Capítulo 6: Demencia.

Comencé a mensajearme con mi mejor amigo:

     -¿Qué pasó que te fuiste de la nada?

     +Me sentía mal

     -Pero por lo menos avisa si te vas a ir.

     +No lo vi necesario

     -Noah, te voy a ser sincero, las chicas y yo estamos preocupados por ti. Como que últimamente creemos que no estas siendo tú mismo.

     +Oh ¿en serio? Que útil que me lo digan

     +Bueno, yo también estoy sintiendo eso. Como si me estuviera volviendo loco

     -¿Lo dices porque creíste haber visto tres copias de mi ayer?

     +En realidad no fue solo ayer, ya me viene pasando hace unos días

     -No entiendo porque no me lo dijiste antes, creí que era tu mejor amigo.

     +Yo también lo creía, pero no sé, no puedo parar de dudar de todo lo que veo. Y tengo el sentimiento constante de que me estas ocultando algo.

     -Ey, tranquilo. No tienes pruebas de eso.

     +Ya me estoy hartando, no me gusta sentirme así y tengo que hacer algo para cambiarlo. No sé porque no paro de dudar de ti, lo siento

     -Ay Noah, yo esperaba que las cosas fueran diferentes. Pero ya fue, no hagas ninguna estupidez.

     -Creo que esto fue culpa de mi egoísmo. Solo espérame un poco, ya voy para tu casa así te cuento algo importante. 

     Después de eso me quedo mirando la pantalla del celular un largo rato, dejo el chat con la conversación abiertos. Lo releí varias veces para intentar averiguar a qué se refiere Julián con lo que me dijo, se me hace un nudo en el estómago de solo pensarlo, tengo una posibilidad en mente de a que se refiere y le ruego a todos los dioses que no sea el caso, él me cae demasiado bien como para tener que obligarme a cortar nuestra amistad por eso ¿aunque él sería así de egoísta? ¿Acabaría nuestra estrecha relación de mejores amigos por sus sentimientos egoístas?

     Igual, tal vez estoy malinterpretando las cosas (ojalá que sea el caso), tal vez no quiera entender a qué se refiere, tal vez si lo entiendo mi mente vuelva a delirar y esta vez acabe mucho peor.

     Él se va a tardar un rato en llegar, calculo que alrededor de 20 minutos, aunque vivimos en barrios vecinos cada uno está en la punta opuesta. Entonces, si solo me quedo acostado en mi cama viendo el techo no volveré a imaginarme cosas raras. No era el mejor plan de todos, incluso quizás sería una buena opción.

     Los domingos mi familia suele ir a visitar a mis abuelos, pero en este caso utilicé la excusa de que me sentía mal para poder quedarme. Solo que ahora creo que esa mentira está volviéndose realidad, mi estómago se estremece como si me amenazara con vomitar todo el desayuno.

     <¿Qué querrá explicarme Julián cuando llegué? Para tener la necesidad de decírmelo en persona sí que debe ser importante, que estúpido, sería mucho más cómodo hacerlo detrás de una pantalla: en discord o con una llamada bastaría>.

     Acomodo la cabeza con la almohada rectangular, mantiene su forma pero a la vez es muy acogedora. –A la mierda, que solo venga y me lo diga. Ya no me voy a preocupar por eso, o sino mi mente me va a hacer ver cosas de nuevo. –Me doy media vuelta para enterrar el rostro en la almohada, espero unos segundos hasta que comienzo a quedarme sin oxígeno y cuando mis pulmones no pueden soportarlo más levanto la cabeza, tomo grandes bocanadas de aire como si me estuviera por ahogar en un océano.

     <No pienses. No pienses. No pienses. No pienses. No pienses> vuelvo a repetir el proceso.

     Después de un largo rato dejo de mirar al techo por unos segundos y decido asomar mi cabeza por la ventana del cuarto, creo que así soy yo, las cosas suelen aburrirme rápido. Como mi cuarto está en el primer piso puedo ver con claridad el pasto verde del pequeño jardín que tengo delante, está adornado con lindas y pequeñas flores que mi mamá compró. Lo malo es que no siempre se hace cargo de ellas y la casa tampoco, así que por ejemplo cuando viene una lluvia o neblina acida debo ser yo el que le coloque una manta protectora.

     Paso unos segundos apreciándolas pero luego cambió mi mirada hasta la calle más allá de la reja de entrada y después a la vereda de la cuadra de enfrente.

     De vez en cuando podía notar personas pasar caminando por ahí, iban o venían, con mochilas o maletines; de hecho en frente se encuentra la casa de un viejo amigo aunque ya casi ni hablamos, con suerte nos saludamos cuando nos vemos cada tanto.

     El tiempo sigue pasando con normalidad hasta que de repente se detiene en seco, logró ver pasar una persona, esta sigue de largo hasta salirse de mi campo visual. Se trataba de un adolescente con único cabello rojo y ojos marrones, pero su rostro vacío parecía carente de cualquier emoción <Es imposible que haya llegado tan rápido> me digo <Si viniera corriendo estaría súper agotado> además de que estaba el obvio hecho de que no se pasaría de largo de mi casa, si ha venido más de mil veces, sabe dónde queda.

     Por un momento pienso en tomar el celular para hablarlo aunque mejor descarto esa posibilidad, me alejó de la ventana y pongo toda mi voluntad y fuerza en poder concentrarme en cualquier otra cosa <¡Mierda! Sabía que debía quedarme mirando al techo nada más. Soy un estúpido> acto seguido vuelvo a mirar por la ventana pero esta vez mucho más pegado, a duras penas logro distinguirlo, la percepción no me ayuda pero puedo verlo, está parado en la esquina de enfrente <Es una ilusión. Es una ilusión. Es una ilusión> tenía la tonta esperanza de que si lo repetía muchas veces en mi cabeza quizás podría creérmelo.

     Pero fue entonces en ese momento que se me ocurrió una gran idea, es verdad, esa supuesta copia de mi mejor amigo que veo allí afuera es solo una ilusión. Es físicamente imposible que llegara tan rápido, y si fuera el caso tendría que estar agotado si yo sé que él no tiene resistencia física; por ende, esa figura de afuera en realidad no existe. Pero si fuera real, y salgo y lo noqueo podría traerlo para el interior de la casa, y cuando venga el verdadero Julián y lo vea sabrá que tenía razón. Podré demostrarle a él y a las chicas de que no me estoy volviendo loco y todo esto es una especie de conspiración