4 de febrero del 2005.
-Era una mañana marcada por el frío persistente en aquel bosque, una brisa helada que se filtraba en los transeúntes, con los árboles cubiertos de nieve y algunos pimpollos de hojas que pronto se abrirían. Sin embargo, dentro de Génesis Corp, todos caminaban con rapidez llevando cosas al octavo piso mientras los paparazis comenzaban a llegar al igual que los periodistas para grabar el momento más esperado del año.
La primera exploración de los híbridos...
Un día decisivo para la humanidad...
En el séptimo piso, específicamente en el cuarto de Bellinay, esta observaba con preocupación su reflejo mientras las empleadas arreglaban su ropa, para ella era increíble y aterrador lo que sucedería, ¿Ir a otro mundo?, suena interesante, pero no paraba de pensar en cómo le iría a ella y a sus hermanos, con una interrogante que rondaba en su mente como una mosca en carne fresca.
"¿Cómo actuar y llevarnos bien si ni siquiera hemos visto un árbol?"
Aquella preocupación fue captada por los ojos verdes de Charlott a través de sus lentes oscuros, ella estuvo viendo los arreglos de sus creaciones a pesar del malestar provocado por su estómago cada vez más grande; la mujer al notar el ceño fruncido de la híbrida se acercó con su mirada seria.
—¿Todo en orden Bellinay?—Preguntó con ese tono formal.
Debido a esto, la joven volteó a verla con algo de nervios por ser descubierta, así que solo le sonrió con inquietud—Oh, nada señora Charlott —Respondió con nerviosismo.
Sin embargo, la mujer de cabellos naranjas se cruzó de brazos por encima de su abdomen abultado, con una ceja alzada de forma crítica — ¿Enserio? Sé honesta Bellinay, no hay nada que puedas ocultar de nosotros—Señaló de forma seria, la sonrisa de la mencionada cayó para ser reemplazada por una mirada de angustia.
—Es que... No dejo de pensar en la misión y en mis hermanos, no sé si podamos mezclarnos entre los que encontremos en el trayecto, ni siquiera hemos visto un árbol— Explicó Bellinay viendo su tocador con preocupación y ligeros toques de tristeza.
En cambio, la mujer de cabellos naranjas sólo hizo un gesto para que las empleadas se retiraran, estás lo hicieron en silencio; incluida Sasha, quién veía a su jefa acercarse a Bellinay con ese rostro serio. Cuando ya estuvieron solas, Charlott sólo se posó detrás de la híbrida manteniendo una mano en su hombro derecho con firmeza, luego sólo acarició el mechón blanco de la chica con suavidad.
—A nadie le importará si sabes diferenciar entre un árbol o un arbusto, a ellos sólo les importará la imagen que vas a dar, la imagen que has practicado y que nosotros te entregamos; lo que no sepas lo aprenderás en el trayecto, y lo que sí, lo vas a enseñar con una sonrisa; a todos les gusta eso— Desarrolló con una mirada penetrante a través del espejo mientras jugaba con el cabello blanco de la híbrida con suavidad.
Sin embargo, Bellinay permanecía muy pensativa, esas palabras sólo provocaban más confusión—Si es así... ¿Entonces qué verán ellos en mí, lo que soy? — Preguntó con una inseguridad palpable en su mirada siendo reflejada por ese espejo de tocador.
Charlott en cambio, rodó los ojos con ligera molestia que no fue percibida y se acercó al rostro de la joven para hablarle con el reflejo del espejo—No, ellos verán lo que ellos no tienen, sólo sé especial para ellos, porque no serás nada sino lo eres— Concluyó, después sólo se fue con paso relajado, dejando desconcertada a la joven de ojos celestes como el cielo.
Aquella chica solo suspiró para calmar sus nervios que sólo fueron ampliados, levantó su mirada para ver imagen en el espejo con determinación—Bien Bell, no importa que pase, esto es por tu futuro y el de tus hermanos—Murmuró viendo fijamente sus ojos en el cristal.
Luego de media hora, los cuatro hermanos fueron llevados por los empleados hasta las escaleras brillantes de mármol que los llevarían al octavo piso, el cual ahora no solo es su cuna, sería el lugar donde el mundo los vería en acción por primera vez; con una tensión tan palpable que se podía cortar con un bisturí de diamante. A pesar de todo, la primera en dar un paso hacia delante fue Bellinay, con una postura firme y su mirada serena característica.
Una máscara para convencer a sus hermanos y a sí misma...
El segundo en avanzar fue Dark Emerald, quién era capaz finalmente de caminar sin vías, la mirada esmeralda del joven no pudo evitar en ir hacia todos los trabajadores a su alrededor que los veían con emoción y ansías. Luego de unos segundos ahí estaban los cuatro, subiendo las largas escaleras hasta el piso 8 donde serían recibidos por sus creadores para entrar a las salas. Así que Bellinay detuvo un momento su mirada para ver a sus hermanos, los cuales también traían rostros preocupados algo disimulados; por lo que con mucha incertidumbre la mayor detuvo el paso.
—¿También les dijeron lo mismo? — Musitó de forma directa la joven de cabellos azabaches en una coleta, Sunlight sólo le asintió con temor mientras jugaba con uno de sus cabellos, Scarlett en cambio se giró molesta para ver a la híbrida de ojos celestes.
—¿Eso de que no nos querrán si no somos especiales? Sip, parece que nos lo dijo a todos—Dijo entre dientes frustrada cruzándose de brazos, Dark Emerald sólo negó con la cabeza compadeciendo a su hermana.
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Editado: 26.12.2025