La mañana llega rápido y gracias a Dios no tengo que ir a la universidad hoy, pero de igual forma debo llamar al hospital para saber como sigue mi madre, después de una larga espera en la línea me indican que se le estaría dando el acta dentro de dos días, Mike y yo saldremos hoy lo que me llena de emoción, busco la mejor ropa que tengo y bajo las escaleras para esperarlo. Pasan las horas y no llega me dispongo a llamarlo, pero sale el móvil apagado perfecto me dejaron plantada, son las 9:45 y Mike no llega así que no me queda de otra que irme a la cama.
La mañana llega mucho más rápido de lo normal me pongo en pie y me alisto para irme a la universidad, Michelle pasa por mí y durante todo el camino nos mantuvimos en silencio, por momentos pensaba en la plantada que me dio Mike y me daba tanta rabia, pero entendí que primero debía escuchar su excusa, al llegar a la universidad cada quien tomo su camino.
Mike estaba sentado sobre el escritorio como de costumbre, tome asiento mientras algunas miradas se posaban en mí, no quería verlo quería que él entendiera que estaba molesta, pero sabía que en el fondo lo iba a dejar explicarme; una vez terminada la clase todos salieron menos yo como de costumbre.
— Te estuve esperando - dije poniéndome de pie, Mike camino al escritorio tomo sus cosas y bajo la cabeza - ¿qué paso? - dije acercándome un poco más a el.
— Tuve que resolver unos asuntos - es todo lo que dijo.
— Entiendo - sentía que mi dignidad estaba cayendo en picada.
— ¿Podemos hoy? ¿A las 7?
— Claro, me llamas si cancelas por favor - eso fue todo lo que dije y salí lo más rápido que pude para no decir cosas que quizás llegaré a lamentar.
Durante las demás clases me mantuve al pendiente del móvil, no quería ilusionarme de nuevo así que si me cancelaba iba a estar preparada, llegando la noche me aliste y espere justo en el mismo lugar, por unos minutos pensé que lo había vuelto hacer, pero su auto apareció y mi corazón dio un salto y me subí enseguida.
— Hola - saludo, no era él, estaba serio y ¿enojado?
- Hola - saludé tímidamente Mike se mantuvo conduciendo por casi media hora hasta que llegamos al mismo lugar donde me había traído por primera vez, las luces del coche dieron a una clase de pícnic que había sobre el césped, lo mire extrañada.
— Vamos - dijo bajando del auto, le hice caso y en cuanto las luces se apagaron no se podía ver nada.
— ¿Mike? - llame un poco nerviosa por la oscuridad.
— Estoy aquí - su voz se escuchaba un poco lejos, de pronto todo el cielo fue iluminado por muchos bombillos pequeños, era como ver las estrellas más cerca, camine maravillada hasta el centro donde estaba el mantel, Mike se paró junto a mí sentándose primero le seguí y saco una botella de vino de una pequeña canasta a su lado.
— ¿A qué se debe esto? - pregunto sosteniendo ambas copas.
— Solo quería disculparme por dejarte plantada ayer.
— No es nada.
— Si lo es - Mike toma su copa y llena la mía puso el resto de la botella en la canasta nuevamente - ¿Brindamos? - chocamos las copas y tomamos al mismo tiempo, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios y supe que era momento de hablar con él, decirle toda la verdad, ya que mi infierno se había acabado no había razón para ocultarle nada.
— Necesito hablar sobre algo - digo llenándome de valor.
— Yo igual - eso cambia las cosas, ¿y si ya no quiere continuar?
— Tu primero - digo, en verdad prefiero que él me cuente su parte primero.
— En el pasado las mentiras dañaron mi vida y mi familia, en el presente he aprendido de eso - no sabía a qué punto quería llegar, pero me quede esperando a que terminara - cuando tenía 15 conocí a una chica que creí sería el amor de mi vida, a los 20 estaba listo para proponerle matrimonio, durante toda nuestra relación las mentiras por parte de ella formaron un papel muy importante - por momento Mike bajaba la cabeza como si se avergonzara de algo - había recién cumplido los 20, mi carrera como maestro había concluido y tenía un buen sueldo con ayuda de mi padre, un día llegue a la casa que compartíamos con flores y globos en manos, además de una gran parte de mi familia y su familia, entramos sin hacer ruido era una sorpresa, pero la sorpresa nos la llevamos nosotros cuando la encontré en nuestra cama con otro tipo - no podía creer que Mike había pasado por todo eso, dio un trago del vino y yo coloque mi mano sobre la de él - terminamos esa misma semana, pensé que lo iba a poder superar, pero al mes me entere de que estaba embarazada y toda mi familia dudo, por mi parte quería tener la responsabilidad; de ser mío yo sería el padre más feliz, pero su amante le dio una golpiza provocándole la muerte, le hicimos una prueba de ADN y era mío - mi corazón se estrujó al momento, nunca pensé que el podía pasar por todo aquello.
— Mike lo siento mucho en verdad - tomé sus manos y las sostuve justo como él hacía con las mías.
— Durante un año me convertí en nada, tomaba todo el día, perdí mi empleo, mi madre casi muere por mi culpa, intente suicidarme sentía que toda mi vida se había acabado y que esa mujer se había llevado toda mi felicidad, hasta que se me ocurrió ir a la tienda y te vi - podía sentir el calor en mi cuerpo, Mike me beso y todo a mi alrededor desapareció era magnífico aquel momento aquel lugar nuestro lugar.
Nuestro beso se volvió más rápido y desesperado sin darnos cuenta Mike estaba sobre mí, podía sentir todo su cuerpo sobre el mío, pero sin hacerme daño, todo a mi alrededor desapareció y solo existía él, estaba lista para entregarme a el yo quería entregarme solo a él.
— Maya - dice entre besos.
— Quiero esto - no sé por qué presentía que su pregunta era si estaba segura, pero si lo estaba y quería hacerlo; de momento Mike se quitó la camisa y por fin pude ver su trabajado cuerpo era perfecto para mí, pase mis manos por su espalda y toda su piel era más suave de lo que me esperaba, no dejamos de besarnos Mike me ayudo con la blusa y los jeans, sentí una gran vergüenza al verme solamente en ropa interior mientras a él parecía serle de lo más normal y es obvio yo nunca había estado con alguien y necesitaba hacérselo saber.