Los chicos y yo aterrizamos dos semanas atrás en el mismo sitio. El instituto Generaciones sigue normal y no hay ningún ataca del guante negro. Tenemos tiempo suficiente para poder explorar y detener esta catástrofe, los chicos nunca han viajado en el tiempo así que los llevo a un lugar más tranquilo en donde no nos puedan ver.
— Estamos en el pasado— dice Santi.
— Algo así— digo.
Les tengo que explicar la teoría de las líneas del tiempo, por ahora no hemos generado universos alternos. Nuestras acciones pueden ser determinantes para nuestro futuro alterado.
— Por ahora no hable con sus contrapartes— digo.
— ¿Por qué? — Dice Reed.
— Cualquier acción puede crear algún suceso inesperado en nuestro futuro— explico.
En estos momentos me gustaría que Marshall estuviera ayudándome, por ahora estamos solos. Activo el modo sigilo para que los trajes se adapten con ropa casual. Nuestras contrapartes están rondando, solo sé que yo estoy en una cama, aunque lo pienso aun estamos en Ukista recuperándonos.
— Si nos ven puede que nos reporten— digo.
— Siempre faltamos a clases— replica Santi.
Utilizamos nuestras habilidades de sigilo para salir sin contratiempos del patio del instituto. Los muchachos y yo logramos salir a la carretera, las motocicletas aun no han sido transportadas así que tomamos el transporte público que nos llevara a la ciudad.
— Ahora usamos el bus— dice Leila.
— Usa Uber o un taxi — digo sarcástico.
Nos vamos a los sillones de atrás tranquilamente a pensar en un plan. Los miembros del guante negro deben estar ocultos a simple vistas en los enormes edificios de la ciudad.
Usare la teoría de Marshall acerca de las partículas del tiempo, sino estoy mal todo esto es solo una línea y así podremos encontrar una pista. Me alegra saber que los dispositivos del tiempo tienen un limite de tiempo más prolongado para viajar, una semana es más que suficiente para nosotros.
Al bajarnos en la parada de bus me doy cuenta de que el centro histórico es un lugar hermoso y pintoresco a pesar de que es verano. Caminamos por toda la ciudad hasta saber de alguna pista.
Reviso las grabaciones para poder verle la cara alguno de los secuaces o líder principal y tratar de infiltrarme en los sistemas de la policía y el Registro Nacional de Personas.
— Nada— digo a Lucas.
Activo la opción de partículas del tiempo, en ese momento veo piedras brillantes multicolores por todas las casas, edificios, calles y señalizaciones de la ciudad. Los chicos están detenidos o más parece que se mueven lentamente. Algo para decirle a Marshall.
Al parecer puedo manipular las partículas con mis manos hasta crear una especie de escena mística. Mis manos están brillosas así que trato de girarlas para que las partículas me den algún indicio, pero no consigo nada. Desactivo el modo.
— Están bien— digo.
— ¿Tú estás bien? — dice Reed.
— Sí, ¿Por qué? — digo.
— Parece que tenías un espasmo involuntario en tus manos— dice Leila.
Eso comprueba mi teoría, seguimos caminando mientras trato de pasar este momento vergonzoso. Trato de pensar como mi enemigo. ¿Dónde consigo armas para destruir una enorme institución?
— Creo que se dónde están— digo.
Nos dirigimos al edificio del ministerio de gobernación y la defensa que trabajan en conjunto por el bien de la ciudadanía. Es una oficina gubernamental así que entraremos como los ninjas que somos.
Nos subimos al techo y nos infiltramos a través del sistema de ventilación, cada uno se separa para encontrar algún indicio. Antes de infiltrarnos les explique como funciona el modo tiempo-reset, me parece un buen nombre para la modalidad de controlar las partículas del tiempo.
Busco en varias oficinas, pero lo único que encuentro son secretarias y personal que trabaja en el edificio. Las partículas solo me indican infidelidades y tipos teniendo sexo entre ellos.
— Reporte— digo.
— Nada— responden todos.
El problema de estar en un sistema de ventilación, hecho con metal ruidoso, es saber manejar tus movimientos en espacios pequeños. No sé si las clases de gimnasia nos enseñaron esto. Escucho un rudio.
— ¿Ya están? — dice.