CHARLIE.
¿Adoptada? , Adoptada...¡ADOPTADA!
— Diablos - fue lo único que logré decir ya que Bruno y Sofia se acercaban con caras preocupadas.
—¿Que sucede? - preguntó Carlos de repente alerta.
— ¡Estamos en la televisión! -chilló Sofi - por dios, ¿ahora que haremos? debí haber imaginado que mis padres reportarían en todos los medios mi paradero...
— No hay tiempo para quejas - interrumpí - ¿esta todo listo? -pregunté. Ambos asintieron - Bien, entonces es hora de largarnos
En el camino Carlos nos contó brevemente acerca de nuestro escape, ya teníamos las identificaciones falsas y los pasaportes, nos ocultaríamos en la ciudad de México solo por unos días para planear un buen rescate y hablar sobre algunos cabos sueltos, como por ejemplo, "el hecho de que Sofia es adoptada" admito que la noticia me dejo mudo, pero no estaba sorprendido o algo por el estilo. Creo que en mi subconsciente lo sabía. Es decir, Sofia no tiene ningún rasgo familiar con su padre, y ni hablar de la loca de su madre...
— ¿Charlie? - giré de mi asiento para encontrarme a Bruno completamente dormido, reposando la cabeza en el hombro de Sofi, aquella imagen no me agradaba para nada...
—¡Charlie! - chilló Sofi - te estoy hablando, ¿que sucede? no has hablado nada desde que subimos al avión...
¡Joder!
— Eh, yo... - vamos idiota, ¡piensa! - solo estoy cansado... si - afirmé - eso, cansado, muuuy cansado - bostece tal vez algo exagerado - dormiré un momento, adiós - me di vuelta enseguida y trate de dormir pero me era demasiado imposible, todavía quedaban tres horas de viaje y la palabra "Adoptada" seguía rondando en mi mente, tal como mi hermano y sus secretos... y aquel extraño sentimiento hacia Sofi.
Aunque, tenía mis sospechas sobre aquello, solo que no lo admitiría en voz alta. Sofia estaba con otro, y ese otro era mi primo.
si, hoy no fue mi gran día.
Sofia
¿Que carajos le pasa? - le pregunté a mi cerebro al ver el exagerado bostezo de Charlie. El muy idiota era bueno mintiendo y evadiendo preguntas, pero ahora se lo veía realmente alterado. Su mente parecía ida.
Me tranquilizó pensar en la situación, era normal que su mente estuviera así, con todo lo que acabamos de pasar...dios, enserio quería que todo esto acabara, extrañaba tanto a mi hermana...
"Acabará pronto" - susurró una dulce voz en mi cabeza - "van por buen camino"
—¿A- Ana? - susurré volteando mi cabeza frenética. ¿Acaso era la voz de ella? - ¿Dónde estás? - pregunté cerrando los ojos con fuerza.
"No lo sé - dijo con tristeza tiñendo su voz - me siento abrumada "
—Te encontraré - dije todavía con los ojos cerrados - te lo prometo - sentía las lágrimas caer a mares por mis mejillas
"Sé que lo harás...solo apresúrate por favor - rogó - no hay mucho tiempo..."
—¿Que? - unas pequeñas sacudidas me hicieron abrir los ojos para encontrarme a Carlos mirándome con preocupación.
—Estabas llorando muy fuerte - dijo secando mis lágrimas - tranquila pequeña, la encontraremos.
La fuerza que transmitía con sus palabras se adentraron en mi como una hermosa caricia al alma. Caí rendida a sus brazos mientras murmuraba palabras tranquilizadoras en mi oído. Sentía que no era la única que deseaba tanto encontrarla, compartíamos nuestra angustia y el peso que tanto dolor me producía ahora era menor, pues Carlos se encargó de dividir la carga. Ambos amabamos a Anabeth y ambos haríamos hasta lo imposible por recuperarla.