Provocador (yoonmin)

Provcador (Yoonmin)

  

En una amplia sala de ensayos, siete chicos se movían rítmicamente al compás de una veintena de canciones, en lo que venía siendo un ensayo de gran parte de su repertorio, sabían que no debían estar oxidados para sus presentaciones, y por eso mismo llevaban gran parte del día practicando tanto las canciones más nuevas, como aquellas antiguas que ya tenían tiempo de haber salido a la luz….

Los chicos estaban agotados, sudados y algo irritados, lo único que querían era marcharse a casa y descansar, pero aun les quedaban algunas canciones en la lista que se habían propuesto ensayar ese día. Pero, entre los siete, había 2 que conseguían pasar el cansancio de una manera más entretenida, y estaban tan sumidos en su burbuja que se asustaron al oír el grito de su líder dirigido a ellos…

—Yoongi… deja de mirar el culo de Jimin y concéntrate en la coreografía joder!!!

El rapero miró a su líder y lejos de sentirse avergonzado o asustado, le regaló una sonrisa de lado y una de sus típicas miradas de “me importa una mierda lo que digan”…

—Lo siento… —dijo únicamente sin dejar de sonreír

—No, no lo sientes, pero no voy a discutir eso contigo, por favor solo concéntrate y deja de estar tropezándote por mirar donde no debes, solo así conseguiremos irnos pronto.

El resto de chicos, que permanecían en silencio, asintieron en acuerdo con su líder, Yoongi miró por el espejo a Jimin y se encontró con su mirada traviesa y una risita disimulada…al menor tampoco le importaba lo que sucedía, eso estaba claro.

—Tú no te rías, mañana te quiero con un pantalón menos apretado, y deja de estar contoneándote ante Yoongi.

—Está bien, hyung… —dijo Jimin sin apartar la vista de su pálido compañero, quien solo le sonreía coqueto a través del espejo.

¿Cómo habían llegado a eso?... simple, Yoongi no perdía oportunidad para pegar la vista en el culo de Jimin, incluso en las partes de las canciones en que el menor no estaba adelante suyo se las ingeniaba para no perder de vista ese par de montañitas que lo hacían babear, y como si eso fuera poco, el bailarín aprovechaba cada oportunidad que tenía para restregarse contra el cuerpo delgado de su hyung. Así habían estado todo el día, y a esas alturas los otros miembros del grupo comenzaban a impacientarse.

Cualquiera que viera y escuchara lo que sucedía en esa sala de ensayos, pensaría que se trataba del líder del grupo regañando a una pegajosa pareja de enamorados, pero nada más lejos de la realidad, Yoongi y Jimin no eran pareja, ni siquiera amigos con derechos, entre ellos no había sucedido nada, pero ya llevaban varios meses en esos coqueteos que cada vez subían más de tono, y ¿les importaba que sus compañeros de grupo se dieran cuenta? Nada podía importarles menos, es más, agradecían que lo notaran, era una manera de marcar territorio; ¿les importaba ser unos desvergonzados que se decían frases subidas de tono en cualquier momento y lugar? Menos aun; ¿alguno de los dos pensaba declararse pronto? Ni en sus sueños, era demasiado excitante ese ir y venir que llevaban hace tanto tiempo, sabían lo que sentían, aunque no se lo hayan dicho, lo sabían, sabían que tarde o temprano sucedería lo inevitable entre ellos, pero ambos esperaban a que las cosas llegaran al máximo, esperaban provocar y ser provocados, querían aguantar la tentación hasta el punto en que deban estar encerrados un mes para bajarse la calentura, y lo que es más interesante, es que sus compañeros de grupo estaban al tanto de la situación, eran testigos de cada paso que daban.

Y así, entre regaños y coqueteos, los chicos lograron terminar con el trabajo de ese día, y después de una reconfortante ducha, se dirigieron hacia el departamento que compartían. Jimin y Yoongi se sentaron en los asientos traseros del carro, y el resto se acomodó lo más adelante posible de la parejita, no querían oír su conversación, habían sido testigos de tantas barbaridades que se decían esos dos que habían aprendido a mantenerse al margen.

—Hyung… estoy tan adolorido… ¿me darías un masaje para relajarme?

—Claro Jiminnie… ¿dónde quieres que te toque?... —dijo Yoongi con una mirada sugerente.

—Me duele todo… podrías empezar por mis piernas…están tan sensibles hyung… necesito que tus manos fuertes me relajen —dijo el menor posando descaradamente sus piernas sobre las del contrario.

Al escuchar esto, el resto de los chicos optaron por buscar sus propias maneras de evitar escucharlos, Tanto Namjom como Hoseok, eligieron ponerse los audífonos e intentar dormir, Jin, que estaba sentado junto al manager en el asiento de enfrente, optó por buscarle conversación al mayor para distraerlo de lo que ocurría en la parte de atrás, y Tae y Jungkook comenzaron un juego en línea desde sus teléfonos.



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Editado: 13.12.2018

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