En el techo de la casa se encontraba un termo lleno de agua caliente, un taper con azúcar y mate con la yerba ya preparada. A un costado estaba Noah, acostado y usando sus brazos como almohadas para poder mirar el cielo nocturno; acompañándolo estaba un chico pelirrojo de ojos marrón oscuro.
–Casi ni hay estrellas en el cielo –comentó G1.
–La contaminación es demasiado alta, quizás las estrellas ya no nos consideran dignos como para que las apreciemos.
El siguiente comentario de G1 generó algo extraño en el pecho de Noah. –Al menos aún tenemos a la luna, brilla mucho esta noche.
Con sus ojos de rubí y zafiro el joven de pelo gris le prestó toda su atención al satélite natural. –No entiendo porque esta de ese color tan amarillo ¿será por eso que nuestros antepasados tenían la idea de que estaba hecha de queso?
–Jajajaja que tontería, pero si es demasiado probable.
De repente una sensación de hormigueo apareció en el brazo de Noah, específicamente debajo de los vendajes que lo cubrían casi en su totalidad y fue que lo recordó. Volteó la cabeza para mirar a su supuesto mejor amigo, al percatarse del gesto G1 hizo lo mismo. –Por las dudas ¿tú tienes recuerdos de eso? –Como el chico pellirrojo inclinó la cabeza confundido y sin dar respuesta Noah prosiguió–. De cuando nos quedábamos en la noche a observar las estrellas, en el fin del mundo.
Entonces los ojos de su compañero se expandieron más. –R me ha compartido algunos recuerdos a los que ningún otro de mis hermanos tiene acceso, sí se de lo que me hablas. Pero quizás no lo sepa todo como quieres.
<Incluso entre ellos se guardan secretos> pensó Noah. Antes de que pudiera decir algo más el fuerte sonido de una bocina les llegó desde la parte delantera de la casa, entonces G1 se puso de pie y tomó la mochila a su lado. –Ya llegaron por mi así que tengo que irme.
–Espero que les vaya bien.
–Gracias. –Se volteó para marcharse pero casi al instante se detuvo en seco y volvió a ver a Noah–. Por cierto, si no regreso temprano por favor no te olvides de tomarlo a las 8 AM. En serio.
–Jajajaja sí, sí. Claro que sí.
Sin más preámbulo G1 se acercó hasta el borde del techo de la casa y saltó al patio delantero, como se trata de un clon con modificaciones cibernéticas dentro de su cuerpo no tuvo ningún problema al realizar el salto. Su supuesto mejor amigo se acercó al borde de la casa y lo observó marcharse hacia un auto que esperaba frente, quienes estaban dentro cubrían sus rostros con pañuelos y gorros negros; pero Noah sabía que se trataba de sus hermanos, cuatro para ser precisos.
C13 fue el que abrió la puerta para que G1 pudiera pasar, como había sido planeado dentro del vehículo se encontraban: I2 conduciendo, C11, C12 y C13. I1 junto los otros cinco Unidades de Combate irían por otro lado y se reunirían en el punto de encuentro.
Una vez dentro G1 cerró la puerta y se topó con otra mochila más a un costado. –[Información]: Cuando C3 logre evacuar a C4 y lo traiga para el auto debes entregarle esa mochila para la siguiente fase de la misión.
G1 asintió con la cabeza. –Entiendo. –Y su hermano informático puso en marcha el auto hacía unos almacenes abandonados.
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Sábado por la madrugada.
Como resultado de la hora las calles se encontraban casi completamente vacías, los pocos vehículos que seguían aparecían eran muy esporádicos por lo que I2 podía darse el gusto de conducir a máxima velocidad y romper algunas leyes de tránsito.
–[Solicitud]: Reporte de situación –pidió sin despegar las manos del volante y los ojos de la calle.
En el asiento del copiloto se encontraba G1 con una laptop sobre sus piernas, un cable USB conectado en esta viajaba hasta los asientos de detrás donde se encontraba recostado otro de sus hermanos. Apenas C3 lo subió al auto G1 le dio el tratamiento de emergencia básico: había presionado firmemente sobre las áreas con sangrado para controlar las hemorragias, desinfectó las heridas con alcohol y utilizó los vendajes de su mochila para inmovilizar las fracturas. Sin embargo, el daño era demasiado grave.
–Los antinflamatorios están haciendo efecto, pero su cuerpo está demasiado dañado y los daños físicos en la cabeza alteraron demasiado si sistema operativo –contestó G1 tecleando fugazmente códigos e intentando regular el sistema interno de su hermano.
Cuando le dio a la tecla Enter el cuerpo de C4 empezó a temblar como si se congelara del frio y su respiración se aceleró de forma preocupante. –Puedo mantenerlo ligeramente estable algo de tiempo, pero necesito el equipo correcto para trabajar.
Era crucial mantener inmóvil al paciente pero cuando I2 giró el volante de golpe para doblar todo su cuerpo se sacudió para un costado, su hermano en el asiento del copiloto tuvo que acercarse para evitar que el cuerpo se cayera de los asientos traseros. Esos movimientos bruscos eran necesarios para poder llegar lo más rápido posible a su destino. –[Respuesta]: Ya nos falta poco para llegar. Busca las llaves.
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El hombre se encontraba en su despacho privado, ya que era muy tarde por la noche todas las luces se encontraban apagadas menos una lámpara en su escritorio. El regordete y bajo hombre se acomodó los lentes sobre su nariz aguileña a la par que seguía corrigiendo los exámenes de la universidad.
La habitación estaba hecha de una madera oscura, y en todas las paredes había mínimo un librero lleno de libros antiguos, sumado a eso las paradas de tapiz verde oscuro se decoraban de algunas fotos y varios diplomas.
No obstante, el hombre canoso se sobresaltó al escuchar toda la fuerza de un freno de mano para detener las ruedas de un auto. Por el sonido sabía que ocurrió en frente de su casa, el profesor detuvo lo que estaba haciendo para llevar una mano hasta un cajón del escritorio, al abrirlo la tenue luz revelaba en su interior una pistola.
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Editado: 20.03.2024