Providencia

(microrelato)

“Tomás tenía seis años, un color rojizo pintaba su cabello y pecas cubrían su piel. Siempre andaba descalzo porque no tenía unos zapatos decentes. Vagaba por las calles de Howth, una aldea de Irlanda, pero recibía alimento de los manzanos que estaban plantados en campos aledaños. Casi siempre se sentaba en las ramas de éstos árboles a dormir una siesta.

Una tarde una señora que pasaba por allí llamó al niño y le dijo: “Querido… ¿te gustaría ganar algo de dinero?”. Por supuesto que Tomás aceptó la propuesta. Fueron hasta la casa de la mujer en donde le indicó que limpiara los muebles en los cuales había una inmensa biblioteca. Tomás comenzó sacando el polvo con un trapo y limpió uno a uno los libros. Encontró un libro de unas mil páginas cuyas hojas eran sedosas y finas. Leyó en él promesas increíbles y lloró al hallar en aquellas palabras una esperanza. La señora lo observó varias veces sosteniendo aquel libro en sus manos así que se lo regaló. Con el tiempo la dama se encariñó con Tomás y decidió adoptarlo ya que no tenía hijos. El niño creció sano, fuerte y lleno de sabiduría. Estudió abogacía y además abrió un instituto que daba asilo a niños desamparados. Tomás jamás olvidaría como la providencia divina había obrado en su vida.”

Somos afortunados de tener lo que tenemos, de ser cuidados cada día por Dios. Demos gracias al Salvador por ésta vida increíble que nos ha dado llena de maravillosas promesas en Su Palabra. Dios transforma vidas.

por Valeria O.

Derechos de autor: Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0

Escrito el 25/06/2019



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En el texto hay: dios, microrelato, providencia

Editado: 25.06.2019

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