Proyecto Doppelganger

Capítulo 11: Quien faltaba.

Jueves.

 

A A3 le parecía muy extraño que ya haya pasado un día desde que no había noticias o nada de información sobre el Modelo de Combate Unidad 4, no se trataba de un hecho que haya sido inesperado ya que algunas Unidades de Modelos Informáticos habían previsto esta posible situación. Solo que lo extraño y malo es que se hubiera hecho realidad de entre los otros escenarios previstos, y lo único que A3 podía quedarse a hacer era esperar y rogar que no hayan asesinado a otro hermano más.

     La niebla de preocupación que atormentaba su cerebro se vio disipado por la voz de su mejor amigo. –Oye Julián ¿Me estas prestando atención? –con una pregunta de ese estilo obviamente que se trataría de Noah.

     –Si –contestó la Unidad Doppelganger sin prestarle mucha atención.

     –Entonces dime si te parece que está bien lo que te dije.

     En realidad A3 no lo había escuchado casi nada, recordaba que le estaba tomando una lección a Noah sobre todo lo que estudió para el examen que iban a tener ahora. Pero poco después de que comenzara su atención se disipó por la preocupación, de igual manera ya conocía a su mejor amigo, habría estudiado un poco menos de lo justo y necesario y aun así llenaría las hojas del examen con palabras vacías, su lema era que mientras más hojas llene más nota tendría. Era algo que más o menos le había estado funcionando hasta ahora por lo que confiaría en que estaba bien todo lo que le dijo.

     –No estuvo nada mal, hay una que otra palabra que yo cambiaria, pero en general muy bien.

     –Bah eso no me importa, no necesito saberlo de memoria como tú. Ya considero que estoy listo –dijo a la par que se acomodaba en su silla como si ya hubiera terminado el examen. Guardó la cantidad exagerada de apuntes que tenía en su mochila, según los datos que A3 tenía de Julián a Noah le gustaba repasar copiando y diciendo muchas veces lo que estudió, y al final terminaba con varias copias de sus apuntes hechas a mano, y a Julián eso le parecía una pérdida de tiempo y principalmente de hojas. Hojas que cada vez escaseaban más.

     Los árboles modificados genéticamente para aguantar las lluvias y nieblas acidas no daban muy buenas hojas, y el proceso para fabricarlas era cada vez más largo y costoso. Con eso en mente su mejor amigo no dudó en recalcarle esa molestia. –Oye, sabes que para esta etapa de la evolución humana no hay suficientes hojas, no deberías desperdiciarlas así en tantos apuntes inútiles. Usa tu tablet para eso ¿o que planeas hacer trampa?

     –Déjame en paz ¿Qué eres, la policía? Si igual yo soy el que las compró, quería usarlas porque era el último paquete de hojas que me quedaban. Desde ahora voy a empezar a hacer los apuntes en la tablet del colegio.

     Se sintió bien para A3 escuchar esa respuesta de su mejor amigo, se dio media vuelta para ver al par de chicas que tenía detrás. –¿Ustedes están listas para el examen? –le preguntó a Iris y Micaela.

     –Pero claro que sí, ¿y tú estudiaste Julián? –le contestó una emocionada Iris, a ella le gustaban mucho los exámenes aunque no fuera un gusto que la gran mayoría de adolescentes compartieran. Pero sus demás amigos podían entenderlo, después de todo el grupo de ellos cuatro era de los que mejores notas tenían.

     Y esa emoción fue algo contagiosa para A3. –¿Acaso lo dudaste por un segundo? Estudié todo como siempre.

     –¿Todo? Pero que pereza, en serio tienes mucho tiempo al pedo. Yo solo estudié lo que creía necesario –acotó el compañero de pelo gris desde el costado, casi podía notarse como esparcía su procrastinación como un germen hacia los demás.

     El profesor les había dado 15 minutos para repasar antes de la prueba, y ahora que el tiempo ya había pasado se levantó de su asiento listo para hacerlos sufrir con su materia que casi nadie entendía. –¿Alguno faltó hoy? –preguntó en frente de toda la clase.

     –Basil –contestó Micaela levantando su mano.

     –Si no me muestra un certificado médico antes de la siguiente clase tendré que reprobarlo. –Acto seguido todos encendieron el bluetooth de sus tablet para que el profesor les enviara el archivo con la prueba.

     Una vez que todos lo recibieron procedieron a abrirlo, A3 miró rápido cada uno de los puntos antes de iniciar <Esto parece ser un poco largo> se dijo a sí mismo para seguido entrar a la red que comparte con sus hermanos. Claro que no había estudiado, una de las unidades informáticas en el refugio más cercano a su casa estaba con todos los apuntes lista para pasarle cada respuesta que pidiera.

 

Interior de la red:

[A3]: Requiero información sobre la diferencia entre la Patrística y la Escolástica.

[I1]: Ahora mismo lo busco.

[A3]: Gracias.

 

Como habría sido de esperarse A3 fue el primero en terminar el examen, y lo hizo en casi tiempo record. Levantó su mano para informarle al profesor de que ya se lo había enviado y este último le respondió con que acababa de recibirlo <La universidad va a ser pan comido> disfrutaba el clon de su pequeña ventaja, aunque él no la llamaría así, era el mérito de trabajar en grupo. Así debería ser todo en la sociedad.

     –¿Cómo logras hacerlo tan rápido? –le susurró Noah a un lado, podía sentirse algo de celos en sus palabras aunque la pantalla de su tablet mostraba que ya llevaba más de cinco hojas, A3 solo necesitó tres.

     –Estudiando todo a la perfección –contestó su mejor amigo.

     Sin embargo, el aburrimiento de no tener nada que hacer hasta que todos los demás acabaran comenzó a jugarle en contra, su cabeza se hizo un lio muy rápido. Era parecido a que su propio cerebro lo castigara por no haber estudiado y le hacía recordar y pensar en diferentes cosas, cosas que en casos normales A3 evitaba. En particular para esta ocasión fue recordar lo que le dijo Noah respecto a si podría considerarse el original.




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