1 año después:
Naomi
Termino de acomodar la casa y cuando el horno suena corro hacia este, soy rápida en sacar del horno el pastel y sonrío, miro el reloj, en pocos minutos debo salir a buscar a los gemelos que están en la escuela, fueron a regañadientes, no les gusta esa escuela y tampoco este lugar, pero luego de estar seis meses en la playa nos mudamos acá tal y como Mario nos recomendó hacer para evitar que me encontraran, suspiro preparando todo, ya hace un año y aún espero un mensaje o una llamada de Kurt, algo que no pasó y eso hizo cenizas mis esperanzas, niego con la cabeza, seguiré esperando su llegada, la vida no es tan injusta como algunos piensan y creo en los finales felices aunque mi historia no haya sido la mejor de todas, vuelvo a mirar mi reloj y camino hacia mi habitación, cuando recojo mis cosas salgo de la casa en busca de los gemelos, por suerte la escuela queda cerca aunque pronto saldremos de este lugar nuevamente, ellos quieren un lugar donde haya playa cerca y no pienso dejar que sigan enfadados conmigo por seguir aquí.
—¿Mami nos compras un helado? —miro a Owen y asiento, les doy dinero a ambos y ellos corren hacia el vendedor de helado, me quedo mirándolos sonriendo y cuando compran, rápido regresan a mí.
—¿Qué les parece irnos a otro sitio? —cuestiono y ambos me miran
—Si —chilla Laia feliz —por favor —suelto a reír
—Tendrán que ir a otra escuela y hacer nuevos amigos
—¿Y si volvemos a casa? —sé a lo que Owen se refiere, pero con Thomas en la cárcel de todas formas no es seguro
—Aún no podemos mi amor —su mirada se torna triste —pero podemos ir a otro sitio con playa como antes —él sonríe rápido.
—Sería perfecto, mamá —asiento sonriendo y llegamos a la casa, abro la puerta, pero me quedo congelada al entrar mirando al hombre que está de pie en medio de mi sala, las cosas que traía en mis manos caen al suelo, mis hijos son los primeros en salir del shock y corren hacia él riendo, el cual los abraza a ambos estando a su altura.
—Kurt estás vivo —grita mi pequeña mientras yo sigo sin poder moverme de mi sitio
—Claro que si —expresa él riendo —que creían —ríe, mi hija vuelve a abrazarle y mis ojos se llenan de lágrimas, todo un año sin perder las esperanzas, todo un año pensando en él, todo un año repleto de pesadillas en donde recibía la noticia de su muerte, Kurt se pone de pie y camina hacia mí mientras sigo incrédula.
—¿No me vas a abrazar? —pregunta alzando una ceja
—Tardaste —murmuro dejando salir mis lágrimas, él sonríe llevando sus manos a mi rostro y limpia estas
—No sabía en donde estabas preciosa
—Kurt...un año
—Lo lamento —dice acercándose más a mí
—Yo...yo —él me abraza mientras yo sigo sin poder hablar y cierro mis ojos, mis hijos nos abrazan a ambos riendo y dejo salir más lágrimas
—Dijiste que me querías —menciona él en mi oído —lo creo, pero Naomi, no me necesitas —él sonríe mirando mis ojos
—¿Cómo?
—Mario me dijo lo que dijiste al ir a verme —con cuidado acaricia mi rostro
—Pero sí que me has hecho falta —sonrío
—Naomi —él respira hondo —ya puedes volver a tu país, a tu ciudad —alzo mis cejas —ya no hay nada que temer
—Thomas
—Ya no está —esas palabras quizás deberían dolerme, era el padre de mis hijos, sin embargo, no siento nada —y sus padres se fueron de la ciudad, ya no hay peligro y nadie sabe que tú entregaste a Victoria —los gemelos ríen felices de poder volver, yo miro los ojos de Kurt.
—¿Y Gael? —veo como su mandíbula se tensa
—Ya no está en la cárcel, me encargué de que saliera, estuvo meses ahí, pero ya no —sonrío feliz de que no esté pagando un crimen que no cometió.
—Kurt, quiero volver a casa —él asiente sonriendo un poco aunque veo algo de duda y miedo en sus ojos.
La casa de Kurt sigue justo igual que antes, los gemelos cansados del viaje no esperaron nada para estrenar su nueva cama, yo camino por la sala mirando esta en donde solo hay pocas fotos de Kurt con su madre, cuando siento pasos miro hacia estos y Kurt se acerca con dos copas de vino en su mano.
—Te esperaba hace meses —digo tomando mi copa en mis manos, él sonríe
—Hubo complicaciones, además, no te iba a ir a buscar hasta que no estuviese todo bien por acá
—¿Qué sucedió con Thomas? —él mira mis ojos
—Tuvo problemas en la cárcel con alguien más peligroso que él —asiento sin dejar de mirarlo
—¿Tuviste algo que ver? —Kurt suspira —olvidémoslo entonces —choco mi copa contra la suya y él sonríe
—Naomi ahora estás aquí y puedes quedarte en esta casa todo el tiempo que desees —el bebe de su copa —me gustaría hablarte de nosotros, del futuro, yo
—Kurt —detengo sus incómodas palabras y él mira entonces mis ojos —ha pasado un año pero
—Entiendo —dice rápido dando un suspiro, pero sé sus intenciones y antes necesito estar clara con las mías —espero que aquí te sientas bien —él se da la vuelta
—¿Gael sigue en la ciudad? —sus pasos se detienen y tarda segundos en mirarme
—Sí, trabaja aún en la empresa de su padre intentando levantar esta, pero no le va tan bien —asiento —irás a verle —no es pregunta y no respondo —bien, puedes hacer lo que quieras, yo no estaré aquí para ver cómo rehaces tu vida con el hombre al que amas.
—Kurt
—Iré a casa de mi madre, esta es tu casa Naomi —no espera a que yo diga algo y se aleja rápido, sonrío sabiendo que está celoso y es gracioso cuando él ni siquiera sabe cómo decir lo que siente.
Camino por la empresa de Gael y tomo asiento para esperar que me atienda, su secretaria entra a su oficina y Gael solo tarda segundos en salir de esta, al verme me pongo de pie y él me abraza sonriendo, feliz de verme y de cierta forma también estoy feliz.
—Naomi —sus manos van a mi rostro —joder no he parado de buscarte desde que salí de la cárcel —sonrío
—Te veo bien
—Cumpliste tu promesa —dice mirando mis ojos con intensidad —Naomi