Propósito Celestial

Capítulo 14

INTERRUMPEN: “LA GRAN ORDEN”.

El clamor de la multitud resonaba en el coliseo, una sinfonía de voces entrecortadas por el shock y el miedo.

— "¡Lo mató, lo mató!". — Era el eco que se levantaba entre las gradas repletas de testigos atónitos.

El emperador Kasai emergió majestuoso en la arena, un brillo de determinación en sus ojos que contrastaba con el desconcierto generalizado. Cerca de él, un hombre desafiante sostenía a Kyomi con desdén en su hombro. La inesperada presencia de este individuo provocó murmullos de sorpresa y reconocimiento en la muchedumbre.

— "¿Quién es este intruso, y qué pretende al irrumpir en el torneo?". — Se cuestionaban en voz baja los espectadores, con gestos de incredulidad dibujados en sus rostros.

Con voz firme, Kasai se dirigió al desconocido:

— "¿Qué crees hacer, irrumpiendo aquí, Frank?"
La respuesta de Frank, impregnada de soberbia, resonó en la arena como un desafío al poder establecido:

— "Puedo actuar a mi antojo, querido Kasai". — Las palabras de Frank desencadenaron un murmullo de reconocimiento entre los presentes.

— ¿Frank Roosevelt, el número uno?. — La incredulidad se adueñaba del ambiente.

— ¿Quien es ese Frank que sostiene a Kyomi?. — Preguntó Suyen.

— Es el hombre más fuerte del mundo, o al menos el más fuerte de los registrados entre los refugios, no se ah explorado mucho dentro del “MURO” y aun desconocen sus potencias, pero entre los Refugios Frank es el número uno. — Contesto Tariq.

Mientras tanto, en el centro del coliseo, Frank presentaba su reclamo ante Kasai.

Con voz fuerte anuncio Frank: — He aquí, “LA GRAN ORDEN”. Otorgado el derecho a irrumpir en el torneo, y llevarme a Kyomi Roosevelt, hija del fallecido emperador Lois Roosevelt.

— Presentó LA GRAN ORDEN, como derecho, de acuerdo a la autoridad dada.

“LA GRAN ORDEN”

Suyen — ¿Que es, LA GRAN ORDEN?.

Tetsu — ¿Enserio?, ¿vives en un poso Suyen?.

— “LA GRAN ORDEN”, es una autoridad que se da, esta orden se intercambia cada un año a diferentes refugios, se decide por medio de la asamblea de los 44 refugios a quien dársela cada año y por lo general siempre la obtienen los refugios más fuertes.

— Esta orden tiene el poder de permitirle a un refugio o al que la posea la autoridad de hacer cualquier cosa y que sea permitida sin castigo, incluso el destruir un refugio por completo. — Complemento Tariq ante la pregunta de Suyen.

Suyen — Simplemente el que la tenga puede hacer lo que le plazca, que orden tan absurda.

— Si, es muy absurda. — Respondió Tariq.

Frank — Disculpen interrumpir el gran evento, no siendo más, partiré. — Comento Frank fuertemente a los espectadores del torneo.

— Espera. — Grito Adael. — No puedo dejar que te lleves a Kyomi.

​​
— Adael, no puedes obedecer a LA GRAN ORDEN. — Inquirió Tariq tratando de evitar que Adael incumpliera las reglas.

Adael — Lo siento, pero Kyomi me dijo que la protegiera de este hombre, y eso haré, aunque vaya en contra del mundo la protegeré.

La tensión crecía a medida que los eventos se desencadenaban. Adael, impulsado por un valor audaz, se interpuso entre Frank y Kyomi, decidido a protegerla a toda costa. Sus acciones resonaron en la arena con un coraje que desafió al mismísimo destino.

— "Qué chico tan valiente,". — Musitó Frank, su voz resonando con autoridad.

— "Te he estado observando, desde aquel día contra el demonio del hacha, incluso en el torneo.”, Pero mantente al margen hoy, o morirás.

Adael, sin amilanarse, lanzó un descomunal rayo hacia su adversario, cuya maestría de hielo logró desviar con elegancia y destreza. El crujir de la energía chocando contra el frío resonó en el silencio del campo de batalla, creando una atmósfera cargada de tensión.

Sacando una imponente espada larga, Adael se abalanzó sobre Frank, quien detuvo el acero con una facilidad casi insultante: — "Eres fuerte, amigo, pero estamos en rangos diferentes,". — Comentó Frank, su voz impregnada de seguridad.

Con un gesto hábil, Frank tomó a Adael por el brazo y lo arrojó con fuerza contra el suelo, fracturando una parte de su brazo en el proceso. Las chispas de la contienda iluminaban el rostro severo de Tetsu, quien sin demora se unió al conflicto, lanzando golpes certeros que se veían frustrados por la capa de hielo protectora que rodeaba a Frank.

La danza de la batalla alcanzó su cúspide cuando Tariq intervino con una flecha de viento, impidiendo el avance agresivo de Frank. Con rapidez y astucia, el grupo de guerreros de Tierra Fuerte rodeó a Frank, decididos a proteger a Kyomi y poner fin a su amenaza.

Pero la determinación en los ojos de Frank no flaqueó. Ante la oposición, su poder se manifestó con una gravedad abrumadora, desafiando a sus oponentes.

La “gravedad” alrededor de Frank aumentó fuertemente.

Frank — ¿Aun queda uno con vida?

Leo — Aun quedo yo, del Refugio de gravedad, tu erradicaste nuestro refugio, y mataste a mi padre, usando esta tonta Gran Orden.

Frank — Ustedes planeaban el mal, por eso los erradique.

Leo — Mentira, tu tergiversaste la verdad, para culpar a nuestro refugio, tu solo temías de nuestro poder, cobarde.

— ¿Cobarde, yo? — Dijo Frank con gran ira.

Frank destruyó con su poder la onda de gravedad, cargando velozmente contra Leo, encestándole un puño en el estómago, dejándolo fuera de combate en segundos.

La ira se apoderó de Frank, desatando un enfrentamiento épico que culminó con la derrota rápida y contundente de sus contrincantes. Uno a uno, cayeron ante su poderoso dominio, dejando un rastro de destrucción y silencio en su estela.

Nan se encontraba inmovilizada por el miedo que la embargaba. Hiroto, en un gesto inesperado, se mantenía firme, sin un ápice de agresión en su postura. Era Frank, con su mirada implacable y su voz fría como el acero quien se dirigía a la indefensa joven con palabras que helaban la sangre.




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