Protocolo némesis

Arrepentimiento

 ‒Soy un incompetente, esta es mi primera misión, no, es el único requisito para ser aceptado en el gremio‒ Mientras hablaba conmigo mismo, el diablo se giró hacia mi marcándome como su objetivo‒ Que impotente y débil me siento‒ El monstruo se preparaba para atacar y un mensaje en mi cabeza me sacó de mi negación. ‒Alerta, alerta, muerte inminente‒ Rápidamente levanté la vista. Ese ser me lanzó una cuchilla de oscuridad, parecida a la de los diablillos, pero esta medía mínimo dos metros.

  Por instinto, salto hacia la izquierda donde había un par de cadáveres. No tengo tiempo para pensar, ni siquiera tengo oportunidad contra esa bestia. No, ya fui un cobarde por mucho tiempo.

  Hace unos años en mi escuela secundaria, había un grupo de chicos que siempre me molestaban. Un día me había hecho amigo de un cachorro callejero que se robó mi corazón. No podía tenerlo en casa, pero le llevaba comida todos los días y pasábamos tiempo juntos. Hasta que esos bastardos me persiguieron. Dos de ellos me sujetaban mientras que otro me golpeaba. El que estaba al frente de ellos se acercó al indefenso animal y comenzó a patearlo hasta que dejó de moverse.

      Esa vez no pude proteger a ese perro, pero ahora es diferente. Tengo el poder de proteger a esa aldea, tengo que hacerlo, aunque muera en el intento. Con determinación agarro la espada y salgo corriendo de mi escondite. ¿El plan? Aprovechar la apariencia lenta del diablo y el tamaño de la cueva para buscar un punto ciego.
     Segundos después de comenzar la carrera, este comenzó a lanzarme cuchillas de oscuridad. Logro esquivar todas en el transcurso de mi corrida y como lo sospeché, le cuesta girar completamente su cuerpo. Aproveché estos segundos de apertura para acercarme lo más rápido que puede y poner en práctica una de mis habilidades. Apenas lo toqué, este comenzó a brillar con un tono rojizo soltando un chillido de dolor.
      Funcionaba, en la esquina superior derecha, mi HP aumentaba mientras que mi maná decaía lentamente. Pero por estar distraído observando mi vida aumentar, este aumentó su velocidad y con su enorme brazo me estampa contra la pared de la cueva. Al chocar contra esta, escupo una cantidad preocupante de sangre. Observé mi HP y este estaba por debajo de los 600, definitivamente un ataque más como ese me mataría. 
    Con dificultad me puse de pie y comencé a lanzarle cuchillas de oscuridad desde mi espada. Esquivó la mitad, pero cinco lograron darle, levantando polvo. De la nube de polvo, tres picos rojos volaron hacia mí. Las evité, pero una cuarta apareció sin darme tiempo a reaccionar, atravesándome el hombro derecho.
   ‒ ¿Qué son estas cosas? ‒ Cuando el polvo se disipó obtuve la respuesta. Estaba usando su propia sangre para atacarme. Con la espada comencé a golpear la sangre sólida para liberarme ya que otro pico se dirigía hacia mí. Afortunadamente pude romperla esquivando su ataque. Mierda, mi HP está por debajo de los 300. El diablo detuvo sus ataques, pero esto no había terminado.
  Un escalofrío recorrió mi espina dorsal, y como si este me advirtiera del peligro, el monstruo comenzó a reunir energía. Todo el ambiente temblaba y alrededor de este, pequeñas partículas negras se formaban en sus manos. Quedándome sin opciones, decidí correr hacia él para atravesarle el corazón, pero a medio camino su ataque ya estaba listo. 
   Un gran rayo oscuro se dirigió a toda velocidad hacia mí. Al tocar el devorador de almas, sentí como mis manos comenzaron a arder, pero podía avanzar. Mi vida bajaba a gran velocidad, y antes de llegar a 15 logré alcanzar al diablo. Al atravesar su alma, este explota enviándome a volar haciendo que pierda la conciencia.

Minutos antes
  El niño que fue salvado por el chico corre despavorido en línea recta por el bosque pidiendo ayuda.              Casualmente, uno de los aldeanos estaba por la zona con su antorcha buscando, al ver al hombre este le reconoció al instante. ‒ ¡Papá, papi! ‒ El pequeño gritaba como si su vida dependiera de ello. ‒ ¡Alex! ¡Hey por aquí, encontré a mi hijo! ‒ Luego de este grito un total de 6 hombres se reunieron. ‒ Papi, ese chico que me ayudó, está peleando contra un monstruo‒ El hombre se paralizó tras las palabras dichas por su hijo. ‒ Todos, regresemos al pueblo y busquemos a todos los que sean capaces de luchar y usen magia curativa. Alex, tú nos guiarás‒ Todos asintieron y se pusieron en marcha.
  En pocos minutos reunieron a un total de 10 hombres capaces y la curandera del pueblo la cual era una anciana. Rápidamente, Alex les mostró el camino hacia la cueva. Al llegar a la entrada, un olor desagradable salía del lugar, se temían lo peor. La anciana y el niño se quedaron en la retaguardia, los que podían usar magia ofensiva en el centro y los que combatían cuerpo a cuerpo se quedaron al frente. Al llegar al final de la cueva, todos se quedaron petrificados. Había cadáveres de monstruos por toda la cueva, el lugar estaba destrozado y había una criatura gigante quemada en el suelo.
  Pero lo que tocó el corazón de todos, fue ver los cuerpos de las personas desaparecidas. Muchos rompieron en llanto ya que eran familiares o conocidos, mientras que Alex y su padre buscaban al chico. Luego de un rato buscando, encontraron una pila de rocas que estaban aplastando algo. Entre todos ayudaron y al terminar se sorprendieron al encontrar al chico muy mal herido, con quemaduras en sus manos y sangrando. La anciana rápidamente se acercó y aplicó magia curativa en él. ‒ Esto no será suficiente, además de estar herido, también esta maldito y le queda poco‒.
   Uno de los hombres se acercó a la anciana y propuso algo. ‒ Tengo un amigo en el gremio de la capital, tal vez si le explico la situación podrían ayudarnos—. Entre dos hombres cargaron al chico y lo llevaron a la aldea.
A la mañana siguiente en el gremio
 ‒ ¡Master! ¡Master!‒ Grita un chico mientras toca la puerta de la oficina del líder del gremio! ‒Adelante‒ Este le invita a pasar, al entrar ve a su líder en su escritorio haciendo un par de gestiones‒ ¿Por qué estás tan agitado? ‒ Le pregunta el hombre al chico. ‒ ¿Master, recuerda la misión de las desapariciones en el pueblo Noem? ‒ Este asiente confundido, aún no entiende que pasa‒ Un amigo me contactó y me dijo que un chico había matado al responsable, pero que fue maldecido y le queda poco tiempo de vida‒. El hombre al escuchar esto se sobresaltó y se levantó rápidamente. ‒Que busquen a la sanadora de clase A, rápido‒ El joven corrió hacia las recepcionistas y les transmitió la orden. Casualmente, la chica estaba descansando en una posada cerca del gremio.
Con Kurou
   Vaya, todo está oscuro de nuevo y vuelvo a sentir esa sensación, supongo que volví a morir. ‒Es un gusto conocer a mi nuevo maestro‒. La voz de una chica resonaba por todo el lugar. Miré en cada una de las direcciones y solo podía observar el basto vacío devorado por la oscuridad. ‒ ¿Quién eres? Muéstrate‒ Ordené severamente debido a los nervios que me provocaba la situación. ‒ Vaya, que maestro más malo. ¿Cómo puedes hablarle así a tu mayor aliada? ‒.Estaba confundido— ¿Aliada? No sé de qué está hablando‒. O estoy muerto o sinceramente me he vuelto loco— Ya se acabó mi tiempo, volveremos hablar amo‒ Intenté gritarle, pero desperté abruptamente en un lugar lleno de personas.
  ‒Chico ¿Cómo te sientes? Pensamos que no volverías‒ A mi lado se encontraba el líder del gremio y una chica con orejas y cola de perro. ‒ ¿Eres una semihumana? ‒ Me asombré muchísimo y la observé con un gran brillo en los ojos. ‒S-sí, soy Kiara, te estuve ayudando todo este tiempo‒ Ademas de ser hermosa, tiene un bello nombre…espera ¿Qué? ‒ ¿A qué te refieres con ´´todo este tiempo´´?‒ La chica me observó y comenzó a explicarme
  Según su explicación, luego de que los aldeanos me encontraran, me trajeron al pueblo y me aplicaron primeros auxilios. Haciendo tiempo para llamar al gremio y pedir ayuda ya que estaba maldecido por ese demonio. En total fueron 7 días los que pasó esta chica curándome. ‒No sé cómo agradecerles todo esto‒ En realidad no estaba feliz en lo absoluto. ‒Chico no te sientas mal, cumpliste la misión. Gracias a ti ya no habrán más desapariciones y el pueblo pudo enterrar a todos sus seres queridos, claramente esto fue una victoria‒Sus palabras fueron muy conmovedoras, pero no podía animarme. ‒Necesito coger un poco de aire‒ Me levanté con un poco de dificultad ya que estar una semana acostado es terrible.
  Afuera, todo el pueblo estaba reunido, y en primera fila se encontraban los padres de la muchacha que no pude proteger. Al mirarlos, mis ojos se humedecieron y comencé a llorar. ‒ Lo siento, pido mil disculpas, hice todo lo que pude, de verdad lo siento‒ La pareja sonriendo, pero a la vez con lágrimas brotando de sus ojos se acercaron a mí. ‒ Sabemos que te esforzaste al máximo, aunque perdimos a nuestra hija, derrotaste el mal que nos asechaba y gracias a ti, todas esas buenas personas que fueron asesinadas podrán descansar en paz‒ No pude aguantarlo más y rompí en llanto con un gran dolor en el pecho.
   Esa tarde, un carruaje llegó de la capital para buscar a Kiara y Leon, el maestro de gremio. Me uní a ellos y juntos abandonamos el pueblo. ‒Oficialmente eres un aventurero de Clase E, enhorabuena, en el gremio te espera tu recompensa‒ Estaba feliz por ser al fin un aventurero, pero la mayor parte de mi felicidad fue por algo más.
Estado
Nombre: Kurou Ishiro
Raza: Humano
HP:2500⁄2500
MP:2950⁄2950
Fuerza:147
Agilidad:131
Defensa:94
Suerte:13
Inteligencia:17
Habilidades:
Pecado capital: Gula (Única)
Apreciación (lv6)
Tajo oscuro (lv2)
Drenaje (lv1)
Manejo de la espada (pasiva lv6)
Aceleración (lv1)
Manipulación sangrienta (lv1)




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