO ALGO! ¡TODO LO QUE HEMOS VIVIDO ES UNA MENTIRA! ¡La verdad de momentum es otra! ¡Las IAs son más humanas que programas! ¡Y mi abuelo quiere asesinarme con dos niñas demonios y un filósofo!" es lo que Mónica le grita en su cabeza a cabito, pero en realidad su cuerpo se mantiene estoico... "Nada", le miente a su amigo.

Por supuesto la mentira tan obvia de la chica no pasa desapercibida por el muchacho, que inmediatamente intenta redirigir la conversación, "¿Cómo va tu búsqueda? ¿Has encontrado algo?".

La joven respira profundamente, claramente indicando que no.

"¿Tienes alguna pista? A lo mejor te puedo ayudar".

"Jejeje", a la joven se le escapa una risita, "¿Tú? ¿Que no sabes nada del ciberespacio? ¿Ayudarme?" la chica se cubre la boca para no reírse, pero una sonrisa malévola se le escapa.

"Hey, pasé la academia militar, eso no es nada fácil, señora cadete de policía".

Mónica inmediatamente se levanta y golpea la mesa, "¿¡Qué dijiste cabito!?".

"Ser militar es mucho más difícil que ser policía, es la realidad".

"¡TSSSSSSSSSSSS! ¡No tienes idea todo lo que me ha servido mi entrenamiento en la academia! ¡Seguro puedo lidiar un combate real mejor que tú!".

"Vi las grabaciones de tu batalla contra el tanque, estuvo bien, pero claramente no tienes entrenamiento militar...".

La joven lo mira paralizada, "Ah... Bueno... Charles si tiene razón en eso... Y mi entrenamiento no fue tanto tampoco... Solo vivo improvisando..." es lo que se dice la joven en la cabeza. Sin nada que agregar, decide sentarse nuevamente.

"Perdón" dice el joven.

Ella suspira y cierra sus ojos, "Trabaja en un parque botánico, es todo lo que podría servir".

"¿Oh? Ya veo... ¿Intentaste llamarlos?".

"... ¿Eh?" Mónica está anonadada.

"Intenta llamar a todos los parques botánicos que hay cerca, a lo mejor das con el que tiene la IA que buscas".

La joven traga su chocolate... "No había pensado en eso..." concede... "Pero el ciberespacio conecta el mundo entero, no hay garantía de que Flora se encuentre si quiera en este mismo país...".

"¿Dónde la encontraste por primera vez?".

"In-Inmediatamente me conecté por primera vez".

"Lógica diría que se encuentra muy cerca entonces, ¿No? Si estuviera en otro país deberías haberte aventurado más lejos, supongo, aunque no tengo idea...".

La joven se sonroja... "Tengo prohibido salir de la base, usar el internet o usar líneas telefónicas".

"Yo no, yo me encargaré de eso mientras tú exploras el ciberespacio, de todas formas, no tengo nada más que hacer a parte de ver tu pantalla".

La joven se levanta de la mesa y mira a Charles con ojos muy brillantes, de admiración, "¿¡Harías eso por mí, Carlitos!?".

"M-Mi nombre es Charles... Los nombres no se traducen... Sí lo haré por ti...".

Los dos comparten una carcajada.