Promesa

CAPÍTULO VI

Sábado de nuevo me levanto veinte para las cinco, el único en que si me quedo dormido hasta las ocho o diez de la mañana es el domingo… bueno, también porque me quedo los sábados viendo películas hasta la media noche.

Los días pares cambio mi rutina de ejercicios, bueno solo le quito el trote y realizo más ejercicios de peso muerto.

Termino cerca las seis de la mañana salgo afuera y veo la hierba algo crecida, muy crecida voy a la bodega y tomo el machete para rozar.

Me demoro un rato, pero termine mi brazo derecho esta algo cansado y fuerte y también me gane una ampolla en el dedo índice. Me deshago de las fundas de basura de la casa el camión está cerca, lo oigo pitar.

Sigo con unas pequeñas labores alimentar a los perros y limpiar sus gracias… rayos debí enviarlo con los las fundas de basura y el camión ya acaba de pasar, bueno lo botare en el contenedor de basura. Me doy un baño y me visto de forma deportiva me visto así desde siempre, la verdad no cambiaría esta forma de vestir.

Siempre me dice que debo cambiar mi estilo ya saben cómo la gente normal se viste, pero eso sería negarme a mí mismo. Vestirme así negaría quien soy todos tienen tiene su forma de ser y esta es la mía.

Arreglo mi cuarto, pongo mi ropa a lavar en la lavadora y me hago un batido de mora y con una tostada suficiente para mí.

Regreso a mi cuarto y saco mi nuevo libro para leer. El invierno más largo.

Leo mientras escucho música de mi celular la pongo a bajo volumen para entender mejor la lectura y meterme en la historia termino de leer después de dos horas bueno, es el tiempo que siempre leo cada día.

Mi ropa se termina de lavar y la saco a colgar en el tendedero, pasan las horas y solo veo películas, y juego en Resident Evil 5 en mi pc.

Mi hermana llama a comer el almuerzo a preparado sopa de lentejas con carne esta deliciosa, pero me gusta más cuando yo la hago puedo decir que mi sazón es algo mejor. Mejor no presumo ella conoce más recetas que yo, y apenas yo conozco unas cuantas las más básicas.

Pase toda la tarde mirando las tres películas de Annabelle y sí que me lleve un par de sobresaltos en cada una de ellas aun así dormiré bien en la noche. Debería verlas en la noche así tendría pesadillas.

No me vendría mal una. Pero si he tenido unas que otras en las cuales despierto sudando, pero no sobresaltado estoy tranquilo, pero si sudo.

Les contaría uno de ellos, pero es un fastidio tener que recordarlos.

Son cuarto para las siete de la noche salgo para misa para la Iglesia Franciscana será mejor que corra para no perder el bus y si, se me está yendo mejor aprieto el paso para coger el próximo en la próxima parada.

Tomo el bus número cinco y me deja a tres cuadras de la Iglesia llego seis minutos tarde mejor tarde que nunca, entro persignándome y me siento en las ultimas sillas como siempre solo.

Presto atención al sermón del padre, pero desvió mi mirada a otros lados de la Iglesia y noto a un grupo de religiosas y vuelvo mi mirada hacia al frente ahora están dos personas con las bolsas para las limosnas llegan hasta mí y pongo treinta centavos.

Continúa la misa y ahora es el saludo de la paz todos se dan la mano el saludo de la paz yo solo le doy a las dos personas mayores al frente de mí y dos niños una niña y un niño, no me levanto como lo hace los demás. La verdad no me gusta interactuar mucho, como ya lo dije no soy bueno interactuando con los demás. Ahora es hora de comulgar el padre y dos jóvenes de la orden con las Ostias para comulgar la gente hace tres columnas para comulgar, la fila de mi columna hay bastante gente.

Me pongo en fila avance lento, pero finalmente llego me doy la vuelta y tengo mejor vista y se me abren los ojos como platos, porque ahí está ella la chica religiosa que conocí ayer, bueno que choque ayer y su canasta me dejo rengo unas horas ella también me mira noto que también está algo sorprendida de verme.

Decido volver a mi asiento estoy estorbando un poco aquí al frente, camino de regreso la miro de nuevo sin que se dé cuenta y la verdad esos hábitos le quedan bien tiene una figura excelente, de seguro le dedica unos minutos a la actividad física.

Maldición… estoy apreciando la belleza y sexualidad de una chica prohibida, si el padre pudiera leer mis pensamientos de seguro me haría un exorcismo todos los presentes me tomarían de las manos y pies me amarrarían me arrojarían un monto de agua bendita y todos realizarían plegarias, talvez algunos escaparían.

Pero el padre estaría encantado de sacar mis demonios de lujuria y más después de mis pensamientos negativos hace un instante la misa termina y regreso a casa caminando son cuatro kilómetros de distancia, pero me agrada la caminata.

Me detengo en el mercado a comer una tortilla con té de cedrón y continuo de mi camino llego a casa cerca de las nueve de la noche mi hermana ha hecho arroz con estofado de pollo, me sirvo un poco con té de hierbaluisa.

Solo bebo té o cualquier agua aromática que sea agradable para mí y como todo fin de semana mis hermanos desaparecen y la casa esta para mí, me aseo para dormir, hoy leí y ya vi tres pelis de terror.

Algo me dice que tendré pesadillas aún más por mis pensamientos que tuve en la Iglesia –Diosito si me das una pesadilla, por favor que no me haga despertar gritando.          




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