Protégeme

Engaño

Escucho el sonido de la puerta abrirse, abro los ojos y veo a mi madre parada junto a la cama.

- El almuerzo cariño, ¿te espero?

- Claro ya bajo - me pongo en pie y verificó el móvil una llamada perdida de Mike le devuelvo enseguida.

- Maya.

- Mike vi una llamada perdida.

- Si quería saber si te gustaría salir a comer.

- Mi madre preparo el almuerzo.

- Entiendo ¿cenamos entonces?

- Claro que si.

- Te veo luego princesa - cuelga el móvil y las mariposas en mi estómago se hicieron presentes, bajo las escaleras y mi madre ya esta sentada en la mesa sirviéndose la comida.

- Perdona por no ayudarte es que me quede dormida - me disculpo mientras tomo asiento.

- Descuida yo entiendo, llame a la oficina, me dieron el puesto nuevamente.

- ¿De verdad mama? - grito mientras sostengo sus manos.

- Si.

Durante todo el almuerzo nos comimos todo en la mesa, no me había dado cuenta del hambre que tenía, una vez terminamos lavamos los platos juntas y nos sentamos frente al televisor; ahora estábamos disfrutando de todo lo de antes, por fin mi madre era la misma, por fin podíamos estar bien sin discusiones y al fin de cuentas todo lo del pasado quedo en el pasado; claro que Julio sigue con la demanda pendiente y la policía puso una orden de arresto, pero eso ya no nos importa en este momento, por mi parte solo quiero disfrutar del momento con mi madre.

- ¿Qué paso Mike? - digo mientras me siento en el borde de la cama.

- Maya entiende no podre salir hoy - habla como si estuviera molesto.

- De acuerdo entonces, mañana hablamos - cuelgo el móvil sin esperar respuesta ya era suficiente de la manera en que me hablo como para seguir perdiendo mi dignidad, durante el día le había contado todo a Michelle después de una larga sección de preguntas incómodas dio gritos de alegría diciendo que por fin su amiga ya no era una virgen, me dio tanta vergüenza escuchar eso.

Todo en la casa está en silencio, y eso me da una cierta paz interior.

Al despertarme me alisto lo más rápido posible, preparo todas las cosas de la universidad y salgo corriendo a la cocina para comer algo.

- Buenos días, cielo - mi madre esta parada junto al refrigerador con un pantalón de vestir y una camisa blanca justo como antes.

- Buenos días.

- El desayuno esta sobre la mesa - me siento inmediatamente y como.

- Ya debo irme - mi madre me da un beso en la frente toma su bolso y sale, antes de irme marco a Mike para saber como amaneció, pero el móvil no suena, quizás lo tiene apagado.

Michelle pasa por mí y durante todo el camino nos debatimos entre que hacer para mi cumpleaños, por mi parte con una pequeña reunión sería más que suficiente, pero Michelle quiere algo más grande. Al llegar a la universidad prácticamente corro al salón para así poder tener una explicación clara sobre el comportamiento de Mike, pero al llegar encuentro algo totalmente diferente, la puerta esa cerrada con seguro me debato entre sí tocar o no, pero de igual forma si está con alguien más ahí ¿por qué está con las puertas cerradas? Se supone que no puede estar con nadie más. Me decido por tocar y después de casi 2 minutos Mike abre la puerta, sus ojos están rojos y sus manos nerviosas.

- Maya - dice mientras yo permanezco parada como una tonta.

- ¿Mike? - detrás del él una voz femenina, el corazón se me estruja como nunca y siento tantas ganas de huir, pero debo enfrentar esto, ¿qué está pasado aquí? Me quedo esperando que hable, pero solo permanece en silencio mientras la mujer se acerca, su rostro es hermoso, su pelo rojo como el fuego le dan una cierta belleza a sus ojos cafés, lleva un vestido marrón muy pegado al cuerpo y unos enormes tacos que yo en mi vida había visto, su pelo está despeinado, no sé si quedarme esperando una respuesta o simplemente tomar mi vergüenza y mi dignidad y marcharme.

- ¿Quién es ella Mike? - pregunta la mujer con una voz de superioridad, mi mirada viaja de Mike a la mujer frente a mí mientras él solo se dispone a mirarme.

- Es una alumna - dice con la mirada fija, quisiera arrancarle la cabeza, solo soy una alumna para él después de todo lo que paso.

- Bien ¿entonces podemos seguir en lo que estábamos? - la mujer se acerca a Mike y toca su cabello es todo ya no permitiré que siga jugando a esto además de que el dolor en mi pecho es tal que no quiero que se me salga una lágrima frente a el.

- Disculpen - es todo lo que puedo decir y me marcho, o más bien corro fuera del pasillo, él me mintió, nunca me hablo de que tenía una novia o esposa quizás; jugo conmigo y cuando por fin consiguió lo que quería me dejo, las lágrimas empiezan a salir y corro al baño me encierro en uno de los sitios, siento como si mi pecho se aprieta así mismo, siento un nudo en la garganta y mi cabeza no deja de pensar en todo esto no lo puedo creer.

Después de un rato salgo por fin, me miro al espejo mis ojos están muy rojos, me lavo la cara y me la seco tratando de respirar profundo para tranquilizarme y salgo. No volveré al salón sé que la clase ya debió de empezar, pero no iré hoy no quiero verlo no quiero estar cerca de él.

Tomo asiento en la cafetería mientras leo el libro llamado Bestia me encanta la manera en que se desenvuelven los protagonistas y el amor que se transmite con cada línea, pero algo roba mi atención, levanto la vista y la mujer pelirroja está en el estacionamiento, se sube a un auto blanco bastante lujoso y se marcha, no puedo creer esto, como se atreve Mike a engañarme así, caí como una estúpida.

Luego de un buen rato me encamino a mi próxima clase. Todo el día ha transcurrido tranquilo y de vez en cuando una lágrima se me escapa pero logro ocultarla.

- ¿Puedes dejar a Erick primero? - le digo a Michelle al subirnos al auto.

- Claro.

- Chicas - grita Erick - ya sé que haremos.



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En el texto hay: madre, amor, maestro

Editado: 09.12.2021

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