Daniel
Estos días han pasado normal, si normal sería que me usaran como mensajero entre mis hermanos aún están enojados ellos y para mí no puede ser peor.
Solo he tenido un respiro en la Universidad excepto por el miércoles los días siguiente fueron buenos, sino fuera por las miradas que me lanzaba Brenda y Fernanda, pero más Brenda me miraba con interés y a la vez enojada.
No voy a decir que me comporté como un patán ese día porque no lo hice. O ¿sí?
Su mirada me incomoda un poco no me gusta ser el centro de atención de nadie, admito que es muy linda tiene el cabello negro largo es delgada sus ojos color miel tienen brillo es la chica que cualquier chico desearía tener en sus brazos y besarla.
Yo no. No piensen que soy del otro equipo mal pensados.
Ella linda, amable con un carácter fuerte.
Pero no me quiero ilusionar, cada vez que me ilusiono con una chica me acerco a ella para ganarme su amistad y luego su amor.
Cuando voy a dar el paso final para una relación mi sorpresa es que alguien me gano la partida, ella es la novia de otro chico y yo quedo… ustedes saben.
Son varias veces que me ha pasado con mis compañeras del colegio, que salieron con mis amigos y con un primo. Y como dicen nunca salgas con la ex de tu amigo, mucho menos con la ex de algún miembro de tu familia, para mí sería ponerme la soga al cuello.
Nunca me he declarado a nadie, una vez lo hice, aunque solo para fastidiar a mi amiga.
No me he vuelto a enamorar ahora controlo esa sensación cuando alguien te empieza a gustar simplemente la enfrento y la voy suprimiendo hasta que desaparece por completo de mí, tengo veintiún años y hasta ahora no he tenido ni una sola novia.
Pero cometí el error de los hombres me dejé llevar por la lujaría y varias anécdotas de mis amigos en el trabajo y cuando estaba en el servicio militar. Sus historias despertaron a mis demonios y contrate a una chica para que se acostara conmigo. Al acostarme con esa chica la verdad no me sentía como un hombre, como muchos otros se sienten vitalizados después de tener sexo.
Yo no, me sentía como un miserable porque primero falte el respeto a mi cuerpo y sobre todo le falte el respeto a esa chica, no la insulte si es lo que piensan.
Cuando digo que la irrespete es porque solo la vi como un objeto para saciar mi lujuria y no como una mujer que debe ser amada.
Es sábado y como de costumbre estoy en la Iglesia escuchando misa estoy en el mismo lugar de costumbre con la diferencia de que ella no está aquí esta vez, bueno no es algo que me importe de todos modos.
Al terminar la misa me quedo un rato más voy a la capilla de la Virgen de Guadalupe a rezar al terminar me levanto y escucho a alguien llamar.
–Hey muchacho –volteo a mirar y veo al padre que dio el sermón.
–Buenas noches padre ¿Qué se le ofrece? –digo suave quiero terminar rápido e irme tengo un largo tramo por caminar.
–Hijo podrías venir mañana a las nueve de la mañana. Para que ayudes a cargar unas cosas de la bodega.
–Claro, mañana estaré aquí –el padre me agradece y salgo de la Iglesia para ir a casa camino con las pocas estrellas que puedo ver y la luna creciente y las luces de los posters alumbrando.