FORTALECERME EN TRES AÑOS
En el amanecer del día siguiente, Adael y Esteban se hallaban en la playa, donde las olas danzaban y el sol acariciaba sus semblantes con su brillo dorado.
Con una voz serena, Esteban tomó la palabra: — "Hoy marca el comienzo de tu entrenamiento, Adael". — Musitó con solemnidad.
— "Estoy preparado". — Replicó Adael con determinación. Sin embargo, una duda surgió en su mente. — "Ayer mencionaste que mi poder procede de mi Padre, un ángel. ¿Pero de dónde emana el poder de los demás?".
Esteban reflexionó un instante antes de ofrecer una respuesta. — "Es una pregunta de hondo calado". — Comenzó. Con gesto grave, relató antiguos relatos: Voy a contarte lo que se: Se dice que hace mucho tiempo nació un hombre llamado Jesús, el cual dicen que es el hijo de Dios. Este hombre compartió sobre el reino en los cielos y sobre como llevar una buena vida aquí en la tierra. Su evangelio se extendió por todo el mundo, pero muchos lo trataron de blasfemo y falso. Uno de sus compañeros lo entregó y lo crucificaron. Se dice que aquel hombre murió para redimirnos y perdónanos.
Pronunció; Juan 14:16-17
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. — Este hombre prometió que dejaría un espíritu en nosotros; así que después de su muerte vino ese espíritu, y todos fueron llenos de él, así vinieron los superpoderes, “Dones”, a nosotros, se dice que el Espíritu de Dios que esta dentro nuestro es quien no da estos poderes. Ese espíritu también entra a nosotros al nacer, y lo poderes de nuestros padres se reflejan en nosotros. O por lo menos esto es lo poco que eh podido entender de las escrituras, y de lo que se a comentado de generación en generación.
— ¡Así que también conoces las escrituras! — Inquirió Adael.
— ¿Qué, tu también?, ¿tienes el libro?. — Pregunto Esteban con mucha ansiedad.
— No, mi madre me contaba algunas historias, y tenía una pequeña parte de el libro, estaba quemada la mitad, y solo se podían leer algunas hojas, he conocido poco de ese Dios. Mi madre me enseñó a orarle, aunque pocas veces lo escucho. Uno de mis propósitos es conseguir ese libro, o reunir las partes faltantes.
— Respondió Adael.
— Todos, queremos el libro, cualquiera mataría por tenerlo, se dice que es el libro de los secretos y narra aún el futuro, todos quieren obtenerlo. Yo también deseo conocer más de ese Dios. — Inquirió Esteban.
— ¿Porque no se consigue este libro?. — Pregunto Adael.
ESTEBAN — Se dice que era un libro muy común hace unos ochenta años. Este libro narra desde los orígenes de la tierra, incluso de porque aquel hombre murió por nosotros. Pero en la gran catástrofe, casi todo fue destruido, y los demonios se encargaron de extinguir el libro para que nosotros no conozcamos la verdad del mundo y de nuestro creador. Por eso anhelamos buscar la verdad de este mundo.
Adael — También es lo que quiero Esteban. Conocer la verdad de este mundo y el propósito por el cual nací. Por eso necesito ser fuerte, para conseguir ese libro y erradicar el mal que nos rodea.
— Juntos y Dios con nosotros podremos luchar. — Inquirió Esteban.
Ante los misterios revelados, latía fuertemente el corazón de Adael, deseando saciar todas sus dudas, preguntando: — "¿Por qué poseo el poder de mi Padre y no el de mi Madre?". — Inquirió con esa curiosidad ardiente que lo caracterizaba.
Esteban, el guardián de los secretos familiares, tomó un momento para reflexionar antes de responder. Con voz pausada y cargada de significado, explicó el concepto del gen dominante y cómo la fuerza que perdura en el tiempo es la que se transmite de generación en generación.
— El poder más fuerte es el que permanece, se le llama gen dominante, el poder dominante es el que se trasfiere. Por eso el poder de nuestro Padre es el que está en nosotros. Si el poder de tu Madre fuera más fuerte ese fuese el que tendrías. — Respondió Esteban.
— "El poder que emana de nuestro Padre es el que nos ha sido conferido, querido hermano.
Las chispas de la curiosidad seguían encendidas en los ojos de Adael, quien no pudo contener la siguiente pregunta: — "¿Es posible poseer ambos dones, hermano?", ¿Puedo también tener el Don de mi Madre?.
— Humanamente es complicado, el cuerpo no resistiría, aunque conozco a alguien que posee dos Dones. Pero tal vez puedas ya que nuestro cuerpo es mitad ángel, eso nos da una ventaja, y es más probable que puedas soportar otro Don, conozco a tu Madre y su Don es algo del otro mundo. “Aun con vida no hay nadie más que quede con su Don”. — Respondió Esteban. — Ya se como guiar tu entrenamiento; Prepárate, voy ah hacerte fuerte, para que soportes el peso del Don de tu Madre.
Comienza el entrenamiento:
— Como haz utilizado hasta ahora el poder del rayo Adael. — Pregunto Esteban.
— ¿Como?, pues, lo utilizo para ir más rápido, supervelocidad, también puedo dar descargas eléctricas sobre los demás, o utilizo la acumulación de los rayos que están en la nubes, aunque es dificultoso. — Respondió Adael.
— Esta bien, el poder del rayo te brinda todas esas ventajas, en el torneo pude ver que tu poder se agota con rapidez y no utilizas todo su potencial. Mira esto te enseñaré. — Inquirió Esteban.
Esteban alzó sus manos y atrajo muchas nubes cerca de ellos, formando una gran tormenta de rayos, muchos rayos caían y hacían grandes agujeros sobre la tierra, y el mar se revoloteaba por los rayos, oscureció el lugar a causa de las nubes que cubrían el resplandor del sol.
— ¿Ves lo que se puede hacer?, tu cuerpo en si es el rayo puro, tienes que asociarte más con el rayo. No tiene que ser dificultoso el usar los rayos de el entorno. — Inquirió Esteban.
— ¿Qué más puedo hacer con el rayo?. — Pregunto Adael.
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Editado: 21.12.2025