Gael
Sé que hemos cometido un error cuando al fin puedo pensar con claridad, ya el deseo no nubla mi mente, es una locura lo que acaba de pasar, aunque odie lo que ha pasado en nuestras vidas no puedo cambiar lo que somos, ella es la esposa de mi hermano y yo, maldigo en voz baja recordando a Lena, ella no merece esto, es alguien buena, alguien que aun sabiendo que mi corazón le pertenecía a otra se quedó a mi lado apoyándome en los momentos difíciles, me ha dado lo mejor de ella y así le pagó, la culpa es horrible, por otro lado, están mis padres, jamás me perdonarían haber traicionado de esta forma a Thomas, y esos niños, aunque Thomas los obliga a hacer cosas como ir con él a la empresa esos niños lo quieren, es su padre y ahora estoy rompiendo esa familia. Dejo de mirar el techo y me giro, Naomi me está mirando, estamos demasiado cerca el uno del otro, ya no recuerdo como acabamos en el suelo, pero aquí estamos, ella se acerca más a mí, sus labios rozan los míos con lentitud haciendo que todo mi cuerpo reaccione a su contacto y quiera más.
—Esto no está bien —susurro contra sus labios aguantando las ganas de seguir besándola, ella respira hondo intentando controlar su respiración, la mía también está algo agitada luego de todo lo que hemos hecho
—Gael
—Eres la esposa de mi hermano —sus ojos buscan los míos —No puedo hacerle esto, ni a él, ni a mis padres, olvidemos este error y sigamos con nuestras vidas.
—Me gustas —dice cuando me aparto de ella poniéndome de pie y con fuerza cierro mis ojos dándole la espalda —Gael
—Solo estás confundida, amas a mi hermano, eres feliz —expreso mientras me pongo mi ropa de forma rápida
—¿Crees que lo soy? —me giro para ver sus ojos, ella está de pie mirándome confundida, es el amor de mi vida pero es prohibida
—Sí y yo soy feliz también, no sé si lo sabes, pero —sonrío con pesar —me casaré y amo a mi prometida —miento intentando poner distancia entre nosotros, paso por su lado sin esperar más y me alejo de ella pensando en su mirada triste.
—Gael —la voz de mi hermana me hace detenerme cuando salgo del sótano, volteo para verla —¿está Naomi abajo? —ella me mira con interés y rápido niego
—Fui a verla y no, no estaba
—¿Y en dónde está? La he buscado por toda la casa
—No lo sé hermanita —me encojo de hombros con el corazón latiendo a mil —no lo sé, ahora debo ir a ver a papá —me giro para seguir mi camino, pero su voz detiene mis pasos
—Date una ducha antes de ver a padre, hay pintura en tu ropa Gael —aprieto mis dientes —y por cierto —la miro —sube el cierre de tu pantalón —señala este y rápido miro, hago lo que dijo con mis manos temblando —Gael
—Ahora no hermana —gruño y me alejo de ella casi corriendo, sabiendo que ha notado algo, al entrar en mi habitación maldigo en voz alta pateando con fuerza la puerta, ¿por qué lo hice? Paso las manos por mi rostro varias veces solo para caer en cuenta de mi error, no nos hemos cuidado, estaba tan hipnotizado con ella que olvidé ese pequeño detalle.
—Joder —bufo yendo hacia la ducha sin poder aún controlar los latidos de mi corazón.
Años tirados a la basura, años estando lejos para no cometer un error y ahora lo he hecho, solo bastó un segundo a su lado y todas mis defensas se vinieron abajo, ¿cómo la olvido ahora? ¿Cómo lo hago si no puedo dejar de pensar en ella? Ha sido mía, fue poco tiempo, pero fue mía, no hablamos, simplemente nos entregamos a lo que sentimos, ¿pero qué siente ella? Naomi no sabe quién soy en realidad, no sabe que soy ese pequeño que le prometió algo que no pudo cumplir, ¿qué siente ella entonces por mí?
—Gael —mi padre se sienta a mi lado con un vaso en su mano, puedo jurar que es whisky lo que toma —debemos hablar hijo
—Supongo que Thomas ya te llamó y te dijo
—No quería mentirte, pero no quería que sacrificaras tu vida por mí —cuando iba a beber soy más rápido y le arrebato el vaso de la mano, me mira estupefacto
—¿Quién me lo dice? ¿El hombre que me adoptó cuando era un crío que no tenía nada? ¿Ese que me dio casa, comida, ropa pero principalmente amor? ¿Ese que me pagó mis estudios y me daba consejos? ¿Es ese hombre el que me dice que no quería que me sacrificara? ¿De qué sacrificios hablas papá?
—Tu trabajo, tu vida en ese país con esa mujer de la que un día me hablaste
—no estoy sacrificando nada
—No tienes que pagarme nada Gael —pongo una mano en su hombro
—Me quedaré aquí contigo —él niega pero lo ignoro —trabajaré en el hospital del pueblo y te vigilaré, ¿ves esto? —le enseño la bebida —la tienes prohibida desde ahora —lanzo el vaso lejos
—hijo
—Cuidaré de ti así como un día tú hiciste conmigo, papá y créeme, vas a operarte y estaremos mucho tiempo juntos
—Aunque pudiese hacerlo, encontrar un corazón sería muy difícil Gael
—Lo encontraremos —sus ojos se llenan de lágrimas y me abraza —papá, vas a estar bien —él se separa de mí sonriendo un poco —ahora ve a descansar que mañana iremos a ver al doctor —solo bufa para luego irse, río mientras niego veo a Naomi a unos metros y camino hacia ella rápido.
—Naomi —voltea al escucharme —creo que debemos hablar
—Creo que todo quedó claro Gael, fue un error, tú mismo lo dijiste
—Sí, pero
—Entonces no hay nada de que hablar, solo mantente alejado de mí ¿vale? —ella se aleja unos pasos —cometimos un error y ahora lo olvidaremos
—Naomi —me acerco a ella, pero el sonido de un auto nos hace mirar hacia la entrada, la mujer que baja de este me deja sin habla y cuando su mirada termina en mí una sonrisa enorme aparece en su boca.
—¡Gael! —Lena corre hacia mí sin darme tiempo a procesar su llegada —Amor ¡sorpresa! —me abraza haciendo que por el impacto retroceda unos pasos, ella ríe y cuando se separa un poco pega su boca a la mía dejando un gran beso en esta —te he echado de menos —dice sonriendo, mis ojos van a Naomi y todo mi mundo se viene abajo al ver sus ojos cargados de lágrimas, esta simplemente se aleja de nosotros dándonos la espalda y entonces miro a Lena que sigue sonriendo, ¡maldita sea!