Jueves 23 – Zona Sur de la ciudad.
Por las calles de la ciudad corría un viento frio, esta es otra de las señales que indican que una lluvia acida se aproximaba. Cuando las puertas automáticas del negocio se abrieron para los costados de su interior salieron dos amigas: la piel pálida de una parecía adaptarse al tiempo aunque también le daba una figura más fantasmagórica, en cambio los mechones negros y rulados de la otra se volaron por todos lados con la ráfaga de viento.
Iris y Micaela, ambas mejores amigas cargaban cada una con bolsas llenas de tapas para empanadas, que consistían de pedazos de masa blanca y circular. Como el pronóstico indicaba las altas posibilidades de una lluvia acida para mañana todo el mundo salió a hacer sus cosas antes, en frente de ambas se movía una gran cantidad de autos en un embotellamiento por la calle.
–¿Con estas serán suficientes o no? –preguntó Iris levantado un poco más alto una de las bolsas para que ambas la miraran.
–Según la información que poseo, si –dijo su mejor amiga con mucha seguridad–. Solo nos falta comprar el pollo para hacer el recado.
Iris levantó los ojos hasta el cielo nublado y radiactivo de color gris y verde. –Tenemos ingredientes para hacer unas diez docenas ¿Cuánto pollo necesitaremos comprar?
–Bastante, bastante. –Además de en las tapas de empanadas ambas ya habían gastado dinero en una exagerada cantidad de cebollas, dientes de ajo, morrones rojos, más cebolla y huevos–. Como mínimo unos tres kilos de carne. Pero conozco un lugar que es barato.
Eso no pareció ser suficiente para la chica pálida. –Me gustaría pensar que eso sirve, pero no creo poder salvar nuestras billeteras de esto.
Micaela le dio un suave empujón en el brazo y soltó una carcajada. –No seas exagerada, los mostramos los tickets al consejo estudiantil y deberían reponernos el dinero. Aunque sea la mayor parte.
Las dos se pusieron en marcha hacia la pollería, cruzaron a la siguiente cuadra cuando Micaela se detuvo de golpe, esto sorprendió un poco a Iris ya que no conocía el motivo y su mejor amiga de repente salió corriendo. Se detuvo en la esquina de la cuadra siguiente y al notar que la persona con la que estaba tenia pelo rojo Iris terminó de entenderlo todo.
Se acercó también para saludar a ¿Julián? –Hola ¿está todo bien? –Podía notar en este una expresión vacía como si estuviera carente de emociones, triste por algo seguramente.
Su otro mejor amigo y compañero se quedó como congelado unos segundos antes de responder. –[Respuesta]: Afirmativo, no hay problemas con esta unidad.
Al instante las dos chicas intercambiaron una mirada, pero también pensaron que debía tratarse de alguna de esas raras bromas que él suele hacer asi que no le tomarían mucha atención. –Que sorpresa verte por esta zona ¿Qué andabas haciendo? –Siguió con la conversación Micaela.
–[Respuesta]: Esta unidad sale de tener sus clases particulares de inglés.
Las dos volvieron a sorprenderse, ninguna sabía que su mejor amigo tomaba esa actividad por la tarde, además de que sería algo que ellas pensaban que Julián les informaría cuando pasara; pero existía la posibilidad de que empezara a tomarlas en ese periodo de tiempo a principio de año cuando su mejor amigo comenzó a actuar preocupantemente raro. Solo que de todas formas como mínimo habrían escuchado alguna queja porque el inglés le cuesta bastante. No había de donde justificarlo.
Se supone que cuando un amigo hace una pregunta el otro responde y suele agregar otra para mantener la conversación, pero por algún motivo ese no fue el caso ahora, Julián se había quedado callado después de responder, casi como si en su inexpresión se notara que no quería estar ahí. Ambas chicas se preocuparon un poco al notar similitudes con el evento de hace unos meses, pero no podría ser verdad, no podría volver a estarle pasando a Julián.
–Que sorpresa encontrarte por aquí –soltó Iris para intentar que la conversación no muriera contaminada.
–[Afirmación]: Lo mismo digo, no esperaba verlas por aquí ahora. Enserio.
–Es por el pronóstico de lluvia acida de mañana –explicó Iris–. Decidimos salir a comprar todo para cocinarlas mañana directamente.
–[Coincidencia]: Claro, tenía entendido que mañana saldríamos a comprar todo y después juntarnos en tu departamento para hacerlas. Que sorpresa.
Micaela se llevó una mano detrás de la cabeza algo avergonzada. –Fue un poco inesperado, cuando acabemos iba a mandar un mensaje por el grupo avisándoles de lo que hicimos. Aunque ahora que lo pienso hubiera sido mejor mandarlo antes.
–[Consolación]: No te preocupes, hubiera sido difícil coordinar todo si lo avisaban antes. Tomando en cuenta que en el grupo de las empanadas nos tocó la mitad desorganizada del curso como Noah y Basil. –Ambas soltaron una carcajada–. Disculpen, pero debo marcharme asi que las veo mañana en el colegio.
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Viernes 24 – Por la mañana – Colegio.
La espalda de Noah se encontraba recostada sobre una pared en el patio del recreo mientras este intentaba actuar sorprendido. –¿Entonces tomas clases particulares de inglés? ¿Tan dolido te quedaste por lo de antes? Igual no vas a poder superarme en esa materia. –Soltó una carcajada al final.
La atención de sus tres mejores amigos cayó sobre A3 y este se limitó a soltar otra carcajada sin darle muchas más vueltas al tema, por el tono ligeramente pausado de la risa el alumno de cabello gris sabía que el clon de su mejor solo lo hacía por obligación. Para acabar con ese tema lo más rápido posible.
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Editado: 20.03.2024