Proyecto Doppelganger

Capítulo 26: Tú no sabes que él sabe, y ambas no entienden.

 

Desde Córdoba hasta Rosario el Tren Bala de la Nubes viajaba a toda velocidad, debido a este motivo cuando C10 abrió la ventana de su vagón de primera clase una gran ráfaga de aire entró a alborotar todo. Entre sus dos hermanos C11 y C12 levantaban de cada extremo el cuerpo sin vida de un soldado perteneciente a Onyx Rojo, C10 los ayudó y arrojaron el cuerpo desde la ventana hacia el espacio al costado de las vías del tren.

     –[Incentivo]: Ahora solo falta uno. –Sus otros dos hermanos repitieron el proceso para que luego C10 cerrara la ventana.

     Uno de los lujosos y cómodos asientos estaba reclinado para atrás, recostado encima Bec se veía muy tranquilo a comparación de I2. Este último se encontraba sentado a su lado, tenía unas pinzas de metal desinfectado y cerrando un ojo, calculaba con precisión donde meter la pinza. –[Recordatorio]: No se olviden de tomas las píldoras descontaminantes de Onyx, ya que pueden haberse visto expuestos a algo de radiación.

     Los tres hermanos combatientes asintieron con la cabeza a la par y fueron a buscar la caja con las pastillas verdes.

     Acto seguido I2 metió las pinzas dentro de la herida que Bec tenía debajo de la clavícula izquierda y sacó el pedazo de bala para tirarlo con una bandeja, luego prosiguió a desinfectar la herida y venderla. –[Análisis]: Ya que tu organismo no solo posee una superfuerza sino también una regeneración muy acelerada y potente la herida debería sanar para cuando lleguemos a Buenos Aires.

     –Muchas gracias doc. –El Refulgente se levantó y movió su codo izquierdo sin problemas, su cuerpo ya se estaba curando a sí mismo.

     –[Corrección]: No soy un doctor.

     Por otro lado, C13 se encontraba viendo las noticias en una de las pantallas que colgaban del techo del vagón. –Sí que hicieron todo un escándalo. –Se burló, pero a la par podía notárselo sorprendido. Tanto I2 como sus hermanos combatientes se acercaron para ver con detenimiento a lo que se refería.

     En el canal de noticias una reportera linda se encontraba afuera de la estación de trenes de Córdoba, el lugar fue clausurado y a los costados se veían varias carpas blancas, camiones blindados y todas personas con trajes anti radiación. La mujer hablaba con mucha pasión: “Se sospecha que hubo un intento de atentado terrorista en la estación de trenes de Córdoba con una bomba de radiación. A pesar de que la situación fue controlada a tiempo cuatro valientes y heroicos agentes de Onyx Rojo murieron este día”.

     No pasó mucho tiempo hasta que alguien tocara la puerta del vagón y todos los presentes volvieron a ponerse en posición de alerta. –¡Ey! Es solo Basil –comentó Bec regresando a su estado de tranquilidad, seguido los demás gemelos hicieron lo mismo y dejando de prestarle atención a las noticias C13 se levantó para desbloquear la puerta.

     El joven pandillero se escuchaba agitado. –¿Están todos bien? ¿Qué fue lo que pasó? Vi en internet que hablaban sobre un atentado y el conductor del tren dijo que por eso salieron de improviso, y que nos saltearíamos la de Rosario para ir directo a La Plata.  Así que me escapé de la vista de los profes para venir a ver como estaban aquí.

     El Refulgente se le acercó y le puso una mano en el hombro. –Tranquilo, tranquilo. Todo está bien, pero si tengo que admitir que fue muy genial. Deja que te cuente todo.

-----O-----

 

     Desde Rosario hasta Buenos Aires el tren bala dejó de ir por el túnel en la superficie, en mitad de su trayecto descendió hacía unos túneles subterráneos. Muchos pasajeros que estaban inmersos en sus propias cosas no se percataron del cambio hasta que el vehículo se detuvo en su parada final y notaron las diferencias entre las estaciones. Las estaciones en la superficie suelen tener paredes rectas, ser amplias y abiertas; en cambio las paredes de las subterráneas se van curvando, tienen techos bajos y dan la sensación de estar dentro de un tubo.

     Poco antes de llegar los profesores les dijeron a los alumnos que se prepararan y revisaran que no faltara nada, listos de antemano cuando estacionaron en la parada final solo tuvieron que esperar a que todos los demás bajaran para evitar un gran tránsito de personas.

      En cada vagón había dos profesores así que primero bajó uno, seguido de los alumnos de cuarto y quinto año y al final el segundo profesor (que debía corroborar que no se quedara nadie o se olvidaran algo). Una vez abajo se volvieron a organizar en cuatro filas.

     Lois, la chica con pecas rojas en las mejillas, le encargó sus maletas a la vicepresidenta y junto con uno de los profesores salieron de la estación para ver si el transporte que habían reservado ya había llegado. Menos de cinco minutos después la presidenta del consejo bajó y dio la señal positiva, así que todos tomaron sus maletas para subir.

     Como es natural se formó el grupo de siempre: Noah, Julián, Iris y Micaela. Las chicas notaban que la charla que ambos tuvieron en el tren le ayudó a Noah a ya no estar tan preocupado y decaído después de lo que le sucedió en la fiesta de Halloween, aunque no sabían específicamente que fue lo que ambos hablaron y por curiosidad le preguntarían a Julián más tarde.

     –¿La última vez que viniste también fue en tren? –quiso saber el chico pellirrojo.

     –En realidad fue en avión, así que no conozco esta parte de la ciudad. Además, vine una vez hace mucho.

     En comparación a ellos dos sus amigas se la pasaban tomando fotos. Cuando salieron a la superficie se encontraron con la maravillosa ciudad de La Plata, el paisaje nocturno se quedaba corto ante los grandes edificios llenos de anuncios publicitarios y con las ventallas iluminadas, no daba la sensación de haber oscuridad; y lo que menos transmitía era una impresión de falta de gente, había personas y ruido por todos lados.




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