Capitulo 40

Cuando abrió los ojos todo estaba oscuro, solo entraba un poco de luz a traves de las cortinas de una enorme ventana que estaba a su izquierda, recorrió con su mirada toda la habitación y con la poca luz pudo ver que era una habitación grande, no la reconoció, nunca había estado en lugar así antes. No podía recordar lo que había pasado ni donde estaba, intento levantarse de la cama, pero no pudo hacerlo, no tuvo las fuerzas para mover su cuerpo, lo sentía entumecido.

- ¿Qué paso? -  se preguntó tratando de recordar -Recuerdo que estábamos en la casa de campo-   comenzó a repasar lo último que había hecho   -Habíamos salido a caminar y después…-  se esforzó por recordar, pero no pudo   - ¿Qué paso después? -

Su mente había quedado en blanco, por más que se esforzara no podía recordar. Unos minutos pasaron y volvió a intentar por lo menos sentarse, ahora se sentía con un poco más de fuerza así que apoyo sus brazos sobre la cama, e intento empujarse hacia arriba para poder quedar recostada contra la cabecera, pero cuando iba a hacer fuerza sintió una punzada en la parte derecha de su abdomen que hizo que de detuviera de inmediato, se quitó las cobijas y levanto la camisa para poder verse, pero se sorprendió al ver que estaba vendada, pero no solo su abdomen sino también parte de su brazo derecho y su mano izquierda.

- ¿Qué me paso? - 

No solo estaba confundida sino también asustada. Continúo revisando su cuerpo y su pierna derecha estaba enyesada, desde su muslo hasta casi el tobillo, su otra pierna estaba vendada, luego toco su cabeza, también tenía vendas, paso sus manos sobre su rostro y sentía que también tenía unas cuantas vendas y en su frente le habían tomado puntos. Ya no estaba asustada, ahora estaba aterrada, no sabía dónde estaba, ni que le había pasado y ahora que lo pensaba, no sabía dónde estaban Ciel y Elliot. Ya no podía quedarse ahí, se tenía que levantar, con cuidado giro su cuerpo para poder apoyar sus piernas en el piso, aunque el dolor en su abdomen casi no la deja mover, con cuidado apoyo los pies en el piso, y sosteniéndose de la mesa de noche intento ponerse de pie, pero de nuevo la punzada en su abdomen la hizo perder la fuerza, aunque sus piernas tampoco tuvieron la fuerza para sostenerla, lo que hizo que perdiera el equilibrio y cayera al piso. El golpe le hizo doler aún más la herida que tenía en su abdomen, puso su mano sobre su costado, pero se sintió húmeda al tacto, se miró y supo que era sangre, había comenzado a sangrar.

- ¡Ayuda! -  grito asustada - ¡Que alguien me ayude! - 

Ya no podía moverse, aunque al principio el dolor en su abdomen era leve, ahora era insoportable, el golpe de la caída y el haber gritado por ayuda le hicieron aumentar el dolor, pero aun así continúo gritando, alguien tenía que venir. No tuvo que esperar mucho, unos minutos después dos mujeres entraron a la habitación acompañadas por un hombre, no conocía a ninguno de los tres, pero al verla en el piso corrieron hacia ella para ayudarla, el hombre la levanto con cuidado y volvió a costarla.

-La herida se abrió-  dijo una de las mujeres después de revisarla

-Tendremos que volver a cerrarla-  dijo la otra mientras salía otra vez de la habitación

- ¿Dónde estoy? -  pregunto a pesar del fuerte dolor - ¿Quiénes son ustedes? ¿Dónde están Ciel y Elliot? -

-Avísale al señor Zaid que ya despertó-  le dijo al hombre quien salió de inmediato   -toma esto-  le entrego una pastilla junto a un vaso con agua -es para el dolor-  aunque dudo al principio, el dolor la obligo a tomarse la pastilla

- ¿Dónde están Ciel y Elliot? -  volvió a preguntar después de que se tomó toda el agua, a parte del dolor, también tenía mucha sed, además de un poco de hambre   - ¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ustedes? -

-No te preocupes, el señor Zaid vendrá para hablar contigo- en ese momento la otra mujer entro, empujaba una pequeña mesa, sobre ella había varios implementos medicos  -primero necesitamos cerrar la herida-

- ¡¿Y quién diablos es el señor Zaid?! -  ya se estaba comenzando a molestar por no recibir respuestas - ¡Nunca había escuchado ese nombre! -

- ¿No lo sabe? -  la miro confundida -Ustedes llegaron con el-

- ¿Ustedes? ¿Entonces Ciel y Elliot también están aquí? -  se sintió un poco aliviada al saber que no estaba sola en ese extraño lugar

-Isar-  por fin una voz conocida

- ¿Killian? -  nunca pensó que se alegraría de verlo - ¿Dónde estamos? ¿Dónde están Ciel y Elliot? ¿Qué paso? ¿Por qué tu no estas herido? - 

-Tranquila- se acercó hasta quedar al lado de la cama -ya habrá tiempo para responder todas tus preguntas-  miro como la camisa de su pijama estaba manchada de sangre    -primero tienen que cerrar tus heridas-