Promesas en la playa

Capítulo 4: La Tormenta Interior

La mañana siguiente llegó con un cielo despejado y el sonido de las olas rompiendo suavemente en la orilla. Mia se despertó temprano, como siempre, y se sentó en el borde de su cama, mirando hacia la ventana. Su mente estaba ocupada con todo lo que había sucedido la noche anterior. La confesión de Chris, su propia respuesta… Aquellas palabras, simples pero cargadas de significado, seguían resonando en su cabeza.

"El mayor riesgo es no arriesgarse en absoluto."

Las palabras de Chris seguían repitiéndose, una y otra vez. Mia no estaba segura de qué hacer con ellas. A lo largo de su vida, había aprendido a vivir sin compromisos, a proteger su corazón de las promesas vacías. Pero algo en lo profundo de ella sentía que esta vez las cosas eran diferentes. Estaba comenzando a entender lo que él había querido decir. Tal vez había llegado el momento de abrirse, de confiar, a pesar del miedo.

Se levantó de la cama y se acercó a la ventana. El sol ya comenzaba a calentar el aire fresco de la mañana. En la distancia, podía ver las olas quebrando contra las rocas, sin prisa, como si el mar estuviera esperando algo. Algo que Mia no podía ver, pero que sentía profundamente en su pecho.

Aún no sabía si estaba lista para dar ese salto hacia lo desconocido, pero había algo en su interior que le decía que debía intentarlo. Sabía que el camino no iba a ser fácil, pero tal vez, solo tal vez, había algo real entre ella y Chris. Algo que no se podía dejar ir.

Esa tarde, después de un día lleno de pensamientos y reflexiones, Mia decidió que debía hablar con Chris. No podía seguir ignorando lo que sentía, lo que había comenzado a nacer entre ellos. Así que, cuando lo vio en su cafetería habitual, no dudó en acercarse. Chris estaba de pie junto a la ventana, mirando el horizonte. Cuando la vio llegar, su rostro se iluminó con una sonrisa, pero algo en sus ojos indicaba que también había estado pensando en lo que había sucedido entre ellos.

Mia se sentó frente a él, observando su expresión seria.

—Chris, tengo que hablar contigo —dijo ella, su voz seria, pero temblorosa por la ansiedad que sentía.

Chris la miró con curiosidad, dejando la taza de café a un lado. Su actitud parecía más tranquila que de costumbre, como si estuviera esperando que ella dijera lo que sentía.

—Claro, dime —respondió él, dándole su completa atención.

Mia respiró hondo antes de comenzar a hablar. No podía retroceder ahora. No podía permitir que el miedo gobernara sus decisiones.

—Anoche, cuando dijiste que lo que compartimos es real… —dijo ella, mirando a los ojos de Chris, que seguían fijos en ella—. Creo que tienes razón. He estado pensando mucho en todo esto, y aunque me asusta lo que siento, no puedo seguir ignorándolo. No quiero seguir cerrando las puertas, ni seguir protegiéndome de lo que podría ser una oportunidad real.

Chris no dijo nada, pero su expresión se suavizó al escucharla. Estaba claro que había estado esperando estas palabras, pero aún así, no parecía apresurarse a responder.

—No estoy diciendo que tenga todas las respuestas, ni que sea fácil. Pero lo que sé es que me siento viva cuando estoy cerca de ti. Y aunque me aterra pensar en lo que podría pasar, quiero intentarlo. Quiero ver a dónde nos lleva todo esto.

El silencio llenó la mesa por un momento. El café entre ellos se había enfriado, pero sus corazones parecían latir al mismo ritmo. Finalmente, fue Chris quien rompió el silencio.

—No me esperaba que dijeras eso, Mia. Pero estoy feliz de escucharlo. No quiero apresurar las cosas, pero… yo también siento lo mismo. Y aunque tengo miedo, también creo que lo que estamos viviendo es algo que vale la pena. Algo que no podemos dejar pasar.

Mia sintió una mezcla de alivio y emoción al escuchar sus palabras. Había dado el primer paso, y él no la había rechazado. Ahora, frente a ella, estaba Chris, dispuesto a dar el siguiente paso junto a ella, aunque el futuro siguiera siendo incierto.

—Entonces, ¿lo intentamos? —preguntó Mia, su voz suave pero firme.

Chris sonrió, una sonrisa que hizo que el corazón de Mia se acelerara.

—Lo intentamos.



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En el texto hay: mar, amor, playa

Editado: 05.01.2025

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