Promesa de niños

Capítulo: 5

Gael

Llego hasta el comedor, pero no entro a este, observo a Naomi sentarse al lado de Thomas y me alejo, ¿que se golpeó sola? Puede ser pero por qué mentir al respecto? Aprieto mis puños con fuerza sintiendo rabia, hasta hoy pensé que ambos estaban bien, pero todo esto me hace cuestionarme muchas cosas, ayer era claro que Naomi tenía miedo, algo que no debía ser porque no estábamos haciendo nada malo. Salgo de la casa con paso rápido y me quedo esperando, minutos después Thomas sale, seguro irá a la empresa, camino hacia él cegado por la rabia y apretando con fuerza mis puños.

—¡Thomas! —vocifero y voltea, mi puño impacta en su rostro sin darle tiempo a nada ve—¿le pegas a tu mujer? 

—¿De qué hablas? —lo tomo de la camisa y con fuerza lo pego al auto

—Eres un malnacido

—Gael basta —intenta librarse de mi agarre, pero no lo dejo —yo jamás haría eso, amo a mi esposa

—Tiene un labio roto y te tiene miedo, no soy estúpido Thomas —mascullo cerca de su rostro

—¿Qué crees que soy? —pregunta ofendido —¿me crees capaz de hacer algo así?

—Puedo saber qué sucede aquí —la voz de mi madre hace que lo suelte

—Mamá, tu hijo se ha vuelto loco —dice mi hermano arreglándose el traje

—Este desgraciado le pega a Naomi mamá, a su esposa, Thomas —lo señalo

—Estás loco —brama él empujándome —vamos, habla con Naomi, vamos todos y pregúntale a ver qué te dice —expresa señalando hacia la casa

—Te tiene miedo —digo una gran verdad

—Vamos, mamá tú también —él la toma del brazo —hermano —me mira —me duele que pienses así de mí, no sé qué demonios te pasa —Thomas camina hacia la casa, voy en silencio detrás de ellos, nuestra madre parece consternada, es la primera vez que peleamos así y me duele que ella nos haya visto.

—Naomi —esta voltea cuando Thomas entra a la habitación, su mirada cae en mí y deja a un lado la ropa que acomodaba

—Thomas —murmura mirando a su esposo —¿sucede algo? 

—Amor, mi hermano quiere hacer unas preguntas —todos me miran, veo decepción en la mirada de mamá pero miro a Naomi

—¿Thomas te pega? —suelto la pregunta y ella alza ambas cejas

—¿cómo? 

—Puedes decirnos Naomi —me acerco a ella —mi mamá está aquí, yo estoy aquí, si Thomas te golpea solo dilo, él no te hará nada, irá a la cárcel —la duda cruza por su mirada

—Amor habla —ella mira a Thomas —dile

—No sé de donde sacas esas cosas Gael —dice al fin mirándome a los ojos

—tu labio

—Me golpeé —ríe nerviosa —ya te dije

—No tienes que temer —tomo sus manos en un momento de desesperación, pero ella se suelta de mi agarre y se aleja de mí como si quemara

—Thomas jamás me ha pegado —sonríe —él me ama y yo a él —aprieto mis dientes viendo como Thomas se acerca y la atrae hacia él pasando una mano por su cintura

—Por supuesto que no —este besa su cabeza —pero Gael está loco, ¿qué tienes en mi contra hermano? —me mira —me duele lo que haces

—Yo... —las palabras no salen

—Es claro que es un malentendido Gael —mamá me mira —pídele disculpas a Thomas y a Naomi —tomo aire antes de hablar

—Perdón hermano

—No te preocupes —Thomas coloca una mano en mi hombro —es más, me alegra que cuides así de mi mujer —yo miro a esta que me sostiene la mirada —sé que ella estará bien aquí Gael, eres bueno hermano, pero te has pasado esta vez —asiento y salgo de esa habitación con las manos temblorosas, es claro que me dejé llevar por el odio del momento, siempre cuidaba de ella antes y pensé que ahora me necesitaba, claramente me he equivocado y solo he hecho el papel de estúpido, escucho cómo mi madre me llama, pero no me detengo, mi teléfono suena y saco este de mi bolsillo, suspiro pesadamente y me alejo de ahí saliendo de la casa.

—Lena —digo suspirando —sé que debía llamarte antes

—¿Y por qué no lo has hecho Gael? —me regaña y sonrío —me tienes preocupada, ¿qué sucede? ¿Todo está bien? 

—Solo he estado algo cansado y bueno, quería pasar tiempo con mi familia, lo siento

—Perdóname a mi amor —puedo imaginarme su sonrisa —soy una egoísta, es claro que quieres estar con tu familia y pasar de mí

—No paso de ti

—¿Me has echado de menos? —miro mi reloj

—Un montón —sonrío, no estoy mintiendo, conozco a Lena desde la Universidad, somos amigos desde el primer día y bueno, una cosa llevó a la otra.

—Pues yo más —ella suspira —ya quiero que llegue el día de la boda y bueno, nos veremos al fin

—¿Nos veremos? —frunzo el ceño

—¿No te dije? Iré amor, cambié mis días de trabajo y podré ir a la casa de tus padres, estaré el día de la boda de tu hermana, salgo para allá dentro de cinco días —paso una mano por mi rostro —¿no te alegra? 

—lo hace, pero mi hermana cambió la fecha de la boda Lena, es en un mes

—Maldición —río cuando maldice —bueno, veré que hago, no puedo estar tanto tiempo allá, yo trataré de cambiar las cosas para ir una semana antes de la boda —me quedo en silencio mirando hacia la nada —¿Gael? 

—¿Sí? 

—¿Estás bien? —respiro hondo

—Sí, lo estoy

—No parece —se hace el silencio, ella siempre sabe lo que tengo, como me siento con solo escuchar mi voz, me conoce demasiado bien —no se te escucha bien

—Solo es cansancio Lena, ahora debo colgar, ¿hablamos en la noche?

—Bien, te amo —suelta de forma alegre y suspiro

—Igual yo —digo sin más y cuelgo apretando con fuerza mi teléfono, miro hacia la casa, mi mirada viaja a la habitación de Thomas, veo a ambos en el balcón de esta y ella está limpiando la herida que le hice a él en la nariz, Thomas está sonriendo y apuesto a que ella también, maldigo en voz alta y dejo de mirar, mejor permanezco alejado ignorando que ella está aquí, eso es lo mejor para todos, no puedo volver a cometer otro error cómo el de hoy.



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En el texto hay: pasado, niños, amor

Editado: 01.11.2024

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