Proyecto Ethan

Capitulo Quince

Luz…


 

Cámara…


 

Acción..


 

“No hablaremos de lo que pasó”


 


 

Addison.


 

Bostece, estiré mis brazos al igual que mis piernas. Giré mi cuerpo como tronco al otro lado de la cama. Pestañe un par de veces al ver que seguía dormida. Mi ceño se frunció al notar que la imagen de Ethan seguía ahí. Extendí mi mano hacia donde estaba y pude tocar su mejilla. Tomé parte de la sábana en un intento de cubrirme. Observé en dónde estaba y vi que esta era mi habitación.


 

Uff. Al menos estoy a salvo aquí.


 

Vi que tenía puesto, estaba usando una de las camisetas grandes que uso para dormir. Busqué con mi mirada el alrededor y noté que mi habitación era un desastre.


 

¿Cómo fue que terminé de este modo?


 

—Addison, ¿Podrías acompañarme al centro comercial? —preguntó desde el otro lado de la puerta, Sophia.


 

Salté de mi cama y me apresuré a ir a la puerta. La abrí y salí antes de que pudiera entrar. Me miró con confusión por actitud.


 

—Es raro que estés aún en la cama. ¿Algo que quieras decir? —cruzó los brazos sobre su pecho y alzó una ceja.


 

—Esto… —comencé a negar—No, nada, iré—la tomé por los hombros e intenté llevarla a las escaleras—voy a alistarme, espérame abajo.


 

Se detuvo, abruptamente, antes de que diera un paso más.


 

—Te conozco. ¿Por qué aceptas ir tan fácilmente conmigo? —me miró con recelo.


 

—He estado mal contigo los últimos días, quiero que estemos bien. —aplasté sus mejillas—¿Quién te quiere? —dije como si hablara con un bebé.


 

Río y negó.


 

—Estaré abajo. Arréglate.


 

Asentí.


 

Observé como bajó por las escaleras para después irme yo por los pasillos hasta mi cuarto. Pasé el seguro a la puerta. Caminé a Ethan y comencé a moverlo en un intento de despertarlo. Tomé una almohada de la cama y comencé a golpearlo para que se levantara. Se comenzó a remover pero no servía para nada eso. Frustrada. Me senté encima de él y comencé a tomar sus mejillas, jalándolas y aplastándolas. Sentía como todo mi cuerpo se volcó a la cama. Ethan estaba encima de mi, con sus piernas a cada lado, su cabello desordenado cayó por toda su cara. Tenía mis manos pegadas a su rostro, las intenté separar pero no me lo permitió. De sus rojos y rellenos labios comenzó a brotar una sonrisa.


 

—Que lindo despertar contigo, chica libros.


 

Tragué.


 

Esta clase de pose, en la que nos encontramos, no es para nada buena. La mirada dulce de Ethan, es como la radiante sonrisa de un ángel que te da la bienvenida al cielo. Pero, apagar ese brillo, deja ver el infierno y oscuridad entre la malicia que esconde en su alma.


 

Eso no sucedió anoche, no pude ser cierto.


 

Atrajo una de mis manos a sus labios y dio un dulce beso. Sus ojos se cerraron por los segundo que duró el beso. Parecía apreciar lo que estaba haciendo, su toque con mi piel.


 

—Ethan…—pronuncié en un hilo de voz.


 

—No hablaremos de lo que pasó. —declaró con frialdad.


 

No podía hacerme eso. Necesitamos hablarlo, no es cualquier cosa la que sucedió anoche.


 

Doce horas tras…


 

—Lo que harás será algo realmente loco.


 

De mis labios brotó una sonrisa. Pasé mi brazo por sus hombros y nos encaminamos a su auto. Le hice una señal y me pasó las llaves para que condujera.


 

Caminaba junto a Ethan por las tiendas que estaban abiertas de noche. Ya hace una hora que el juego terminó. No entendía porque quería ir conmigo. En sí, estaba consiente que no haríamos algo tan alocado como lo que planeaban sus amigos. Pero aún así, tomó por decisión venir junto a mi y acompañarme. Hoy él conocería como es la forma en la que me divierto, en la que mis pequeñas experiencias hacen que sea feliz.


 

—Chica libros. ¿A dónde se supone que estamos? — comentó al ver que me detuve frente al lugar.


 

Sonreí. Fui hasta él y lo tomé de la muñeca para que viniera conmigo. Abrí la puerta y observé por dentro el maravilloso lugar. Sentía tanta alegría y a la vez calidez al estar rodeada de tantos libros. Corrí por todo el lugar en busca de todos los ejemplares que no he leído aún. Está tiene hasta lo más reciente como lo más antiguo.


 

¡Sin duda esto es el cielo!


 

Comencé a ver algunos estantes y leer los prólogos o sinopsis para saber si era bueno o no. Con solo eso puede llegar a atraparme, puedo decidir si es bueno o no. Me divido en muchos géneros, desde romance hasta muerte sangrienta. Creo que un buen libro atrae más por las diversas situaciones. Dónde todo sea nuevo y desconocido para el lector. Algo que nadie haya visto antes. Sin duda adoro escribir, por eso cada personaje que creo es algo extremadamente humano. Pego exactamente como evalúo yo a una persona.


 

Subí a una de las escaleras, para lograr tomar uno de los libros del estante alto. Extendí mi mano para alcanzarlo. La escalera comenzó a tambalearse. Cerré mis ojos a la espera del impacto, noté que no sucedió. Abrí mis ojos vi con claridad, un chico delgado y de cabello liso, estaba cargándome. Sus labios formaron una mueca y me dio una mirada de que no podía resistir. Ambos caímos al suelo. Estaba encima de mi, a pocos centímetros el uno con el otro.




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