Prometeus

La joya de Venecia

Malta, la pequeña isla conocida también como la perla del este del Mediterráneo, cuya historia de duelos, rivalidades y batallas, databa de hace siglos, y nçhace no mucho tiempo, esta isla fue poblada por culturas antiguas que lcuharon encarnizadamente por su posesión, desde los fenicios y cartagineses, hasta los romanos, pero en los siglos pasados, empezó a vertirse una nube oscura sobre la isla, el islam llegó a ella y comenzó a ser dirigida por los califatos de Oriente, esto se terminó hasta hace unos pocos años de que los normandos, los hombres venidos de la lejana Hiperbórea llegaron como letales tiburones a arrebatarle y decidieron conquistarle la isla a los musulmanes para formar una pequeña colonia y una isla de descanso por donde pasaban las importantes y prolíficas rutas comerciales marítimas del Mediterráneo este, la expulsión de los musulmanes poco después provocó que los extranjeros le perdieran el miedo a vivir en la isla, y entonces comenzaron a llegar barcazas y galeras de muchos lugares del Mar Mediterráneo, atraídos por la situación estratégica de la isla, llegaron a vivir los italianos por montones a la ciudad entre ellos, unos cuantos venecianos ricos que decidieron usar la isla como puerto de abastecimiento y comercial, la isla siempre se encontraba con clima usualmente cálido casi todo el año y con algunas precipitaciones de lluvia, aunque a veces con vientos huracanados. era una isla sumamente hermosa, a distancia se veían sus blancas playas y sus enormes árboles, se visualizaba el puerto de la ciudad, aunque se veía a unos siete kilómetros de distancia, los capitanes de navío de la Armada Bizantina comenzaron a dar la orden de avanzar a velocidad de crucero para no levantar alarmas entre la población que pudiese estar despierta, ordenaron plegar las velas y avanzar con la fuerza de los remeros, para que la llegada fuese aún más por sorpresa.

 

Nadie podría imaginar que un lugar tan solitario y calmado pudiera tener algo que remotamente tuviera que ver con la guerra, pero la realidad erea bien diferente y se dieron cuenta de ello apenas acercarse a velocidad de crucero a las playas de la isla.

 

Cuando estaban a aproximadamente tres kilómetros de distancia, sonaron estruendos como de truenos se tratasen, de pronto unas esferas de plomo se incrustaron en la madera de algunos barcos.

 

¡Nos atacan!, Capitán, sus órdenes,- Exclamó el primer oficial Deimos

 

Quiero que plieguen las velas y cambien rumbo unos 25 grados a babor, vamos a navegar de manera inclinada para no facilitarles el blanco, no sabía que los venecianos tuvieran cañones, siempre creí demasiado idiotas a esos ladrones. 

 

-Habrán estado comerciando con los turcos, es la única explicación-- le contestó el primer oficial

 

-Timonel ponga ruta a la parte noroeste de la playa, vamos a desembarcar para establecer un puesto de avanzada, es bastante lógico suponer que ya saben de nuestras intenciones. - dijo el capitán

 

En ese momento de un pequeño cabo, como si apareciera de repente, salió de entre un muelle escondido entre los árboles una flotilla de barcos con velas con la insignia de la Republica de Venecia.

 

. Capitán, han salido de ese pequeño puerto que tenían camuflado por ahi, me ha tomado por sorpresa

 

Artilleros, preparen el fuego griego, vamos a darle un poco de diversión al asunto. ¡A toda vela!

 

En ese momento salió toda una andanada de proyectiles de bala de cañón, en ese momento los barcos bizantinos solo tenían unos cuantos cañones a tiro, porque para atacar con el fuego griego es necesario usar la proa a corto alcance a unos cinco metros, mientras los venecianos aprovecharon para darle una andanada de cañonazos a la flota bizantina.

 

Algunos mástiles empezaron a crujir y caer mientras los proyectiles impactaban

 

-Necesito que unas cincuenta embarcaciones giren de estribor para tener a tiro a esos malnacidos cañones, y les respondan fuego, los otros cincuenta mantendremos rumbo para poder atacar con el fuego griego

 

-A sus órdenes capitán

 

La mitad de la flota bizantina se dispuso a poner a tiro sus cañones y comenzaron a contestar con su propia artillería, causando los primeros destrozos en los barcos venecianos, quienes se movían en una trayectoria serpenteante de manera desafiante.

 

Mientras comenzaron a usar fuego griego salido de las proas de los barcos bizantinos mientras las naves venecianas se incendiaban, se escuchó un estruendo, una bala de cañón inmensa penetró en el depósito de pólvora de uno de los tres barcos insignias bizantinos, y estalló como un barril de pólvora, los de otros barcos miraban estupefactos, los venecianos tenían un cañón capaz de penetrar el grueso casco de madera y llegar hasta el depósito de pólvora, con un solo disparo. Esto cambiaba las reglas del juego.

 

Se escucho en treinta segundos otro estruendo igual y otro barco estalló en llamas

 

¡¡Replegaos!! si seguimos así nos mandará a pique a media flota antes de que consigamos tocar tierra, viren todos, a babor, rodeen la isla,

 

Los barcos bizantinos comenzaron a virar y a poner rumbo a toda vela hacia el otro extremo de la isla para escapar del tiro del cañón que tenía a todos estupefactos

 

-Ahora que nos encontramos fuera del alance de tiro de esa cosa salida del mismísimo Hades, ¿me pueden informar cuantos barcos hemos perdido? -Preguntó el capitán Theodoro

 

-Hemos perdido 12 barcos capitán.- Contestó el Contramaestre Julius

 

- ¿doce? ¿y cómo es que nadie me informó de esa cosa? ¿qué aquí todos son inútiles o qué?

 

-Nadie conocía la existencia de esta arma, es la primera vez que la vemos.

 

-Ahora tendremos que desembarcar en esta playa. establecer un puesto de avanzadilla para que podamos planear el ataque contra el puerto para mañana, 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.