- En serio, estoy que me aburro - bufó Bruno recostandose en un viejo sillón de cuero - ¿hace cuanto tiempo llevamos encerrados aquí? - frunció el ceño - ¿dos semanas?
- Relajate, solo ha pasado una semana - respondí acercandome a su lado - ¿quieres un masaje?
- Por favor - sonrió cerrando sus ojos. Mientras masajeaba la espalda de Bruno recordé aquellos momentos en los que Charlie solía venir agotado de sus clases de natación y yo como buena amiga siempre lo esperaba en su habitacion con helado y unos espectaculares masajes. Sonreí nostálgica ante aquel recuerdo, ¿En que momento pasamos de ser los mejores amigos a apenas cruzarnos dos palabras? Porque eso es exactamente lo que sucede ahora. Desde que nos fuimos de Los Angeles...mas bien, desde que subimos al maldito avion, lo cual por cierto fue muy exagerado de parte de Carlos ya que si hubieramos viajado en auto solo estabamos a dos horas...pero el muy imbecil nos hizo viajar en avión para dar mil vueltas y distraer a quien sea que estuviera espiandonos...bien, el punto es que desde que pisamos Tijuana Charlie ha estado evitandome y a pesar de que me enoja mucho su actitud no puedo evitar sentirme un poco triste al respecto. ¡Maldito imbecil! Ya me estan dando ganas de llorar...
- ¡Auch! - se quejó Bruno haciendome volver a la realidad.
- Lo siento - reí bajito - ¿Así te gusta? - pregunte masajeando suavemente.
- Mierda - gimió - lo haces muy bien, sigue así...
Charlie
- ¿Helado? - preguntó Carlos - ¿para que necesitaríamos el helado?
- Dame eso - dije quitandole el pote de helado de vainilla y chocolate - tambien es parte del plan...bien - resoplé molesto - de otro plan que tengo con Sofi - expliqué ante la mirada burlona de mi hermano.
Nos encontrabamos en el supermercado de Tijuana comprando aperitivos y de paso, algunos materiales que necesitariamos para mi estupido plan. Bruno se había ofrecido para acompañar a Carlos pero enseguida intercedí por él. La idea de quedarme a solas con Sofi me parecía bastante mala ya que podría desencadenarse de las siguientes maneras:
1- Yo besando a Sofi y ella llorando por no corresponder a mis sentimientos
2- Yo confesandole a Sofi que es adoptada y ella llorando por dicha noticia.
En ambos casos Sofi terminaría llorando y yo siendo el idiota mas grande de todos, así que por esos motivos decidí ignorarla lo mas que pueda, por lo menos hasta aclarar mis sentimientos...mas bien, controlar lis sentimientos hacia ella. Ahora que acababa de descubrirlos me costaba demasiado ocultarlos.
- Ya tenemos todo - me codeó Carlos - ¿en que piensas?
- Creo que es momento de contarle - suspire frustrado. Carlos me miró unos segundos y luego asintió, sabía de lo que hablaba.
-Tendras que estar para ella - murmuró pagando en efectivo a la cajera - ya sabes, no lo tomará bien.
Cargamos las bolsas en la cajuela del auto y nos adentramos en un silencio bastante tenso.
-Aún no me has dicho porque la quieren a ella - demandé - ¿que estas esperando?
-Debemos ir con calma - dijo encendiendo el auto - hay mucho por asimilar y nuestras mentes podrian jugarnos una mala pasada si recibimos todo de golpe.
Estaba de acuerdo con sus palabras, el estres podría jugarnos una mala pasada y eso sería lo último que nos faltara.
El recorrido a nuestro departamento esta vez fue en un silencio bastante cómodo...hasta que llegamos a la puerta y escuchamos aquello.
- ¿Así te gusta? - preguntó Sofi
Fruncí el ceño y lo miré a Carlos que destilaba ira en sus ojos.
-Mierda - se escuchó el jodido gemido de Bruno - Lo haces bien...mmm sigue así...
- ¡Hijo de puta! - gritó Carlos derribando la puerta de una tremenda patada que nos hizo sobresaltar a todos.
-¿Que carajos? - chilló Sofi horrorizada.
En cuanto la vimos detras de Bruno masajeando su espalda suspiramos de alivio.
-Yo...- Carlos comenzó a rascarse la nuca nervioso - este...¿que estaban haciendo chicos?
- Pues que crees - bufó Bruno haciendo un gran esfuerzo por levantar la puerta que se encontraba tirada en el suelo. - Sofia me daba unos buenos masajes - resopló por fin levantando la puerta - es una experta - sonrió tirandole un estupido beso.
-Eso es porque antes solía hacerme masajes a mi - repliqué molesto. - así que no te creas importante...¿que? - dije cuando los tres se me quedaron viendo confusos.
-Estas celoso - se burló Carlos.
¡Carajo! ¿En verdad soy tan obvio?
-Chicos, no es lo que creen...
-Claro que lo es - sonrió maliciosa Sofi - estas celoso...- tragué duro - porque piensas que Bruno ocupara tu lugar de mejor amigo - chilló lanzando una carcajada.
¡Maldita, estupida friendzone!
-Sí - reí histerico - ammm...¡traje helado! - dije levantando las bolsas.
- Genial - sofi se acercó enseguida robando las bolsas y plantandome un sonoro beso en la mejilla para luego ir a la cocina.
-¿Te acabas de sonrojar? - susurró Carlos a mi lado viendome con diversión.
-Es porque hace calor - mentí - eres un idiota - bufé cuando este estalló a carcajadas.
-Bien - suspiró Bruno sacudiendose las manos - la puerta esta arreglada.
- Bien hecho, primo - sonrió Carlos. - ahora que Sofi no está quiero decirte dos cositas - sonrió - la primera es que recuerdes que tienes veinte años y Sofi solo quince...
- ¿Y eso que tiene de malo? - replicó molesto.
- Eres un vejestorio para ella - gruñó - no quiero que...
- Lo siento primo - sonrió Bruno - pero tu no eres su padre y ella ya esta en edad de tomar sus propias decisiones.
- Aún es una niña - dijo acercandose peligrosamente a Bruno - no lo volveré a repetir...
- Hermano, suficiente - me acerqué a separarlos antes de que se golpearan. Cosa que nunca antes había ocurrido... o al menos nunca antes en familia.
- Estas loco - escupió Bruno chocando el hombro de Carlos antes de dirigirse a la cocina.