Prometo Encontrarte

Capitulo 1: ¿Internado?

 Actualidad...

 —¡No pienso ir a ningún internado! - grité histérica - ¿por que no se ocupan de sus miserables vidas y me dejan en paz? - de acuerdo, creo que fue demasiado...

—Porque eres nuestra responsabilidad Sofia – suspiró mi padre.

Se veía realmente agotado, en realidad ambos se veían así pero no pienso compadecerme de mi madre, ella actuó realmente mal conmigo. En realidad siempre fui la oveja negra de la familia, Ana era su preferida, pero ella desapareció hace cinco años...mas bien ¡FUE SECUESTRADA HACE CINCO AÑOS!

Prometí que la encontraría ¡se lo juré! Pero no puedo hacerlo si mis padres piensan mandarme a un internado lejos de mi hogar, lejos de mis vecinos, lejos de Charlie... ¡CHARLIE! Tengo que avisarle, seguro el me ayudará...

—...y te prometemos que solo serán dos años, volverás para las vacaciones– continuaba hablando mi padre, yo no prestaba la menor aten...¡esperen!, ¿que?

—¿Que dijiste?¿dos años? Debe ser una broma – reí incrédula.

—Por supuesto que no lo es – chilló la mujer que decidió darme la vida; gracias a mi difunta abuela, que en paz descanse; – ya casi ni asistes a la escuela y te la pasas todos los día en casa de los Morgan para hacer dios sabe que cosa...

—¡Charlote!- la regaño mi padre. - estas hablando de nuestra hija, ten un poco de respeto...

—Respeto - rió sin ganas - es lo que no le tengo a esta niña, el respeto  tiene que ganárselo ella misma y pasar el rato con ocho muchachos mas grandes que ella todos los días no ayuda para nada...

—¡Charlie tiene mi edad! - me defendí. - y ya lo dije antes, ¡SOMOS AMIGOS!

—ja, amigos, claro – rodó los ojos. - mira Sofia, estuve de acuerdo con que te juntaras con ellos cuando tenías cinco años, es decir, su madre era tu niñera - explicó - lo entiendo, pero las cosas cambiaron, tienes quince años, dentro de dos meses cumplirás dieciséis, la gente te mira raro, tu reputación esta cambiando, no es conveniente que te sigas viendo con esos muchachos...

—¿Que estas insinuando? - pregunté incrédula.

Cuando pienso que esta mujer es cruél, ella me asombra con algo nuevo.

—Por favor, ya todos lo sabemos, no te hagas la santa – escupió con repulsión – eres una completa zo...

—¡Suficiente!- gritó mi padre completamente rojo.

—No puedo seguir escuchando a esta horrible mujer – dije antes de salir azotando la puerta con toda la furia que una adolescente con una madre loca puede tener.

No me detuve cuando escuché los gritos de ambos llamándome, necesitaba estar lejos, necesitaba ver a Charlie, ¡pero maldición! Charlie vivía en frente de mi casa, eso no es ir lejos.

Saqué mi celular en cuanto sonó Maroon 5 a todo volumen, no espere a que hablara, sabía que era él, solo tenía tres palabras para decir "EL LAGO MOREEN, AHORA"

Colgué y seguí caminando las ultimas nueve cuadras restantes, el lago no quedaba a mas de veinte cuadras de casa, no podía creer que ya había hecho doce cuadras, oh, esperen, ¡once cuadras! Si, lo se, no soy buena en matemáticas pero es normal en la gente...¿verdad? Como sea.

¡Beep beeeeeep!

Voltee ante la bocina de una camioneta gigante junto con varias cabezas afuera.

—¡Sube! - gritó Carlos frenando la camioneta de golpe y ganándose las miradas asesinas de sus hermanos, el solo los ignoro.

Saludé con la mano a todos los Morgan mientras escaneaba el auto con la mirada, al parecer Charlie no se encontraba con sus hermanos...

—¡Suéltenme! - escuché que gritaba.

—Bien, no es gracioso – me cruzé de brazos observando a cada hermano, todos con sus malditos ojos grises, estaban tan crecidos, odio admitirlo pero mi madre tenía razón, aunque se equivocaba respecto a sus pensamientos, los Morgan podían crecer todo lo que pudieran pero de mente seguían siendo esos inmaduros y traviesos niñitos que solían ser de pequeños, todos menos Carlos, el era el mayor, el hombre de la casa, por lo que sus hermanos siempre lo obedecieron, hasta el día de hoy lo siguen haciendo.

—¿El que no es gracioso Sofi? - pregunto Lucas con cara de inocente, a su lado Leo(su hermano gemelo) trataba de ocultar una sonrisa fingiendo bostezar.

—No estoy de humor chicos – suspiré – necesito hablar con Charlie AHORA – demandé.

Carlos observo mi cara unos segundos y en cuanto se dio cuenta de que hablaba enserio suspiró.

—Bien chicos, ya escucharon a la dama  - ordenó - saquen a Charlie dela cajuela, la broma terminó.

Enseguida Joaquin, Tobías y Will salieron de la camioneta y ayudaron a Charlie a salir de atrás mientras este respiraba con dificultad.

Sentí mi ceño fruncirse mientras miraba la escena, Carlos lo notó enseguida y comenzó con su excusa...

—Fue una apuesta, solo nos divertíamos...

—Esta vez fueron muy lejos con sus apuestas - sisee -  pudo haberlos parado la policía, Charlie pudo haberse asfixiado hasta morir si seguía encerrado por mas tiempo.

—Tienes razón, lo sentimos - murmuró avergonzado. 
Los demás asintieron mirando al suelo, como cuando eramos niños, podrían ser los chicos mas inmaduros del planeta tierra pero siempre sabrían disculparse cuando hacían algo malo y eran las personas mas educadas que pude conocer en mis quince años de vida, María,su madre, había hecho un gran trabajo, esa mujer valía oro, era como mi segunda madre, mucho mas madre que la verdadera...

Triste...lo sé.

—Solo no lo vuelvan a hacer – murmuré para después meterme en la camioneta con Charlie a mi lado.

—¿A donde van chicos? - preguntó Carlos mientras conducía.

—Al lago Moreen - contestó Charlie. - por cierto, te llamé para pedirte ayuda y solo me cortaste – me miro fingiendo estar enojado.

—No me había imaginado que estarías llamándome desde la cajuela del auto tratando de respirar, ¡no soy adivina! - conteste a la defensiva.

—Bien,solo era broma Sofia, relájate – contestó Charlie ahora también enojado. Lo sabía por su ceño fruncido y el "Sofia" , ya hasta parecía mi padre.



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En el texto hay: acción traición aventura, humor amistad drama

Editado: 31.07.2020

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