Naomi
Thomas conduce el auto en silencio mientras yo no dejo de moverme nerviosa, de solo pensar en que veré a esa mujer de nuevo siento miedo y más sabiendo que voy a tenderle una trampa, que la policía llegará y arrestará a todos, por esa razón estuve esta mañana temprano horas con mis hijos, no sé lo que ocurra hoy, pero aunque no quiero ni pensar que quizás iba a ser la última vez que los vea, tenía que pasar tiempo con ellos y despedirme por si algo malo pasara, sé que todo puede ocurrir y solo ruego que eso no suceda, mis pequeños me necesitan y sé que no puedo confiar en Thomas para cuidarlos ni en sus padres, el auto de Thomas se detiene en el lugar indicado y miro hacia el enorme edificio a medio construir que hay frente a nosotros.
—Estás muy nerviosa —ríe Thomas que agarra una de mis manos —no habrá problemas, ya debemos ir, Victoria nos espera —respiro hondo y lo miro
—¿Y si quiere matarme?
—Ella me dio su palabra Naomi y aunque parezca raro estas personas tienen palabra —Thomas baja del auto y yo hago lo mismo, él camina frente a mí con un maletín en su mano lleno de dinero, llevo una mano al botón que hay en mi blusa que no es más que un micrófono y entonces dejo de sentir algo de miedo, Kurt me escucha, él me vigila, él cuida de mí y no hay nada mejor que saber que hay alguien cuidando de ti, Thomas se detiene y hago lo mismo, a unos metros están Victoria y algunos de sus hombres, ella sonríe al verme.
—Que ella taiga el maletín Thomas —me señala y Thomas me entrega este, respiro hondo antes de caminar hacia ella.
—Ahí está parte del dinero —dice Thomas mientras yo me acerco
—Bien muchacho —ella ríe y yo le entrego el maletín —fuera hay un camión con la droga que debes llevar a la dirección que te he enviado —me doy la vuelta para volver a Thomas —Naomi —su voz me detiene —¿estamos en paz? —la miro
—Solo eran negocios —ella ríe
—Es bueno que lo entiendas y también entiende que si me traicionan iré a por tus hijos —comenta con una enorme sonrisa en sus labios —tú también entiende eso Thomas.
—No te voy a traicionar Victoria, llevamos mucho haciendo negocios juntos y además, me has quitado a un rival del camino
—Asesinar a esos policías no fue un favor —dice ella riendo —fue un placer —me alejo de ella cuando fuera se escuchan disparos, Victoria y sus hombres sacan sus armas mientras yo me escondo lejos de todos y la policía entra, los disparos impactan en las paredes y se escuchan gritos y mucho ruido, saco mi arma aunque no es mucho lo que pueda hacer con esta y cuando veo a Victoria salir corriendo voy tras ella, sé que si escapa irá a por mis hijos y no puedo dejar que eso suceda, ella toma unas escaleras y soy rápida en ir por otras y bajar antes, arriba los disparos continúan y cuando ella llega hasta mí levanto mi arma y le apunto haciendo que se detenga en seco.
—No vas a huir —digo con el dedo en el gatillo mirando sus ojos, ella ríe
—Fuiste tú, debí imaginarlo
—Sí, debiste
—¿Cuántas veces has disparado? —ladea el rostro sonriendo —tus manos tiemblan —ella se acerca a mí y retrocedo —y tienes miedo, apuesto a que no sabes disparar, fallarías siempre —ella ríe y levanta su arma, no lo dudo cuando aprieto el gatillo tres veces y segundos después ella cae arrodillada en el suelo, mis manos siguen temblando viendo sus ojos desconcertados.
—Tienes razón, no sé disparar, pero desde esta distancia era difícil fallar —río mirando sus ojos —y jamás retes a una madre —cuando cae al suelo me doy cuenta de que ya no se escuchan disparos y con mi arma en alto subo las escaleras de nuevo, veo como uno de los policías esposa a Thomas y sonrío, busco a Kurt con la mirada, pero no le veo hasta que veo algo en el suelo y corro hacia él.
—Naomi —dice al verme, me quedo estática sin saber qué hacer viendo la herida que tiene en su pecho y rápido hago presión en esta.
—Vas a estar bien —digo más para mí que para él
—Ya eres libre —ríe, pero luego comienza a toser y sale sangre de su boca
—Resiste —sigo presionando su herida —no me puedes dejar Kurt, tú no —mis ojos se llenan de lágrimas viendo los suyos que están apagados
—Ya eres libre —repite haciendo salir mis lágrimas —ya no me necesitas —niego rápido con la cabeza
—Sabes que sí, sabes que siempre lo haré, Kurt —lo muevo cuando cierra los ojos —Kurt mírame —pido llorando, pero él no se mueve
—La ambulancia ya viene —escucho que dicen, pero no dejo de mirar su rostro pálido
—Kurt —golpeo su pecho con una de mis manos —Kurt tú no me puedes dejar, no, tú no —grito cuando alguien me separa de él.
Espero en la habitación del Hospital noticias de Kurt, miro a mis pequeños que están sentados en un sofá con lágrimas en sus ojos y cuando la puerta se abre doy dos pasos hacia el hombre que entra.
—¿Y Kurt? —él respira hondo
—Perdió mucha sangre —dice con voz apagada —los médicos no saben si se recupere —más lágrimas salen de mis ojos —Naomi, soy Mario y antes de ir a ese lugar Kurt me dio indicaciones claras por si algo así pasara —él respira hondo mirando las cosas en sus manos —Thomas está preso así como todos los demás y quien no fue capturado murió, nadie huyó, nadie sabe lo que hiciste, Victoria está muerta —asiento —ahora debes irte.
—No me iré sin ver a Kurt
—Queremos ver a nuestro amigo —habla Owen que corre hacia mí con su hermana y ambos se agarran de mis manos
—Naomi, debes irte ya, aquí están tus documentos falsos y dinero así como un pasaje de avión —él deja todo en mis manos —Kurt fue claro al hablarme y debes irte ahora mismo, no puedes esperar más, Thomas está preso, pero podría usar a otras personas para
—No me iré sin ver a Kurt —repito mis palabras y paso una mano por mi rostro para limpiar las lágrimas —necesito hacerlo.
—Él no ha despertado, puede que nunca lo haga —aprieto mis dientes sintiendo rabia, la vida no puede ser tan injusta