Viento de oro

La protagonista, Mónica, se encuentra en su habitación aislada en la base militar. Ha perdido dos días de su tiempo de receso, pero eso no importa, Alexei le permitirá acceso libre aun cuando el periodo acabe...

La joven se encuentra sobre su cama, abrazando sus rodillas... Son las altas horas de la madrugada...

Ella se tararea para sí... Una canción muy bella de su propia invención...

"No importa qué pasé... Confiare en el amor..." el último verso...

Ella sonríe y resguarda su cara con sus rodillas.

"El dolor que sentí en el ciberespacio siempre fue real. Por eso nunca me atreví a experimentar qué sucedería si mi avatar fuera destruido...".

"Cuando Lilac, Mint y Red dijeron que me querían matar... Pensé que la muerte de mi avatar sería que no podría volver a conectarme... O quizás solo qué volvería al punto donde me conecté por primera vez... Pero no... Muerte es muerte, siempre pude haber muerto...".

"¿Realmente quieres cometer parricidio con tu propia nieta, Abuelo Isidore?".

La joven sopla, sopla y sopla, vacía sus pulmones completamente.

Inhala por la boca... Y tose, tose y tose, la muy boba se comienza a reír sola.

"No cambia nada. El peligro siempre estuvo. Además, si las IAs mueren, ellas mueren para siempre, no tienen un colchón como yo pensaba que tenía. Ellas son personas, me arriesgaré como siempre, ahora con más determinación. Abuelo, ¡Te voy a encontrar y haré que pares!".