Dudas.

Víktor salió al patio delantero de la casa para hacer unas llamadas, la primera fue a Lilia para saber un poco de como estaba la situación en el cuartel que habían formado en Japón lejos del edificio principal, la mujer le comento que el nuevo equipo ya estaba trabajando en búsqueda de los pertenecientes al dragón rojo, al final de la llamada busco en sus contacto el numero de una persona que al contestarle lo hizo de muy mal humor.

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- ¿Qué quieres anciano?- pregunto la voz al otro lado.

- Quiero que me mandes unos archivos a mi correo personal y que no le digas a nadie, porque son pertenecientes a la organización.- dijo el peliplata.

- No se que planeas pero dame el nombre de quien es...- dijo el chico al otro lado.

- Quiero los archivos personales de Georgi, Sara y Mickey, quiero también sus registros bancarios, llamadas y todos sus movimientos personales en los últimos dos años.- Víktor vio hacia dentro y ahí estaba Yuuri jugando con Phichit.

- Víktor, ellos son grandes figuras de seguridad y están bajo la lupa como todos nosotros.- escucho el reproche con atención.

- Yurio, ponte a pensar por un momento en esta situación ¿Cuánto tiempo necesitarías para escribir una carta? por las manos que pasa esa carta solo es por una, de la casa al edificio.- comento el peliplata.

- Bueno, tienes un buen punto en eso, solo hay tres personas que han podido tener acceso a ellas, dame dos horas para buscar toda la información.- dijo Yurio pensando.

- Gracias por eso y te pido que no le digas nada de esto a nadie, ni siquiera al oso.- pidió el peliplata.

- Descuida, sabia que esa enorme frente brillaba por tus ideotas...- se tiro una carcajada y colgó.

- Maldita gata rabiosa.- gruño el mayor viendo su móvil.

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Se quedo un rato afuera y dio un suspiro largo dándole vuelta su idea una y otra vez, al entrar vio a sus dos amigos que ya habían terminado de preparar el almuerzo, sonrió de lado pensando en que esta vez Mila hubiese hecho un buen trabajo con la comida.

- Nos vas a decir que paso.- dijo Mila al verlo.

- Espero estar equivocado y que mis ideas solo sean una paranoia infundada por todas las cosas que pasan.- respondió el mayor.

- ¿Piensas que es alguno de ellos tres?- pregunto Chris.

- Si, el dinero puede comprarlo todo y quizás los toco a uno de ellos, espero estar equivocado de verdad o si no Hiroko esta con el enemigo en la casa.- dijo el peliplata.

- Si quieres puedo investigar...- se ofreció Mila.

- No, quiero que tu te encargues de investigar a Minako y a los padres del enano que esta con Yuuri y todos los compañeros de escuela que tiene.- Víktor se la puso mas difícil a Mila pero sabia que ella podía con eso.

- No le digas así, es una monada.- dijo Chris sonriendo inocente.

El moreno entro antes que Víktor pudiera reclamar, quería unos vasos con mas jugo sin embargo el peliplata solo se los dio con agua ya que estaban por comer, el moreno lo vio de pies a cabeza y desvió su vista viendo a Chris el cual sonreía y le dio un guiño de ojo haciendo que se sonrojara, el menor salió y al hacerlo vio a Yuuri.

- ¡A mi me gustan mayores... de los que llaman señores!- canto sentándose junto a Yuuri quien se le quedo viendo raro.

- ¿Qué te pasa?- pregunto antes de tomar el vaso.

- Nada solo creo que me acabo de topar con un ángel de ojos verdes en tu cocina.-Yuuri rodó sus ojos mientras negaba con la cabeza.

- Eso no es un ángel, es un demonio que se hace pasar por santo.- dijo Yuuri haciendo reír a Phichit.

- Pues que buen demonio...- se mordió el labio.

Yuuri soltó una carcajada, su amigo era un atrevido y no tenia miedo de demostrar sus sentimientos, esa actitud tan relajada le provocaba un poco de envidia, el deseaba ser así muchas veces, no tener miedo de decir lo que sentía y dejar de ponerse tan nervioso cuando hablaba con Víktor. Durante el almuerzo Phichit le comenzó a sacar platica al rubio quien la siguió con mucha naturalidad, esta vez Mila ya preparaba mejor la sopa, lo que nadie sabia era que Yuuri le había enseñado algunos trucos, al terminar Phichit se quedo en la sala muy interesado en el rubio y Yuuri salió a contemplar las plantas del jardín de atrás.

- ¿Qué haces?- pregunto Víktor al verlo agachado frente a unas flores.

- Estaba... q-quitan... quitando un bicho...- le mostró la oruga y el mayor arrugo la nariz con un poco de asco.

No le gustaban los insectos y ver aquella oruga en las manos del pelinegro le dio algo de repele, le tomo la muñeca y se la alejo para hacerlo que la tirara al suelo, lo jalo un poco para que se levantara y Yuuri lo hizo de forma muy dócil.

- No me gustan esos bichos...- sonrió mientras pasaba sus brazos alrededor de la cintura del pelinegro.

- Son lindas...- puso sus dos manos sobre el ancho pecho.

- Son mas lindos tus ojos y tu sonrisa que esas cosas arrugadas.- lo vio directo a los ojos.

- A mi me gusta mas los tuyos.- formo la oración sin tartamudear.

Víktor estaba muy feliz de escucharlo hablar mas fluido, solo pasaba cuando estaba con el ya que no le gustaba hablar con Mila pues era muy distraída y con Chris menos ya que lo molestaba demasiado.

- Espero que estés estudiando, la otra semana tienes los exámenes mensuales y debes presentarte en el instituto.- dijo el peliplata soltándolo.

Ambos fueron a la terraza para sentarse en unas sillas mecedoras, el menor sonrió mientras se balanceaba un poco.

- Tengo problemas con un tema de matemáticas.- se quedo viendo al techo.

- ¿Por que no me pediste ayuda?- pregunto Víktor viéndolo con atención.

Los labios de Yuuri eran gruesos y tenían un tono rosa natural, en esos momentos los andaba un poco resecos ya que olvidaba siempre ponerse el bálsamo que le había regalado Viktor, su nariz bien formada y las mejillas redondas, había bajado de peso y tenia los músculos mas definidos con toda las rutinas de ejercicio que le había puesto a hacer por un mes entero.