Proyecto Doppelganger

Capítulo de Transición 1: Refulgente.

Lunes.

 

Las gotas de agua que caían de las nubes brillaban de un color verde, resultaban casi hipnóticas si uno se quedaba viéndolas por un rato, aunque claro que eso solo si estas con la protección adecuada o en un lugar seguro para disfrutarla. Todos los edificios tienen un recubrimiento especial que los protege de la radiación durante las lluvias acidas, y después siempre se recomienda tomar una pastilla de Onyx descontaminante luego.

     Yo no tenía por qué preocuparme ya que la casa era totalmente segura, y cualquier problema que pudiera surgir seria detectado y corregido por la I.A de la casa, si no podía arreglarlo nos avisaría para que nos encarguemos nosotros. Como siempre se avisa con varias horas de antelación cuando va a llover tuve tiempo de sobra para cubrir las flores de mi madre que están en el jardín delantero, y también como es natural en la lluvia, las clases del colegio pasan a ser virtuales.

     –Creo que esto fue lo mejor –me digo a mí mismo, solo en mi cuarto. Levantó la vista hasta el cielo tanto como me lo permite la perspectiva y logro ver las nubes, a pesar de ser medio día está completamente nublado como si fuera de noche; solo que las nubes de un verde oscuro brillan tanto que sería una hermosa noche si no fuera mortal.

     –Creo que si hubiera ido a la escuela hoy no podría haber prestado atención, estaría tan concentrado en todo lo que mi mejor amigo me reveló ayer que no pensaría en nada más. Y peor aún si lo tengo al lado. –Ya vi suficiente del día por hoy así que le doy la espalda a la ventana para ver el interior de mi cuarto. Muevo mis hombros de arriba abajo en círculos para hacerme tronar todos los huesos–. Okey, no hay tarea. Quizás Julián quiera jugar minecraft. –Me voy a sentar en la computadora y entro a discord, pero antes de llamarlo me detengo. Puedo sentir la expresión de desagrado y confusión en mi rostro–. No, mejor no.

     Me parece muy raro, no puedo entender porque pero no siento que sea bueno querer jugar con él ahora. Siento una extraña incomodidad de solo pensarlo y es cuando la voz de mi supuesto mejor amigo pasa por mi cabeza “yo ocupo su vida social” decía el clon que apareció luego de su asesinato, en teoría si lo llamara jugaría con él, actuaría como si nada hubiera pasado <Siento que no es lo correcto> llegó a esa conclusión.

     Prefiero jugar solo en todo caso, tengo muchas construcciones pendientes y quiero armarle una armadura al lobo que domestiqué. Solo que antes de poder entrar en el juego escuchó la voz de mi madre que viene desde la cocina. –¡Ya está la comida!

     –¡Voy! –grita mi hermano desde su cuarto, que para mal está al lado del mío.

     <Si, es lo mejor> creo que si me hubiera puesto a jugar solo de igual manera le daría vueltas a todo el tema que sigue procesando mi cerebro desde ayer, ese torbellino solo se impulsaría porque me sentiría incomodo de jugar con quien en teoría debería ser mi mejor amigo, pero ya no lo siento así, lo siento más como un impostor.

     Me levanto de la silla gamer que tengo para ir también al comedor, mis padres tampoco fueron a sus trabajos hoy, por lo que estábamos todos reunidos para el almuerzo, algo que solo puede pasar en situaciones como una lluvia acida.

     En la esquina a mi izquierda está sentado mi papá, tiene una barba negra como su cabello pero no tan crecida. A su lado se sienta mi mamá quien deja una bandeja con milanesas y se saca los lentes, y a mi derecha está mi hermano cinco años menor a mí–. ¿Qué tal las clases de hoy? –ya que mi mamá se pone a hablarle a mi hermano menor yo hago como mi papá y vemos la televisión.

     Como es normal, y obligatorio, en las lluvias acidas pasan una propaganda sobre sus peligros y todo eso. Al acabar se muestra el logo de la Corporación Onyx y vuelven a aparecer dos periodistas en la televisión, la mujer voluptuosa se lleva una mano al pecho. –Que suerte que al menos nuestra ciudad está libre de Refulgentes.

     –Claro que si Bárbara, las patrullas de Onyx Rojo hicieron su última revisión hace dos meses y la declararon totalmente despejada –agrega su compañero.

     Sin que me dé cuenta mi hermano terminó de contar sobre su aburrida clase, mi madre procede a hacerme la misma pregunta a mí y pienso en que decirle.

-----O-----

Complejo de almacenes abandonados.

 

  Los dos jóvenes llenos de tatuajes y perforaciones se encontrarían en su último año de secundaria sino fuera porque la abandonaron. Sobre sus cabezas las gotas de lluvia radiactiva brillan y genera un golpeteo sobre las chapas de metal que es muy molesto, pero al que uno llega a acostumbrarse con el tiempo.

     En frente de ambos se encuentra un hombre mayor a ellos, pero su ropa está muy sucia y malgastada por vivir en la intemperie. –Por favor, se los ruego. Por favor, denme una semana más y conseguiré para pagarles todo lo que les debo. –Estaba arrodillado en el suelo y con sus manos juntas como si hiciera una plegaria. Él no estaba atado ni limitado de ninguna manera, fácilmente podría salir corriendo si no quería morir, pero también sabía que si lo hacía lo que le esperaba seria mil veces peor.

     Cada uno de los pandilleros tenía su propio frasco con el logo de la Corporación Onyx, al abrirlo de su interior sacaban un gel con el mismo efecto que las pastillas descontaminantes. Sacaron la suficiente cantidad como para cubrirse todas las partes de su piel que la ropa dejaba expuesta, lo que era bastante ya que usaban remeras a las que les arrancaron las mangas dejándolas como musculosas.

     –Lo siento mucho amigo –le dice uno al acabar de cubrirse–. No te enojes con nosotros, el Jefe hace las reglas, nosotros solo las cumplimos. –A la par el otro se va a un costado para abrir el portón de metal hacia el exterior–. Ahora colabora con nosotros por favor y sal afuera, hagamos esto por las buenas.




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