A aquellos que se atreven a amar en la línea que separa el deber y el deseo,
Para los corazones que entienden el peso de un juramento y la intensidad de una atracción prohibida.
Esta historia está dedicada a la dolorosa y valiente elección entre la fe y la pasión; entre salvar el mundo y salvarse a uno mismo en los brazos del otro.
Por el amor que se siente real, aunque deba ser un secreto para siempre.
—Belen Castillo