Propuesta laboral |jungkook

CAPITULO 1

Me pregunto si Jiho sigue siendo el mismo hombre que conocí hace diez años...

—Señorita Soomin, su esposo desea verla en su oficina.

Solté un largo suspiro antes de ponerme de pie. Otra vez lo mismo. Cada rato quiere que vaya a su oficina. Aunque... quizá esta sea mi oportunidad de cerrar definitivamente el capítulo y firmar los papeles de una vez. Qué ingenua he sido, pero voy a aprovechar mientras él está distraído.

Ya nada de lo que hace me sorprende. Mi decisión está tomada desde hace meses.

Extendí la carpeta frente a él, mostrando las hojas.

—Por favor, firme aquí abajo —le indiqué.

Sacó su pluma y comenzó a firmar. Por fin, pensé, esto está a punto de terminar.

—¿Vas a regresar a casa? —pregunté, casi sin pensarlo.

Solo quería saber si se quedaría esta noche.

—No —respondió con frialdad—. Puedes irte.

Cerré los papeles y me di la vuelta. Al fin había firmado el divorcio.

Nos casamos hace tres años, aunque nos conocíamos desde la infancia. Siempre me agradó su forma de ser: dulce, amable, fiel. Mis padres estaban emocionados desde el principio; soñaban con que, al llegar a la mayoría de edad, él y yo nos uniríamos en matrimonio. Era el único amigo que tuve y el único que ellos aprobaron sin reservas.

Sin embargo, cada vez que escuchaba sus palabras, me invadía la duda. ¿Cómo era posible que a mis dieciocho años ya estuviera casada? ¿Acaso debía pasar toda mi vida a su lado? Aun así, lo que sentía por él fue creciendo poco a poco, como una flor que se abre al sol. Me enamoré de Jiho, y durante un tiempo creí que ese amor sería eterno.

Ahora que tenemos veintiún años, la realidad me golpea con crudeza: descubrí que me había engañado con otra mujer. Desde entonces, ya no es el mismo de antes. Su dulzura se transformó en indiferencia, su fidelidad en mentira. Ahora pasa las noches bebiendo y fumando, ocultando a su amante con un cuidado que creyó infalible. Pero yo lo supe desde el primer día.

En más de una ocasión pensé en terminar con él, pero su madre me rogó que no lo hiciera. Está tan aferrada a mí que no soporta la idea de que me divorcie de su hijo.

Jiho, el gran presidente de la industria del k-pop, dueño de agencias como SM, YG, HYBE y muchas más. Solo se enfocaba en su trabajo y me dejaba a un lado. Jamás voy a permitir que me trate así, ya estaba cansada de él.

Asi que voy va ser otra noche estando yo sola, solo veia una y otra vez el mismo recorrido que hacia el chófer para llegar a casa. Sinceramente esta vida no me gusta, pero sé que pronto seré muy feliz.

El chofer me llevó de regreso a la residencia Hidalgo. Cada vez que entro ahí siento que no es mi hogar. Dormir junto a él me resulta insoportable, por eso siempre pido una cama individual. Es momento de buscar un departamento solo para mí. Me desagrada demasiado fingir que todo está bien.

Mis pensamientos se interrumpieron cuando sonó mi celular.

—¡Soomin! —gritó una voz emocionada.

—¡Anny! —respondí con alegría.

—Oye, ¿ya firmaste esos papeles?

—Sí —dije con firmeza—. Ni siquiera los leyó, solo los firmó.

—Qué bien, ahora por fin vas a estar tranquila.

—Lo sé... ¿Sabes? Necesito buscar un nuevo departamento, y quiero hacerlo cuanto antes.

—¡Ay, no te preocupes! Yo me encargo, ¿está bien?

—Confío en ti —sonreí.

—Verás, hay una zona muy cómoda donde nadie te molestará. Dicen que ahí viven varios idols. Créeme, será mucho mejor para ti.

—No me importa, solo quiero un lugar. ¿Está bien?

—Claro que sí, cuenta conmigo. ¡Adiós!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.