Promesa

CAPÍTULO XIII

Daniel

 

Ayer no fue mi día levantarme temprano un domingo… no es lo mío, como dije es día que más me aparezco a un oso en hibernación.

Aunque hice mucha actividad física limpiando la bodega de la Iglesia mis brazos me duelen están hinchados, han crecido un poco bueno, no me quejo. Excepto por esta herida en mi hombro derecho de los diez dólares que el padre me dio.

Ya saben para que los use, un paquete de gazas, un desinfectante en casa tengo un frasco de sangre de drago un cicatrizante natural, me ayudara con el proceso de cicatrización. Ustedes dirán ¿Por qué no te vas a cocer la herida?

La respuesta es simple.

No me agrada la sensación de una aguja perforando mi piel y parte y aun mas tener esos molestos hilos en la herida, fastidiándome a cada instante.

Llámenme tonto o lo que sea por mi actitud me da igual, afortunadamente mi hermana no estaba en casa ayer así que me libre de que se ponga histérica y pretenda llevarme a hacer cocer y mi hermano menor se ha ido a jugar futbol me ha enviado un mensaje por WhatsApp.

Pero hoy no me libre después de bañarme necesitaba ayuda para ponerme la sangre de drago las gazas y la cinta para sujetarla, quien más que mi hermana que es enfermera para hacerlo.

–¿Qué te paso? –pregunta alterada y no la culpo la herida no es larga, pero si es algo profunda, le cuento lo que paso. –Cuando regreses nos vamos al doctor para hacer que te cosan.

–No –digo seco me fulmina con la mirada –no quiero tener hilos molestándome en la espalda. Con esto –agito despacio el frasco de sangre de drago –será

suficiente, se tardará, pero funcionará.

–Le voy a decir a mi papi, ¿Veras? –dice amenazándome.

¿Por qué siempre me amenaza? Y sobre todo por algo tan simple como una herida –me vas ayudar o ¿no? –digo de forma seca, de mala gana coge el frasco y las gazas y me coloca en la herida. Siempre me amenazan con mi papá que se lo cuenta a mi mamá y como todas las madres se preocupan por todo. Igual no pienso cocerme la herida.

Voy a la Universidad donde lo bueno será que me librare de gimnasia estamos realizando ejercicios en la barra fija y gracias a mi herida solo seré un espectador antes debo conseguir un certificado médico para el licen Marco a quien si no le muestras un certificado médico te pone falta en la asistencia, aunque le muestres la herida o cualquier lesión.

Saque el certifica le enseñe al licen, al igual que mi herida y me permitió ser el espectador de su clase que son las dos últimas miraba a mis compañeros realizar los ejercicios de rutina me acomodo en las gradas junto la pared.

Y mi mente se va a otro espacio mejor dicho alguien invade mis pensamientos y ese alguien es ella, Amelia.

Ayer pase todo el día pensando en ella en sus ojos llenos de brillo, en cada milímetro de su rostro. De su bello rostro. Ni siquiera me pude concentrar en mi lectura, y ahora otra vez.

Recuerdo su aroma a rosas silvestres cuando la cubrí para protegerla, la preocupación en sus ojos que envidió, por ese brillo que poseen cada parte de su bello y suave rostro se me vienen a la mente como una imagen nítida.

–Jajaja –escucho una fuerte carcajada de todos mis compañeros de clase, lo cual me hace regresar de esos pensamientos dirijo mi vista hasta las barras y miro a Rafael de espaldas sobre la colchoneta se ha caído mientras realizaba la caída del gato.

El tiempo corre hasta que se termina la jornada me despido de Nicolás chocando las palmas y luego el puño tengo otros amigos aquí, pero confió un poco más en él, la verdad son muy pocos los amigos en los que confió se reducen a cuatro Luis, Johnny, Bryan, Jean y con Nicolás cinco, los cuatro anteriores son mis amigos del colegio.

Regreso a casa y de nuevo ella invade mi mente contraigo mis cejas y digo –será que me estoy enamorando –exhalo –hump… espero que no, sería lo más estúpido que haría en mi vida.

Además, no tengo de que preocuparme es imposible que nos encontremos, además me he vuelto un experto en deshacerme de cualquier sentimiento y sensación de amor que sienta esos sentimientos solo me traen problemas por eso los elimino antes de que se apoderen de mí.

Es una de las razones por las que me mantengo distante de todos, tanto que ya no encajo en ninguna conversación de cualquier grupo en el que este. Me he vuelto tan solitario que me gusta, pero también odio serlo.

Cuando dialogo con mis amigos solo hablo cuando hay un tema que me interesa o cualquier palabra que llame mi atención si no lo hay solo me limito a reír de vez en cuando. Cuando dicen algo gracioso o simplemente hago cualquier gesto.  




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