Prométeme

Capítulo 6

Corro lo más rápido que puedo, miro al cielo y me percato de que el día está llegando a su fin, lo que antes en el cielo era de color azul con hermoso contraste celeste, se ha opacado dando inicio al color negro, dándole paso a la oscuridad de la noche.

Al parecer me he perdido, trato de buscar el camino por donde me vine, pero nada, lo único que veo son árboles y más árboles, tuve que haber dejado marcas, ¡Pero no! Salí disparada como un gato al que quieren bañar, y para rematar, ¡Sin celular!

¿Quién en su sano juicio sale hoy en día sin su celular? Solo Gloría García lo hace, me presento, gracias a eso no tengo ni a quien llamar para decirle que posiblemente hoy muera.

Miro por todos lados mientras sigo corriendo, hasta zigzagueo con tal de perderlo. Traspaso a muchos árboles, claro como ellos no pueden moverse, de hecho, aquella referencia no me ayuda, estoy cansada, muy cansada, siento que mis piernas no pueden más, en cualquier momento siento desfallecer, trato de que mi respiración sea rítmica, esto me ha ayudado a seguir corriendo, se con exactitud que, si me detengo, aunque sea a coger un poquito de airecito, me atrapa, y la verdad no se que excusa podría decirle.  

Aunque anhelo, deseo, es mi mayor sueño tener un descansito justo ahorita, por desgracia de la vida aquello no será posible.

 — Oye detente — escucho que me grita.

Y sí, él justo ahora es esa desgracia.

Le pongo nitro a mi cuerpo, y acelero, es de vida o muerte no me detengo, doblo a la derecha sin saber el porqué, y continúo corriendo, me volteo para ver si me sigue, pero no lo veo, aun así, no dejo de correr, y cuando vuelvo a ver al frente, no me di cuenta que había una piedra ahí.

"La más grande piedra en el camino"; nunca pensé que esa frase fuera a ser tan literal

¿Consecuencia?

Sí, una y muy grande, tropiezo con la maldita piedra en el camino. Y cuando menos me lo espero, caigo al suelo raspando mi rodilla y doblando un poco mi tobillo, sin reprimirlo pego un grito, ¡eso sí que me dolió!, logro protegerme la cara con mis brazos, pero al hacerlo mis brazos reciben rasguños.

Así que quedo tendida en el suelo, como cuerpo sin vida, quiero levantarme, pero me duele hasta la médula, tanto que la pocas fuerzas que tenía para seguir corriendo, se desvanecen hasta llegar al porcentaje de 0.

Ya no me queda nada mas que hacer, lo único que veo es el cielo, oscuro y sin estrellas, a lo mejor ellas desvanecieron para no ser testigos de una trágica muerte, y solo por curiosa.

Nunca podré despedirme de mis amigos, mis padres, o no podré ni siquiera bailar en público. Ya me imagino lo siguiente, en menos de un minuto me encuentra, me dice que por chismosa me pasan las cosas, me agarra fuertemente del brazo para poder levantarme, una vez de pie me venda los ojos, después me hace caminar, o me empuja que se yo, luego me dice que diga mis ultimas palabras, y por ultimo saca un cuchillo y me apuñala una y otra y otra y otra vez, o quizás saque un arma y se deshaga de mí con tan solo apretar el gatillo, una vez bien muertita, él me tira a un lago o me hace picadillo y alimenta a los perros callejeros.

Ya deja de ser tan dramática, por favor

Ok, ok creo que si me estoy pasando un poquito de la raya.

Cada ves escucho sus pasos más cerca, ¿Qué le podría decir?, ¿Qué excusa le digo para que se apiade de mí y no me haga daño?

Trato con las ultimas fuerzas de levantarme, con una mano me impulso, pero al querer asentar el pie derecho vuelvo a caer.

 — Mier…coles — mi tobillo duele bastante.

 — Se escucharía mejor si digieras mierda

Ya llegó.

Alzo mi vista y lo veo, está al frente mío, como a un metro de distancia, con su cabello negro alborotado, y con los brazos cruzados, sus ojos me examinan como si estuvieran viendo hasta mis mas oscuras pesadillas.

¿Y si mejor me hago la muerta?

 — Este es el momento en el que empiezas hablar — se va acercando despacio, y yo como una ilusa retrocedo arrastrándome, teniendo la esperanza, aunque sea la mínima de poder escapar de él. Sin embargo, me olvido de mi tobillo y vuelvo a chillar al sentir el dolor por la fuerza que estoy logrando hacer.

 — No te muevas mas

 — Y esperar a que mates, no gracias — vuelvo a intentar retroceder, pero ¡hay benditos superhéroes de Marvel!, ahorita creo que mejor me declaro soldado caído.  

 — ¡Joder!  — grita — si te vuelves a mover te va a doler más el tobillo Einstein, ya no te muevas que después puede empeorar.

Y en un dos por tres ya estaba a lado mío, inmediatamente se agachó, sentí el roce de su piel cálida, con el frio y tembloroso de mi piel, lentamente sus brazos se iban por debajo de mis piernas.

Era más que evidente lo que el intento de héroe y al mismo tiempo villano quería hacer.

 — No me toques — exclamé, y al mismo tiempo me alejé, por ahí mismo mi inútil tobillo empezó a doler más fuerte.

 — Mira — me señaló — no puedes ni siquiera arrastrarte, — señaló el tobillo — y yo no quiero tener la conciencia intranquila, así que déjate de estupideces y déjame ayudarte de una buena vez

 — ¿Cómo se qué no me harás daño?

 Puso los ojos en blanco — si quisiera hacerte daño con mucho gusto te dejaría aquí botada.

Estaba hostigado de mi actitud, se le notaba bastante, pero no seria yo si no lo molestara tantito más.

 — A lo mejor no me harás daño ahora, pero quien sabe si después sigues teniendo la misma actitud, y la verdad yo no me quiero arriesgar.

Me crucé de brazos y traté de ver a cualquier lugar menos a sus ojos. Lo escuché resoplar

 — Sabes que, si quieres quedarte aquí pudriéndote ya no es asunto mío, no voy a perder mi tiempo con una suicida.

Lo vi levantarse, y poco a poco se marchó, vale ahora creo que, si metí la pata, no esperen, metí la pierna entera, no lo quiero admitir, pero necesito esa ayuda, volví a ver por donde se había ido, pero ya no estaba.



#15447 en Otros
#2412 en Humor
#24866 en Novela romántica

En el texto hay: obsesion, promesa, humor romance juvenil

Editado: 09.10.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.