Ha pasado dos semanas después de todo lo de Erick, se ha mantenido muy constante llamándome y preguntando si ya comí, que hago? ¿O qué haré?; mi madre regreso con Julio y no pude evitar sentirme incómoda junto a él.
— Te hubieran encantado todos los animales - mi madre esta más que emocionada desde que llego no ha dejado de hablar de todos los lugares que visitaron.
— Y pudiste estrenar tu regalo? - pregunto bastante avergonzada.
— Por supuesto que si y te lo agradezco mucho.
No echamos a reír hasta que Julio se acercó a la cocina.
— Ya está el almuerzo? - le seguí con la mirada hasta que le dio un beso en la frente a mi madre.
— Ya casi.
— Tengo algo que decirles - interrumpo la escena de los esposos, Julio se sienta al otro lado de la cocina mientras yo sigo a mi madre con la mirada.
— ¿Qué es? - pregunta Julio mirándome detenidamente.
— Me aceptaron en la universidad Steven.
Mi madre se queda paralizada por unos minutos mientras que Julio no hace ninguna expresión.
— Cielo estoy tan orgullosa de ti - se acerca para abrazarme.
— Gracias mama.
-— Felicidades - Julio parece estar forzando una sonrisa - Clara me llevas la comida a la habitación?
— Claro que si cielo.
Julio se retira mientras mi madre termina de prepararle el almuerzo, está más raro de lo normal y ¿si se dio cuenta de que le falta un regalo? ¿No es eso, ¿por qué como se daría cuenta si seguro no sabía que estaba ahí? ¿Y si su amante le dijo para que lo buscara?
— ¿Cuándo empiezan las clases? - mi madre interrumpe mis pensamientos.
— El lunes, Erick y Michelle también fueron aceptados.
— Que bien y que estudiaran ellos?
— Erick ingeniería y Michelle derecho.
— Como sus padres.
— Si.
— Bueno cielo, llevaré esto arriba de acuerdo?
— Claro - mi madre se marcha y yo subo a mi cuarto, todo el tiempo que ha pasado no he podido dejar de pensar en el hombre que me encontré en la tienda no sé que tenga, pero es que sus ojos me llevaron como a una dimensión diferente, me dejaron embobada deseosa de volver a verlo.
— ¿Están listo? - Michelle escribe por el grupo que tenemos en común.
— Yo si, y tu Maya? - pregunta Erick.
— Claro que si.
— Michelle tu madre te ha dejado el Ferrari?
— Si Erick pasare por ustedes el lunes.
— Mi madre puede llevarme Michelle - indico.
— Claro que no, el primer día allegaremos todos juntos como siempre.
— Así es - apoya Erick.
Es la mejor amistad que pueda llegar a pedir jamás, aunque el asunto con Erick es otra cosa que también me perturba un poco, no sé que hacer o que decirle, Michelle me indica constantemente que le ponga un alto, sin embargo, no sé cómo hacerlo o como decírselo.
Un estruendo me saca de mis pensamientos salgo y veo a mi madre arrodillada en la puerta de su habitación y Julio parado al lado de ella, se le ha caído todo al suelo.
— Que paso mama? - pregunto acercándome.
— No es nada cielo solo se me cayeron las cosas - sus manos están nerviosas.
—Te ayudo ven - le quito la bandeja y empiezo a recoger los vidrios.
— Ya recojo lo otro yo, gracias cielo - miro a Julio de reojo el cual se ve enojado, porque está enojado si solo fue un accidente? Llevo las cosas a la cocina y voto los vidrios en la basura escucho a mi madre hablando con Julio.
— ¿Por qué hiciste eso?
—Te dije que la comida caliente me molesta y nunca le haces caso a nada.
— Baja la voz la niña puede escucharte.
— Clara no es una niña, ya deja de llamarla así y por una vez en la vida has una cosa bien y prepara algo decente.
¿Como se atreve a hablar así? ¿Y como mi madre lo permite? Mi madre entra a la cocina fingiendo una sonrisa.
— ¿Que fue lo que paso mama? - pregunto ya sabiendo la respuesta.
— Me tropecé al parecer.
— Bien, subiré al cuarto si necesitas mi ayuda solamente llama.
Me retiro y cuando estoy en la puerta de mi cuarto Julio sale del de él me mira como si quisiera matarme, como si yo hubiera tenido la culpa de que no allá comido aún, entro rápidamente y cierro la puerta, puedo respirar estando dentro.
Por fin es lunes mi primer día de universidad, me levanto y me dirijo al baño inmediatamente termino de ducharme y me alisto pantalón jeans el mejor que tengo y la blusa crema esta blusa me recuerda a aquel ángel que conocí, salgo de mis pensamientos tomo mis pertenencias y bajo las escaleras. Cuando bajo Julio están sentado en la mesa de la cocina junto a mi madre, tomo asiento al otro lado.
— Buenos días - digo.
— Buenos días, cielo, es tu primer día ¿cómo estás?
— Bien - suspiro.
— Puedo llevarte si quieres, así no tienes que andar en bus - Me dice Julio mi madre me sonríe.
— No se preocupe mis amigos pasaran por mí - digo con todo el respeto que puedo.
— Cielo Julio desea llevarte.
— Pero mis amigos vienen por mí - repito nuevamente no creo poder estar en el mismo auto con este sujeto.
— Ya esta Clara si no quiere esta bien.
Durante todo el desayuno me mantuve en silencio, mama solo se disponía a comer mientras que Julio no soltaba el móvil, ¿será que está hablando con su amante? El sonido de la bocina de un auto me hace levantarme rápidamente.
— A dios mama.
— A dios cielo, feliz primer día y cuidado con los chicos - escucho que grita; Erick está parado junto al auto como todo un caballero, su camisa blanca y pantalón jeans hacen casi juego con mi vestimenta, me abre la puerta de la parte delantera.
— Buenos días, princesa.
— Buenos días, Erick, nervioso? - le pregunto montándome.
— Buenos días, perra - saluda Michelle pasándose más brillo labial del que ya tiene, lleva una falta bastante corta y una blusa de encajes más unos tacos que la verdad no sé cómo puede tocar el freno con eso.