Desde pequeña había soñado con el príncipe azul, ese que hacia y daba todo por ti. Y desde que conocí a Max en el instituto supe que era mi príncipe o eso creía. Después de pasar mi infancia con él supe que era el elegido hasta la primera vez que me levantó la mano y me dio una bofetada.
Escucho sus pasos desde el sofá y el sonido de las llaves abriendo la puerta. La miro esperándo verle llegar con una sonrisa en la cara. Esperando que esté de buen humor. Pero el olor alcohol y ver como se tambalea de un lado a otro no me da buena espina. Apago la televisión y me levanto para llegar hasta las escaleras y subir al cuarto de baño y encerrarme pero es mas rápido que yo y su agarre cae sobre mi brazo derecho haciéndome daño.
—¿Donde crees que vas? — pega mi cuerpo al suyo y arrugo la nariz cuando mis fosas nasales se inundan del olor alcohol.
Bajo la cabeza y cierro los ojos. El primer golpe llega inesperado dejándome casi en el suelo pero el me coge al vuelo. Su mano impacta en mi cabeza haciéndose un puño, tira de el y me arrastra hasta las escaleras. Intento apoyar los pies sobre el suelo para ayudarme a subir hasta llegar a la habitación. De un tirón me tira encima de la cama y otro golpe le sigue. Tapo mi cara con los brazos en forma de escudo, no entiendo porque me ha subido a la habitación, pero cuando empieza a desabrochar mi camiseta azul empiezo a entenderlo. Pego un tirón a su brazo para que deje de hacerlo y otro golpe cae sobre mi.
—Estáte quieta ¡Joder! — grita e intenta desabrocharme los pantalones.
Me remuevo debajo de él intentando quitármelo de encima pero no lo consigo. El dolor de mi rostro cada vez va haciéndose mas notable cuando propina varios golpes seguidos. Pone las dos manos alrededor de mi cuello y aprieta levemente pero aun así me falta el aire. Doy manotazos al aire intentando que se quite de encima de mi pero no lo consigo. De reojo veo el despertador y alargo la mano para cogerlo. Tengo que estirar mucho el brazo para hacerlo pero lo consigo y sin pensármelo dos veces al ver que no puedo respirar lo estampo contra su cabeza. Sus manos sueltan mi cuello de golpe y cae a un lado de la cama. Ni siquiera me paro a mirarlo. Me levanto de golpe, bajo las escaleras y cojo las llaves del coche. Abro rápido la puerta y lo pongo en marcha. Conduzco dando vueltas a la manzana hasta que decido ir a casa mi hermana Lana. Las lagrimas recorren mi cara mientras toco mi cuello con las llemas de mis dedos.
Aparco delante de su casa y aprieto el volante con rabia. ¡Joder! Miro la fachada y veo que las luces están apagadas. Abro la puerta mirando a mi alrededor por si algún caso Max me hubiera seguido. Llamo al timbre varias veces deseando que esté en casa pero nadie abre. Me abrazo a mi misma para entrar en calor. Hace mucho frío.
—¿Si? — alguien habla por el telefonillo.
—¿Esta Lana? Soy su hermana. — intento decir mientras mis dientes castañetean.
—Oh, ahora te abro — escucho las pisadas mientras baja las escaleras. Cuando abre la puerta aparece una chica morena y alta, me mira de arriba a abajo con sus ojos verdes y después mira fijamente los moretones de mi cara. — está en el club con su novio ¡Te puedo dar la dirección! ¿Te puede llevar si quieres? —
—No gracias.Me harías un favor solo con darme la dirección — le digo y sonrío levemente.
—El local se llama BoysAndBlacks, es un local de boxeo. Pregunta por su novio Blake. Esta en la calle Bulevar 1119. ¿Quieres una chaqueta? — pregunta y la miro detenidamente. Estoy tiritando de frío.
—Gracias — se quita la chaqueta que lleva y me la entrega. Es negra de lana y parece abrigar mucho. — Gracias, Lana te la devolverá — le vuelvo a decir y ella mueve la cabeza en negación. Giro sobre mis pies y vuelvo a subir al coche.
Meto la dirección en el GPS y arranco. ¿Que ara mi hermana en un club de boxeo? No he visto a su ultimo novio pero al parecer no es nada bueno. Tardo veinte minutos en llegar mientras vigilo el retrovisor por si veo a Max. Aparco en un descampado cerca y camino hasta allí. Hay un hombre en la puerta va completamente vestido de negro. Me acerco a él e intento mirar dentro del local pero la puerta está entreabierta y no consigo ver nada.
—¿Esta bien señorita? ¿Desea algo? — el tipo parece menos rudo al hablar.
—Hola busco a Blake, soy la hermana de su novia y necesito verla. — el hombre abre ligeramente su boca y de su bolsillo saca un walkie-talkie.
—Tom, aquí hay una chica que dice ser la hermana de Lana la novia de Blake, pregúntale si la dejo pasar — oigo la voz casi inaudible del walkie-talkie y no consigo distinguir lo que dice — Vale. Pasa señorita. Al fondo hay unas escaleras subes y encontraras a tu hermana.
Asiento con la cabeza y entro al local. Los murmullos se vuelven gritos cuando entro por la segunda puerta. Hay mucha gente alrededor de un ring. Has dos tipos encima que se están dando golpes y la gente les grita. Las mujeres ligeras de ropa se pasean alrededor. Visualizo las escaleras al final de todo el jaleo y corro hacia ellas apartando a la gente. Cuando puedo llegar a ella hay un tipo en la puerta que me mira fijamente antes de dejarme pasar. Subo las escaleras deprisa y abro la puerta. La sala es de color blanco y hay un cristal transparente que da a la sala donde está el ring. Busco a Lana que esta sentada al parecer encima de las piernas de su novio. Hay cuatro chicos mas sentados junto a ellos y todos me miran expectantes. Cuando Lana se da cuenta de mi presencia mira horrorizada mi cara.