Parte 2

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Ya hacía tres meses desde que dejó ir al amor de su vida. No podía soportar estar lejos de él, le hacía mucha falta. Se encontraba en el mismo parque donde todo empezó y a la vez terminó. Si todo no hubiera terminado, ese día veinticinco de julio sería su aniversario número tres.

Sus lágrimas no dejaban de salir de las cuencas de sus ojos, abrazando con mucha fuerza la prenda masculina a su pecho, sentado bajo la copa de un hermoso árbol de cerezo.

Flash Back

Sus pies no dejaban de moverse uno delante de otro a gran velocidad, vio un parque y se adentró en ella. No quería que nadie lo viese llorar, así que fue a una parte del lugar donde la gente casi no frecuentaba. Sería un bonito paraje para estar con tu pareja, pero ese no era su caso. Encontró un bello árbol de cerezo, se sentó bajo de ella y dejó que sus lágrimas fluyeran con libertad.

Ver al moreno besar a una chica linda le destrozó el corazón. Sabía que no tenía oportunidad con su amigo, pero no sabía que iba a doler tanto caer en la cruda realidad. Escuchó unos pasos cerca pero no le dio importancia hasta que escuchó una voz muy conocida para él.

—Pequeño Lygal deja de llorar por favor. — Se inclinó hasta estar a la altura del mayor.

—¿Q-qué haces a-aquí? — preguntó hipeando.

—Vine por ti. —  Respondió mientras limpiaba las lágrimas del pálido.

—Deberías estar con ella y no aquí. — Apartó la mirada.

—Ella no me importa, si no tú. — El moreno con delicadeza giró el rostro del mayor para que lo mirase, sin lograrlo. — Mírame a los ojos, por favor pequeño Lygal. — Sin poder resistirse el otro acató el pedido. — Ella no me gusta, es linda pero no es Lygal. Al único que puedo ver de una manera diferente es solo a ti mi pequeño Lygal.

—N-no soy pequeño, a-además, soy mayor que tú. — masculló nervioso, con el corazón latiendo a mil por hora, sin saber que decir.

—Acabo de declararme y ¿Eso es lo primero que me dices? — se burla— Me gustas y por tu reacción sé que el sentimiento es mutuo.

—Engreído. — Lo golpeó sin hacerle realmente daño, en el pecho, con la cara sonrojada.

—Perdóname si te hice sufrir. No me di cuenta de mis sentimientos no hasta hace poco. Quería decírtelo cuando lo descubrí, pero tenía miedo al rechazo y que nuestra amistad se deteriorara si el sentimiento no era mutuo. — bajó la mirada avergonzado.

—No te avergüences. Yo también tenía miedo de lo mismo por eso callé. — Musitó con dulzura mientras alzaba el rostro del alto.

—Somos unos tontos. — Comentó riendo quedo.

—Sí. — Se contagió por la risa del otro.

—Pequeño Lygal, ¿Me harías el honor de ser mi novio?

El bajito sin poder controlar su alegría se arrojó al moreno haciendo que cayese al pasto.

—¡Sí, y mil veces Sí! — exclamó con euforia, y se dieron su tan anhelado beso.

Fin Flash Back

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—Amor espérame— masculló mientras intentaba caminar más rápido con sus tacones altos para alcanzar a su pareja, quien llevaba sus compras.

Él sin hacerle el más mínimo caso siguió caminando. Su seño estaba fruncida por el enojo, pero tenía que contenerse y soportarla. Ingresó en un local de comida rápida. La chica corrió hasta alcanzar al menor y agarrarlo del brazo.

—No pensaras que yo comeré aquí— dijo con desdén mirando con asco el lugar.

—No me importa donde comas. Yo tengo ganas de comer aquí. — Sentenció.

Soltándose como pudo puesto que llevaba las bolsas en ambas manos. Se acercó a la caja, hizo su pedido y pagó. Fue a sentarse a una mesa alejada del de los demás. Al fin pudo descansar al dejar las bolsas en una silla contigua a la suya.

La fémina exasperada no tuvo más opción que seguir a su novio. Esperando la caballerosidad de su pareja se situó a lado de una de las sillas sobrantes, pero al no ver tal acción del otro, enojada se sentó.