Primer interludio

Desde una casita perdida en algún lado del ciberespacio… Muy similar a los laboratorios que la protagonista ya ha explorado…

Extrañas esferas negras comienzan a desperdigarse hacia el exterior… Decenas, no, centenas, no, ¡Miles!… Cada una tiene el emblema del dragón… ¿Qué significa esto?

Mientras tanto, en el interior, nos encontramos al joven dragón del Dr. Isidore, Red, observándolo todo desde una especie de computadora gigantesca, sus brazos cruzados…

De repente, para su sorpresa…

Lilac se le acerca, trae algo en sus dos manitas…

"Hermano mayor Red" dice la niña sonrojándose y con los ojos temblando.

El joven lo toma, es un dibujo. Sonríe. El detalle es un poco inferior al que se esperaría de un niño con la apariencia de Lilac, para un adulto promedio, no son más que garabatos y figuras desalineadas y sin forma, sin embargo… El gesto despierta una sonrisa en el muchacho.

"Hice esto para ti, somos tú y yo tomados de la mano", la joven le explica delicadamente con su dedo índice, "Allí en el fondo está Mint enojada, ella está celosa de nosotros".

"Jejeje, está precioso, Lilac, buen trabajo" y le acaricia su cabecita en aprobación… Despeinándola un poco. Aun así, la joven se deja y queda sonriente.

"Te quiero mucho, Red".

"Yo también te quiero, dulzura".

Rápidamente ambos se dan cuenta, que están siendo observados por la infante de hielo, que de inmediato les saca la lengua. Lilac le devuelve el gesto y corre a perseguirla.

El muchacho, sigue sin soltar el dibujo y vuelve su mirada a su pantalla…

"Mónica…"