Promesa

CAPÍTULO IV

Daniel

 

Finalmente, el día tan esperado llega para cualquier estudiante, no importa que este en primaria, bachillerato o en la universidad el viernes sí que es sagrado.

La semana fue algo dura, bueno por así decirlo tres exposiciones una sobre el Deporte y la Sociedad, como se relacionan. Teorías sobre el aprendizaje funcional en los infantes, y Anatomía, también tuve un examen de esta materia el ayer jueves diez preguntas, diez minutos para llenar.

El examen fue sencillo, para el que estudio claro y como si lo hice me cargué un ocho. Para mi suerte no tengo trabajos, los licen no enviaron nada así que este fin de semana me relajare.

Llego a casa cuelgo mi mochila y me arrojo en la cama a descansar un poco me quedo un rato hasta quedarme dormido. Me despierto cerca las tres de la tarde eh dormido poco más de una hora voy a la cocina y me sirvo un poco de sopa que ha hecho mi hermana.

Me arreglo un poco y salgo a caminar para distraerme voy caminado y miro mi reflejo en un vidrio espejo y ahí está. La misma mirada perdida que poseo siempre que me miro a un espejo odio ver esa mirada en mis ojos cafés oscuros rápido aparto la vista y el vacío que siempre siento se hace más fuerte.

Recuerdo el párrafo en la imagen que tengo en mi celular esa que dice “No lo logro entenderme estoy bien, sonrió y me divierto, pero en el fondo siento un vacío que no desaparece, aunque este sonriendo.”

Sé exactamente qué es lo que me falta, pero es algo que no quiero tener y muchos pensaran que estoy loco porque no lleno ese vacío. La respuesta es simple no lo quiero tener porque no lo merezco eh cometido tantos errores por lo que me eh privado de él.

Voy caminando mirando todo lo que mis ojos ven y recuerdo lo que en un video de HolaSoyGerman dice “Vas caminando feliz de la vida y que miras. Miras suelo, miras la pared, miras el cielo que carajo miras. Los problemas de la vida.”

Yo no estoy feliz tengo esa maldita expresión en mi cara. Sigo caminando las nubes blancas comienzan a tapar el sol algo de frescura siento en mi cuerpo, pero también algo de frio por lo que me cubro con mi capucha de mi buzo negro continuo mi paso mirando hacia arriba con las manos en los bolsillos.

Pum… –ahg… ayayay –me choque con alguien y algo pesado cae sobre mi pie derecho abro mi ojo izquierdo y veo un monto de vegetales caídos alrededor.

–Perdóneme, se encuentra bien –escucho una voz femenina suave puedo sentir la tranquilidad de su ser en cada palabra.

Abro los ojos y la miro bien con sus vestiduras de religiosa los rastros de su rostro son suaves. Me estoy sosteniendo en pie izquierdo, el derecho duele trillón una casta de carrizo grande golpeo mi pie –discúlpeme –digo rápido algo avergonzado y no, no me enamore. Siempre que una chica me gusta hay alguien que me la gana y yo quedo… bueno ustedes me entienden.

Uno de mis defectos es que siempre me disculpo por todo, aunque haya hecho algo mínimo siempre me disculpo. Este no es el caso, este si fue mi culpa por distraído me agacho para ayudar a juntar todos los vegetales junto a ella por breves instantes nuestras miradas se cruzan.

Acomodamos todo en la canasta, nos levantamos y miro claramente su rostro sus ojos son iguales a los míos no me refiero a la expresión, sino al color y de nuevo le ofrezco disculpas.

–Descuida –dice con una sonrisa –venia algo distraída.

Distraída en serio, el más distraído era yo perdido en mis pensamientos con la mirada al cielo y no al camino ustedes saben que soy el culpable –discúlpeme –digo de nuevo, es que nunca me canso de esa palabra… ahg que fastidio con esa última frase sigo mi camino al igual que ella llego a la esquina de la cuadra y me volteo a ver y ya no está.

Continuo recto hasta llegar a la loma al frente está la Iglesia Franciscana en la gran puerta me persigno y subo a la parte alta de la loma me siento en una de las bancas de piedra y otra vez miro al cielo solo que esta vez tengo árboles que conforman parte del firmamento. Estoy ahí escuchando música me quedo ahí un bueno rato.

Ya hace bastante frio mi buzo no me protege bien de él, pero me agrada sentirlo regreso por el mismo lugar hasta la casa. Mis hermanos no están puedo sospechar a donde fueron, no me importa se con quienes están y mientras estén con ellos no tengo de que preocuparme, me pongo a ver las películas de Rocky. 




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