Han pasado 2 semanas después de la salida con Mike y el inconveniente con Erick; se lo conté todo a Michelle y ella esta de acuerdo en que tengo que mudarme, pero no quiero dejar a mi madre sola, Michelle está tan enfadada con Erick por lo que intento hacer y aunque él me ha pedido disculpas y lo he perdonado ella no y tengo tanto miedo de que nuestra amistad termine. Por otro lado, Mike ha estado tan distante conmigo, siempre termina la clase y sale de primero, ya no me mira como antes y su pelo ya no está perfectamente peinado, su barba un poco descuidada y sus camisas ya no lucen tan impecables como antes, y sus ojos, Dios sus ojos ahora lo adornan unas ojeras, luce cansado y siempre trata de hablar lo menos posible conmigo quisiera saber que hice o que dije para que este así.
— Maya - grita Michelle detrás de mí.
— Llegas tarde - la regaño.
— El tráfico esta horrible y tengo que decirte algo - la conozco esa cara de felicidad me lo dice todo - Conocí un chico anoche en una discoteca.
— Michelle estuviste con, ¿el verdad?
— Obvio.
— Te cuidaste? - le pregunto mientras caminamos dentro de la universidad.
— Claro que si, ¿por quien me tomas?
— Solo pregunto.
— Si mi madre pregunta me quede contigo.
— Hasta la muerte - le digo levantando la mano derecha, me despido de Michelle y me dirijo al salón en el fondo tengo miedo de enfrentar la actitud de Mike no porque le tenga miedo sino porque no sé que hice para que este de esta manera.
— Podemos ir hoy si quieres - lo escucho hablar es él, podría conocer ese tono de voz donde sea, me acerco un poco más hasta que lo veo al final del pasillo, es la maestra de matemáticas esta contra la pared encerrada entre los brazos de Mike aunque él no la toca solo faltan unos pocos centímetros para que se besen, ella pone sus manos sobre su pecho y la ira en mi cuerpo crece ¿por qué me siento así? No me debe de importar lo que pase con él ¿o si? Claro que no Maya no me debe de importar, Mike no se da cuenta de mi presencia por lo que prefiero irme no puedo ver esta escena. Llego al salón tomo asiento en mi silla como de costumbre mientras los demás se disponen a besarse con las chicas de atrás y otros simplemente charlan entre ellos o chatean, yo me dispongo a escribir.
Saco el cuaderno y recuerdo cuando Mike no tuvo la decencia ni siquiera de entregármelo en mis manos, sino que al día siguiente después de encontrarme llorando en la calle lo dejo sobre la mesa del salón, al sacar el cuaderno una hoja cae de él, una hoja que estoy segura yo no puse ahí, la tomo en mis manos y compruebo que no son mis letras: Espero que no sea muy tarde para decirte esto, pero no puedo dejar de mirarte, atraes toda mi atención Maya no puedo ser yo mismo cuando estoy cerca de ti, y sé que podría perder mucho con esto, pero creo que perdería más si no te tengo, espero tu respuesta.
Todo empieza a tener sentido no encontré la nota quizás él pensó que no me interesaba, pero entonces porque simplemente no me dijo o porque se puso así de indiferente, levanto la mira y lo veo entrar acomodándose la corbata guardo la nota inmediatamente.
— Buenos días, jóvenes.
— Buenos días - repiten todos al mismo tiempo, Mike se sienta en el escritorio.
— Pueden irse no tenemos nada para hoy.
Sin pensarlo dos veces los chicos salen corriendo del salón mientras yo me quedo sentada observándolo.
— Usted también señorita Ford - me mira después de no hacerlo por días, quizás deba de tomar el consejo de Michelle y dejar las cosas como están, quizás es una señal de que si esto llega a más podríamos tener problemas, pero es que no quiero, no puedo dejarlo así como si nada; me pongo de pie y me acerco a él.
— ¿Porque actúas así? - pregunto mientras él sigue mirándome.
— Estoy actuando de la misma forma que tú - escupe y siento toda su ira.
— No estoy actuando de ninguna forma, tú me dejaste de hablar sin razón.
— Maya, no te hagas la estúpida - sus palabras duelen y mucho - sabes todo y aun así preferiste no hacer nada, sabes que alejate de mí, será lo mejor .
Me marcho sin decir nada mas, de igual forma ya el lo habia dicho todo. Espere a Michelle por casi tres horas en el parqueo hasta que apareció con una sonrisa de par en par.
— ¿Cómo te fue? - pregunta subiéndonos al auto.
— Nada bien - una lágrima se me escapa lo que menos quería.
— ¿Qué paso? Cuéntame.
— Lo vi con la maestra de matemáticas y luego en el salón me grito que me alejara de él - empiezo a llorar sin parar.
— Cielo nadie merece tus lágrimas, ese estúpido no sabe de lo que se pierde.
— Tienes razón, es mejor dejar las cosas así.
Al entrar en la casa Julio estaba sentado en el sillón de la sala no se giró para verme y agradezco que no lo haga, ya que no tengo el deseo de hablar con nadie y mucho menos con él, paso a la cocina por un vaso con agua, pero las ganas se me van al ver a mi madre tirada en el piso llorando.
— Mama - grito acercándome a ella - ¿qué te paso?
— Julio se molestó.
— Mama debemos hacer algo - le suplico.
— No, ve a tu cuarto debo de preparar la cena.
— Esto no se quedara así - estaba decidida no dejaré que este asqueroso hombre golpe a mi madre.
— Maya ¿qué harás?
— Llamaré a la policía mama.
— No lo hagas por favor, yo lo amo.
— Mama, esto no es amor - intento ayudarla a ponerse de pie una vez conseguido puedo ver los moretones en sus brazos y piernas.
— ¿Eso te lo hizo él, verdad? - pregunto aun sabiendo la respuesta.
— No lo hagas Maya hablaré con el.
— Me iré a mi cuarto.
Al subir me centro en la manera de poder salir de esta pesadilla mi edad no me lo permite, pero dentro de 3 meses seré mayor de edad y podre trabajar y no tendremos que depender de este horrible ser humano. Sin darme cuenta me quedo dormida y puedo sentir como mi cuerpo libera las cargas, pero como último destello logro ver los ojos de Mike observándome como siempre lo hace.