VIEJOS ENEMIGOS: RESCATE
En un giro inesperado del destino, un misterioso personaje descendió del cielo con la gracia de un ángel, interrumpiendo el macabro plan de Frank al destruir la estaca con un gesto decisivo. El polvo bailó en el aire, tejiendo un velo de misterio alrededor de esta escena tan cargada de emoción.
— "¿Quién es este salvador intrépido?". — Se murmuraba entre la congregación, incapaces de contener su asombro ante la llegada de este enigmático personaje que había impedido la tragedia inminente.
Frank, con su voz ronca y posesión imperiosa, reconoció al recién llegado con un deje de odio latente en sus palabras.
— "Esteban, bienvenido a mi arena de horrores. ¿Vienes a llevarte algo más después de haber perdido tu brazo en nuestra última batalla?" .
La respuesta de Esteban, en tono burlón pero seguro, resonó en la arena como un desafío envenenado.
— "No, estimado Frank, esta vez vengo por tu otro ojo. Me parece que te ves mejor de esa manera."
La tensión llenó el aire cuando ambos titanes se enfrentaron con miradas de desafío y voluntad indomable. Los murmullos de la multitud revelaban la historia detrás de Esteban: un guerrero legendario que había luchado contra Frank en una épica confrontación que había dejado cicatrices físicas y emocionales en ambos contendientes.
— Así que este tipo es aquel Esteban que se interpuso al ejército de hielo, ante la destrucción de el Refugio de la Gravedad.
— Si, en aquella batalla se enfrentó Frank contra Esteban, resultó en un empate pero aún los del Refugio de la gravedad fueron destruidos.
Murmuraban entre la multitud, narrando la historia de estos dos fuertes hombres.
La expectación creció a medida que las chispas de la batalla comenzaron a encenderse. Esteban envainó su espada con un aura de oscuridad y electricidad, desafiando abiertamente al poder de hielo de Frank.
La tierra tembló bajo el peso de su choque, abriendo una grieta que simbolizaba la brecha entre estos dos guerreros ancestrales.
— Corran o moriremos, no podemos quedarnos en medio de esta batalla. — Expresó un hombre espectador, alertando a la gente de que huyeran de la arena.
Frank, hábil mago de hielo, erigió una barrera imponente para protegerse de los embates de Esteban. Desde allí, lanzó hacia Esteban dos esferas heladas del tamaño de meteoritos, desafiando a Esteban con determinación. Sin embargo, Esteban, con su espada desenvainada y su destreza hábil, deshizo aquellas formidables esferas heladas con cortes magistrales, en un baile de fuerza y destreza.
— "Veamos si puedes resistir esto". —Proclamó Esteban desafiante, mientras ambos contendientes convergían en un duelo de proporciones épicas. Esteban empuñaba su espada imbuida en poder, listo para el enfrentamiento, mientras que Frank hacía lo propio con su puño envuelto en hielo, una manifestación de su poder gélido.
Cuando finalmente chocaron, Kasai irrumpió en la escena con una presencia imponente. Envuelto en llamas voraces, sus manos se interpusieron entre la espada de Esteban y el puño de Frank, en un acto desafiante que enardeció el aire a su alrededor.
— "Idiotas, piensan destruir todo a su paso". — Proclamó Kasai con autoridad, sus manos manchadas de sangre como testimonio de la magnitud del enfrentamiento.
Frank, con un gesto desafiante y la voz cargada de tensión, cuestionó a Esteban:
— "¿Por qué te entrometes, Esteban? ¿Qué propósito te mueve aquí?" .
La respuesta de Esteban resonó con determinación mientras defendía su causa:
—"He elegido formalmente a este chico, lo necesito. Así que no permitiré que lo mates".
— Con que es eso he, — Inquirió Frank — pensé que querías detenerme por llevarme a Kyomi.
— Esa pequeña no es de mi incumbencia, pertenece a tu familia, es tu problema. — Prosiguió Esteban.
— Por esta vez Esteban, pero si vuelvo a ver a ese chico lo mataré, y dile esto: que no se acerque nunca más a Kyomi.
— Tu no eres quien decide eso Frank, pero lo comunicaré de tu parte.
Frank se retiró con elegancia junto a los demás del Refugio de hielo, dejando a Esteban y Kasai con la sensación de un desafío aún no resuelto.
— "Nos veremos pronto, procuren no morir". Resonaron las palabras de Frank en el aire, marcando el final de ese capítulo de confrontación y enigma.
Y así, la escena se desvaneció en la lejanía, mientras Adael yacía desmayado, ajeno al pulso de las fuerzas que se movían a su alrededor.
Fin.
#1520 en Fantasía
#754 en Personajes sobrenaturales
#2091 en Otros
#371 en Acción
Editado: 15.11.2025