Dos semanas después.
Encima del pizarrón blanco se encontraba un reloj digital y cuando la hora cambió a las 01:00 PM la campana de salida sonó, fue entonces que todos mis compañeros y yo nos preparamos para salir. Estábamos en clase de historia y la tablet sobre el escritorio delante de mí tenía el dibujo de una línea de tiempo con unas cuantas anotaciones, presione la opción para guardar el trabajo que hice y seguido guarde la lapicera óptica también para meter ambas cosas en mi mochila.
No se suele utilizar demasiado el papel, es demasiado costoso y súper escaso, todo se hace de forma digital ahora, aunque si se pudiera tener todo en una sola tablet las empresas perderían mucho dinero. Dentro de mi mochila se encontraban diferentes tablets apagadas, la que tenía ahora es específica para tomar notas, pero existen otras donde solo se pueden tener Ebooks almacenados; y ni siquiera todos porque hay libros individuales que suelen venir en su propia tablet por separado y no se pueden tener junto a otros…no de forma legal al menos.
Giré mi cabeza hacia la ventana del curso y pude notar como las nubes se disipaban para darle salida al sol <Va a hacer calor ahora> me dije mentalmente para guardar en la mochila el buzo que tenía puesto. Además de eso también me fije en el peculiar detalle de que había al menos ocho palomas colgadas de los cables de electricidad y observando para el curso.
Eso es algo extraño que estuvo pasando desde hace unas semanas y al consultarlo con mis compañeros de la Iniciativa Oblivion me dijeron que se tratan de pequeños robots vigía, controlados por OCCI para supervisar la aparición de Irregularidades en la ciudad, se cuelgan en los cables de alta corriente para recargar sus baterías y son la forma en la que ellos me vigilan por precaución.
Una vez que tuve todo guardado me puse de pie con los demás compañeros para salir del curso, en la puerta me estaban esperando mis dos mejores amigos: Noah e Iris y cuando estuvimos los tres fuimos en dirección a la salida de la secundaria junto con el demás montonal de estudiantes.
– ¿Está todo bien Julián? –soltó su duda Iris.
Me tomó por sorpresa esa pregunta, me pareció extraño que la hiciera –Claro ¿Por qué?
Ella pareció ponerse un poco nerviosa –Es solo que te vi muy serio a lo largo de la mañana, no sé, te sentía como deprimido.
–Es solo mi cara normal, así que tranquila –me pareció tierno que se preocupara –Si me pasa algo de seguro eres la primera a la que le pida consulta –concluí para que no se sintiera mal, como si se estuviera haciendo la idea equivocada en su cabeza.
Los tres salimos a la vereda, allí el mar de estudiantes se divida en dos grupos como los afluentes de un rio: unos se iban para la derecha y otros para la izquierda –Está bien –Iris parecía más complacida ahora –Nos vemos mañana chicos –ambos la saludamos con un beso en la mejilla y se fue rumbo al auto que la estaba esperando con su padre dentro. Ambos lo saludamos también a él mientras ella se subía.
Antes de marcharme le hice una pregunta a Noah – ¿Anotaste las consignas de la tarea que dio la profe?
–Claro.
–Pásamelas.
–Bueno, pero si note que estuviste muy distraído en clase.
Quizás para bien o quizás para mal antes de poder continuar esa conversación, que parecía estarse incursionando hacia un rumbo que no me gustaría, fuimos interrumpidos por otra persona que salió del rio de gente –¿Ese es tu novio? –preguntó una voz femenina. La chica se puso a mi lado para codearme el brazo, se trataba de Aidana que vino para molestar otra vez.
Tanto Noah como yo reaccionamos con la misma confusión –Claro que no– contestó él acomodándose los lentes.
–Es solo mi mejor amigo –le explica –Entiendo que te parezca complicado el concepto ya que no tienes ninguno – me pareció gracioso como ella, que venía a molestar, terminó siendo quien se molestara y cruzo los brazos para separar la mirada.
–Siempre tan imbécil, vamos al trabajo de una vez.
–Ah si –comentó Noah –Ese trabajo que dijiste que conseguiste hace poco ¿de qué es por cierto? Creo que eso no comentaste.
No me esperaba esa pregunta, observe a la Segunda Portadora pero ella mantuvo su mirada separada de la mía, esperando a que yo conteste. No sabía que responder y no podía decirle la verdad así que solo la utilice para inventar cualquier cosa –Varias cosas, ahora estaba como voluntario comprobando los análisis médicos de una clínica pero en cualquier momento me asignan otra tarea.
– ¿Ella también hace eso? –señaló a Aidana con la mirada.
–Nah, ella limpia los baños –dije a lo que terminé recibiendo otro codazo en las costillas –Ahora si nos vemos mañana Noah.
–Sí, que te vaya bien –él también se despidió de mi compañera, aunque ella solo le hizo un gesto con la mano, sin duda no era la mejor para relacionarse con otras personas. Me preguntaba hace cuanto que ella era una Portadora Oracle.
Me desperté repentinamente, al igual que en todas las ocasiones anteriores mi cuerpo se encontraba recostado sobre tres sillas unidas a una pared. Mis ojos apuntaban para arriba –Un techo familiar –me dije. Al ponerme de pie termine de confirmarlo, el lugar de tonalidades grises era similar al pasillo de un hospital abandonado, el lúgubre silencio le permitía a uno escuchar incluso la corriente de alto voltaje que pasaba por las lámparas del techo.
De pie a un lado se encontraba Aidana, en su mano tenía una pistola taser que acababa de usar, los volteos de la carga eléctrica que provocaba eran capaces de generarle a un humano contracciones en los músculos y mucho dolor. Pero para mí, que ahora soy un androide de tecnología alienígena, solo llegaba a provocarme la sensación suficiente como para despertarme luego de perder la conciencia.
–Me preocupa estarme acostumbrando a esto.
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Editado: 20.03.2024