Protegida Por El Alfa

CAPÍTULO 48

MIA

Mi nombre no fue elegido al azar.

Según las leyendas, el nombre de cada rey o reina tiene un significado que se conecta a su propósito y destino en este mundo. Revisando el árbol genealógico de los Buchamp, me doy cuenta que todos los nombres de mis antecesores tenían un significado importante, confirmando las leyendas.

El nombre de mi abuelo, el último rey de Escocia, Kendrick Buchamp, significaba Gobernante Real. Fue el último en gobernar legítimamente por derecho a sucesión y aunque su reino acabó de la peor manera, las cosas que hizo le otorgaron el honor de que su nombre permanezca en nuestra historia.

El de mi padre significaba nobleza y fortaleza. Hay que tener bastante fuerza, valentía y liderazgo como para iniciar una revolución desde cero con el único propósito de liberar a tu gente de la esclavitud sin buscar nada más que la justicia y reclamar lo que nos pertenecía.

En cuanto al mío...

La Elegida...

No es necesario tener otra charla con mi padre para tener una idea de porqué la elección de mi nombre. Indirectamente ya me lo dijo en su momento y creo comprender cuál es el destino que me depara. Pero... ¿estaré a la altura?

—¡Oh, Sandra! Este pastel de nuez es delicioso. ¿No piensas lo mismo, Acacia?

Mi tía asiente dejando el cubierto en el plato con gracia y delicadeza.

—Concuerdo contigo, Adelaide. Va a ser difícil elegir solo tres sabores.

En la última hora que hemos estado aquí, ambas mujeres no han hecho nada más que elogiar a Sandra y Santiango, pareja y dueños de una de las pastelerías más reconocidas del pueblo, por las degustaciones que han preparado y de las que tendremos que elegir para el buffet y pastel que habrá en mi cumpleaños. Yo también lo habría hecho de no estar tan distraída.

Estas situaciones no son nada nuevo para mí. Desde que cumplí doce años, Ashton solía llevarme con su grupo electo de organizadores para sus eventos de la empresa. Era importante para él que supiera elegir qué aperitivos ser encargados de preparar y qué estilo de decoración debía haber para que luego pudiera presumir frente a la prensa y sus socios la falsa imagen de padre e hija unidos. Eso le abría puertas a formar o fortalecer alianzas con otros, ya que la sola idea de un padre viudo que se esfuerza por educar y sacar adelante y aun así darle amor y ser cercano a su pequeña hija era perfecto para que los hombres lo admiraran o las esposas de sus potenciales socios se conmovieran e influyeran a unirse.

Creo que eso es una de las pocas cosas que puedo agradecerle al bastardo. Gracias a él tengo un gusto exquisito que no solo pueda satisfacerme a mí, sino también al resto de invitados que nunca puedan olvidar las grandes veladas que realizaba.

«Esta velada no la organizaste tú». Me recuerda mi subconsciente.

Eso es verdad, y me siento terrible de no haber aportado nada cuando me propuse yo misma que iba a contribuir.

Tenía que aparecer Elena a soltarme esa idea que ahora se había instalado en mi cabeza.

—¿Ya tienes un favorito? —pregunta Ethan de repente mientras come el pastel red velvet. No lo vi acercarse.

Dejo de comer el pastel de limón para ver los dos platos vacíos con la etiqueta de cada uno.

—Ninguno ha podido superar el bizcocho de té Earl Grey relleno de chocolate. —hago una mueca cuando el sabor del pastel regresa a mi paladar y deseo más.

Si tan solo pudiera tener un pastel pequeño por cada uno... podría terminármelo sola.

—Yo prefiero el de bizcocho bañado en vino. Estaba mejor. —comenta lamiendo la cuchara.

—Lo dices solo porque lo prepararon con los vinos que fabrican con las uvas que cosechas.

Me mira haciendo una exagerada mirada de ofensa.

—¿Crees que solo por eso me gusta? —alzo una ceja sonriendo divertida. Suelta un bufido y asiente. —De acuerdo, me atrapaste.

Suelto una risita, tomo un sorbo de mi vaso de agua paseándome por el piso en el que nos encontramos.

Las paredes beige hacen un gran contraste con los muebles que varían su color entre café y ocre, que logran que el ambiente se sienta acogedor. Los marcos de las ventanas, mesas y sillas son de madera y su tallado me recuerdan al estilo europeo colonial. Algunos de los objetos que se encuentran repartidos en el lugar deduzco que son herencia de varias generaciones por las fotografías enmarcadas en las paredes que hacen una línea de tiempo. Me detengo en la foto donde una versión joven y de recién casados de Sandra y Santiago sonríen a la cámara.

—Un día más para el gran día —musita Ethan posicionándose a mi lado.

Suspiro asintiendo.

—Así es.

—¿Emocionada? —pregunta.

—Nerviosa. —respondo mirando las puntas de mis botines negros. —Cedric me habló esta mañana sobre la transformación y que podría durar horas.

—En realidad, depende de cada persona. La transformación tarda teniendo en cuenta la fuerza, poder y el acceso que le permitas al lobo de ser liberado. —informa. —Si dejas que todo fluya no será mucho tiempo.

—¿Cuánto tiempo duró el tuyo?

—Dos horas.

Asiento llevándome el vaso a mi boca hasta terminar el resto de agua que quedaba.

Ahora que estamos cerca de ese momento tan importante para mi parte licántropo, soy consciente del gran cambio que va a tener mi cuerpo y se me eriza la piel. Serán horas de intensos dolores en las cuales mis huesos se romperán y se modificarán al esqueleto de un lobo. Fue una mala idea buscar en internet la imagen del esqueleto de aquel animal al que estoy destinada a convertirme.

—Hey, mírame. —las manos cálidas de mi compañero rodean mi cintura, me jala con suavidad hasta su pecho. Elevo la vista hacia sus ojos que me transmiten esa seguridad y confianza que tanto me calma y necesito. —Yo estaré ahí, ¿si? No pasarás por eso sola. Lo haremos juntos, como un equipo.

—Un equipo. —repito cerca de sus labios. —Tú y yo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.