Miércoles 5 de Noviembre – por la madrugada.
La habitación se encontraba en total oscuridad, o bueno, parcialmente. Los monitores de las computadoras industriales destellaban de luz en el escritorio donde estaba R, de igual manera lo hacia la pantalla del electrocardiograma y la cámara de incubación que TCC tenía al lado de donde estaba sentado. Pero ellos dos no estaban solos ya que I2 también los estaba acompañando.
–[Informe]: Sin cambios –dijo el sublíder de la ciudad de Salta. Lo dijo de la misma forma en la que llevaba diciéndolo cada 20 minutos desde las últimas 2 horas. En sus manos el clon informático tenía una tablet con la que supervisaba la recuperación de C4 dentro del tubo de cristal y metal.
<Aunque es la parte más necesaria también es la más aburrida> pensó TCC sentado en la silla. También se encontraba supervisando la reparación de C4 y estaba allí para actuar de inmediato si algún error ocurría <Los nanobots dentro del agua que se meten a su cerebro siempre hicieron un buen trabajo, no hay que desconfiar de ellos ahora>. A pesar de que él era el especialista en esto también se encontraba I2 allí por un motivo, y sería bueno ponerlo a prueba si algo inesperado pasaba.
De reojo TCC pudo ver en la tablet de I2 que no faltaba mucho tiempo para terminar por completo la recuperación, de hecho, esta misma noche acabaría si no surgían contratiempos. Con eso en mente el niño se puso de pie y caminó hasta la puerta. –Voy a ir a la farmacia por unos sueros para cuando nuestro hermanito despierte. –Procedió a observar a I2–. Si necesitas ayuda en algo pídele a R ¿de acuerdo?
En clon asintió con la cabeza. –[Recomendación]: Debido a su alto valor sería lo mejor no salir de la base solo.
–No, claro que no. Tenía pensado que alguno de los dos Modelos de Protección me acompañe. –Es normal que los clones sean muy carentes de emociones, pero TCC está conectado a cada uno de una manera particular y aunque nadie más lo notara a simple vista el niño sabía que I2 se tranquilizó al escuchar eso.
Justo antes de llegar a la puerta y sin que se diera cuenta R apareció y se le puso delante, era mucho más alto que TCC por lo que el segundo tenía que levantar la cabeza para verlo a los ojos. –Revisando el historial de procedimiento vi que le hiciste unos cambios a C4.
No tenía por qué ocultarle nada. –Claro que sí, solo fueron unas pequeñas modificaciones a la placa de procesamiento en su cerebro.
–Le aumentaste la potencia. –Especificó con los brazos cruzados.
–Correcto –volvió a responder TCC con tranquilidad.
–¿Y por qué lo hiciste?
–Para darle un pequeño empujoncito en el Proyecto Mannsperson por supuesto ¿Ahora yo puedo irme?
La ciudad estaba llena de vida para tratarse de la 1 AM, o bueno, para términos de Julián diría que la ciudad estaba muy movida. La cantidad de personas que salían a hacer sus cosas no bajaba a cuando era de día, incluso diría que aumentaba ¿pero de que servía todo eso? Cada uno de los civiles estaba metido profundamente en su vida, hipnotizados por sus celulares o con la vista en automático caminando hacia adelante.
Sin temor a equivocarse él afirmaría que cualquiera de sus clones tenía más vida que cien personas juntas de aquí. Podía notarlo ahora mismo incluso, no caminaba solo por la calle, sino que P1 lo acompañaba por seguridad. La vista de aquel Modelo de Protección se perdía en lo alto de la ciudad, quizás no hubiera estrellas en el cielo de nubes oscuras y contaminadas pero P1 se distraía y dejaba llevar por los carteles; cada uno de un color único, representando a una marca distinta y que titilaba o parpadeaba de manera particular.
El mundo contaminado que lo rodeaba sin duda era una mierda, y aun así alguien como P1 disfrutaba de una salida momentánea para apreciar el paisaje urbano que lo rodeaba. No como cualquiera de los demás, tan distraídos en sí mismo que no veían al niño de TCC y este tenía que ir esquivando a la mayoría.
Después de ver un cartel que promocionaba una nueva píldora de la Corporación Onyx fue que P1 bajó la cabeza para mirar a TCC. –[Duda]: ¿Por qué compramos productos de la empresa a la que queremos destruir?
Esa era una buena pregunta, y también una muy predecible de las unidades más nuevas. TCC había notado ese patrón de que como hay tanta información en la base de datos de la red los nuevos prefieren preguntarle a otro hermano más antiguo antes que leerse todo. Luego agarran el hábito de leer, en especial en sus tiempos libres.
–Al igual que todo en el mundo, no hay un solo color; sino que son espectros. La cosa no es blanca o negra sino que gris, no dudo que la Corporación Onyx ayuda a decenas de miles de personas. Pero sus acciones negativas inclinan más la balanza, al menos un poco se hacen cargo del problema que causaron. Solo que no podemos permitir que lleguen más lejos, R me lo mostró de sus propios recuerdos; el daño que llegarían a causar cuando obtengan la Esencia Arconte será irremediable, por eso hay que detenerlos antes.
–[Respuesta]: Entiendo, muchas gracias.
–Jajajaja no hay de qué.
Cuando por fin estaban por llegar al lugar TCC se acomodó la peluca que tenía puesta y el lunar debajo de su nariz, entonces entraron a la farmacia. Al hacerlo se percató de un guardia que lo observó fijamente y con desagrado pero ambos lo ignoraron. Se dirigieron frente al mostrador donde una farmacéutica los atendió, ella les preguntó que necesitaban y P1 contestó con que hacían falta píldoras de: regeneración, de potenciación física y velocidad.
<Cuando C4 salga de la cámara de incubación va a sentirse muy débil. Esto debería ser suficiente para ayudarlo> pensó TCC.
La farmacéutica respondió afirmativamente y fue a buscar y preparar el pedido al almacén de atrás, pero había algo que seguía molestando a TCC. Se acercó más a su protector para susurrarle. –Necesito que disimules y veas por el reflejo del espejo que está haciendo el guardia de seguridad.
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Editado: 20.03.2024